Puede decorar tu Belén de Navidad o purificar agua tóxica: el musgo es nuestro mejor aliado
Investigadores en Finlandia han descubierto cómo un humilde musgo, en colaboración con los microbios que lo habitan, es capaz de eliminar metales tóxicos del agua
Un humilde musgo podría convertirse en un aliado inesperado en la lucha contra la contaminación del agua por metales pesados. Investigadores de la Universidad de Oulu, en Finlandia, han descubierto que la especie Warnstorfia fluitans posee una notable capacidad para depurar estas sustancias tóxicas, ofreciendo una solución natural e inesperada a un problema medioambiental de gran envergadura. Este hallazgo abre la puerta a nuevas estrategias de fitorremediación, más sostenibles y económicas.
Este tipo de hallazgos se enmarca en una búsqueda más amplia de soluciones a los grandes retos medioambientales, como demuestran otras investigaciones para conseguir hidrógeno limpio de forma barata y sostenible.
Una alternativa de bajo coste para zonas remotas
De hecho, lo que hace a esta planta una candidata tan idónea es su extraordinaria resistencia. Este musgo no solo sobrevive, sino que prospera precisamente en entornos hostiles para otras especies, como las aguas de alta acidez y con elevadas concentraciones de metales. Esta característica le permite actuar directamente en el foco de la contaminación, donde otros organismos claudicarían, convirtiéndose en un agente limpiador de primera línea.
El musgo proporciona múltiples servicios ambientales: adornar el nacimiento NO es uno de ellos. Infografía de @DGDCUNAM 👇. pic.twitter.com/9N8KVUSG7C
— UNAM (@UNAM_MX) December 11, 2025
En este sentido, el secreto de su eficacia reside en una asombrosa cooperación con los microbios que habitan en su interior. Los científicos han identificado a dos de estos microorganismos, el Phialocephala bamuru y la Hyaloscypha hepaticola, como piezas clave del proceso. Como se puede leer en el artículo publicado por la Universidad de Oulu, estos colaboradores, conocidos como endófitos, facilitan que los metales disueltos en el agua precipiten, convirtiéndose en una forma sólida que resulta menos dañina y mucho más fácil de gestionar. Esta aplicación biotecnológica de la simbiosis entre organismos es una tendencia creciente, similar a cómo se investiga el uso de bacterias como 'caballos de Troya' para que los virus aniquilen el cáncer.
Asimismo, la capacidad de este sistema biológico es considerable, pues ha demostrado que elimina un amplio espectro de contaminantes. Entre las sustancias que puede neutralizar se incluyen el hierro, el cadmio, el cobre, el zinc, el níquel e incluso el arsénico, uno de los elementos más peligrosos para la salud. Esta versatilidad lo posiciona como una alternativa de bajo coste para purificar el agua en lugares remotos o en climas fríos, donde los métodos convencionales a menudo resultan ineficaces o tienen un coste prohibitivo.
Por otro lado, los responsables del estudio matizan que el proceso de purificación no es inmediato, sino que puede prolongarse durante varias semanas hasta alcanzar su máxima efectividad. Actualmente, el equipo de la Universidad de Oulu ya está explorando las posibilidades de su uso a escala comercial y planea la realización de pruebas piloto en entornos reales. Su objetivo es demostrar la viabilidad de esta prometedora tecnología biológica en zanjas de drenaje forestal para la recuperación de ecosistemas acuáticos dañados.