Ya puedes tener un tercer pulgar a medida (aunque no sirva para gran cosa)
Coger cosas de mayor tamaño, tocar la guitarra o, simplemente, rascarte la cabeza son algunas de las tareas que puedes hacer con este tercer pulgar. ¿Cómo ha sido su creación? ¿Con qué objetivos ha nacido? Y lo más importante: ¿es útil?

La impresión en 3D sigue adquiriendo importancia en el mundo de la ciencia y ya sabemos que permitirá incluso poner fin a las listas de espera de trasplantes. El caso que te presentamos hoy es de otro tipo y no tan fundamental, pero resulta, cuanto menos, curioso. ¿Te has planteado alguna vez cómo sería tu vida con tres pulgares en vez de dos?
Ya conocemos cómo sería la existencia de un tercer pulgar en nuestras manos
Si la respuesta a la pregunta anterior es afirmativa, te gustará conocer el invento del que hablaremos a continuación. Conoce a Dani Clode y su interesante invento: un dedo pulgar robótico que puedes utilizar tanto en la mano izquierda como en la derecha.
Aparentemente, este diseño no es especialmente revolucionario ni permitirá solucionar complicados problemas, pero viene bien descubrir cómo variarían nuestras capacidades si contásemos con un dedo más en la mano. Ahora, vayamos al quid de la cuestión, ¿cómo ha creado Clode este invento? ¿Qué puede aportar a tu vida?
La impresora 3D, origen del proyecto
El proyecto de la creadora Dani Clode recibe el nombre de The Third Thumb ("El tercer pulgar"), por lo que su nombre ya explica en qué consiste el mismo. Esta innovadora estudiante del London’s Royal College of Art (RCA) está especializada en el diseño de productos, como bien demuestra su última creación.
El tercer pulgar ha sido de especial interés para el jurado del Premio Helen Hamlyn for Creativity, que le ha concedido el primer puesto, según informa CNET. Tal y como ha explicado la responsable, este tercer dedo es origen de una impresión en 3D con un material flexible llamado Ninjaflex.
La propia Clode ha querido aclarar que no se trata de una prótesis que nace con el objetivo de sustituir a un dedo pulgar que ya no está. Es un dedo adicional que pretende aumentar y extender las capacidades humanas con las que ya contamos.
En vez de prótesis, la palabra más adecuada para definirlo sería extensión. Para evitar confusiones, la inventora lo ha explicado en unas declaraciones al medio Deezen:
El origen de la palabra "prótesis" significa "agregar, poner", pero no para arreglar o reemplazar, sino para extender. El tercer pulgar está inspirado en el origen de esta palabra, explorando el aumento humano y tratando de replantear las prótesis como extensiones del cuerpo humano.
Un motor con lugar estratégico le da vida
Tras saber que la intención de Clode era un tercer pulgar como extensión, queda saber cómo ideó su funcionamiento. Este dedo actúa como un robot, por lo que tiene que recibir energía de algún lugar. Bien, este cuenta con dos motores situados en un dispositivo que se debe colocar en la muñeca.
Además, pequeños sensores de presión deben ser instalados en las suelas de los zapatos. Una vez que estos sensores reciben esa presión, activan los motores colocados en la muñeca a través de Bluetooth. Finalmente, el dedo pulgar comienza a funcionar sin ningún problema.
Dani Clode es consciente de la gran conexión existente entre las manos y los pies a la hora de realizar ciertas actividades, por lo que quiso mantener esa relación al elegir dónde irían los sensores de presión. Tras conocer cómo funciona, te preguntarás para qué sirve. La respuesta está en el siguiente vídeo:
La existencia de este tercer dedo pulgar sería interesante a la hora de coger objetos de gran tamaño, ya que permite mayor agarre. Además, su ayuda permitiría realizar ciertas actividades a mayor velocidad de a la que estamos acostumbrados.
Por otro lado, su creadora defiende la gran utilidad de esta extensión para los expertos en cetrería, diseñadores de joyas y, por qué no, para los tatuadores. La cosa no queda aquí, ya que Clode ha explicado también que el tercer dedo pulgar podría cumplir una función estética. Sin duda, su presencia sería muy llamativa para todos.
Nuestras normas sociales sobre lo que es un cuerpo "normal" han generado una idea de la estética corporal perfecta, pero esto está evolucionando.
Por ahora parece que este tercer pulgar no tiene mucha utilidad, pero la inventora quiere que nos ayude a entender mejor nuestras capacidades humanas. Si eres uno de los interesados en esta extensión, ya debes saber que lo más complicado es coordinar los movimientos de los pies y de las manos. Una vez conseguido, podrás usarlo a tu antojo.