Así eran los calcetines para las sandalias en el antiguo Egipto. Prometemos que no es un disfraz de langosta
Los calcetines fueron descubiertos en el siglo XIX y parecen de un disfraz, pero son muy reales.

El Egipto de los faraones sigue lleno de misterios para los expertos que se dedican a estudiarlo. No hay año que se no se encuentre algo nuevo que aporta información a la historia de esta civilización. Tenemos los ejemplos del Niño de oro o de la daga de Tutankamón, un arma que vino del espacio. No obstante, también tenemos piezas más corrientes, pero igual de sorprendentes como estos calcetines.
Los calcetines son una prenda que se ha utilizado a lo largo del tiempo desde hace siglos. Hoy son tan habituales que nadie les da importancia, como la ropa interior. Te los compras, te los pones y esperas que sean cómodos para pasar todo el día. Sin embargo, en el antiguo Egipto los calcetines eran un tanto diferentes a los modernos.
Los calcetines son peculiares por la forma de separar los dedos
Descubiertos a finales del siglo XIX, cuando la fiebre por lo egipcio recorría la Europa occidental (solo tenemos que ver a Napoleón ante las pirámides), los calcetines que hoy decoran la foto de portada de este artículo tenían una peculiaridad que les hace parecer parte de un disfraz de langosta más que de un conjunto de ropa concreto.
La característica más llamativa es que están confeccionados para que los dedos de los pies estén separados justo en el punto donde la sandalia tiene el enganche. En resumidas cuentas, es llevar a otro nivel el diseño de las chanclas a las que estamos acostumbrados en verano. A no ser que prefiráis las que usan cierre de velcro para llevar el pie más sujeto.
Volviendo a los peculiares calcetines egipcios, y de acuerdo con un reciente artículo publicado en Iflscience, esta prenda proviene del siglo IV al V de nuestra era. Los expertos han señalado que están confeccionados con la técnica de Nålebinding. ¿Qué es lo que implicaba esto? Que estaban cosidos con una aguja de un solo ojo para enrollar el hilo y crear una tela flexible. Manoplas y sombreros también se confeccionaban así.
Las ventajas de esta técnica son evidentes: mayor robustez y aguante al desgaste. Podemos confirmarlo solo viendo que estos calcetines tan extraños tienen 1.600 años de antigüedad y parecen cosidos de hoy. Es por ello por lo que eran tan apreciados por la gente de Egipto, ya que duraban mucho.
Cuando llega el buen tiempo no es raro ver a personas que llevan chanclas con calcetines. De hecho en países como España la combinación ha pasado de ser algo extraño que hacía levantar la ceja a ser una norma. Ahora sabemos que en el antiguo Egipto era la moda y todo el mundo apreciaba los calcetines de este tipo. Una cosa que hará cambiar nuestra perspectiva cada vez que veamos a alguien usando esta combinación.