¿Qué son los extremófilos? Todo sobre los organismos que viven en las zonas más extremas del planeta

¿Cómo puede un caracol vivir a 400 grados centígrados o un pez en aguas completamente contaminadas? La clave la tienen los extremófilos.

¿Qué son los extremófilos? Todo sobre los organismos que viven en las zonas más extremas del planeta
El pez Molly ha desarrollado una especial habilidad para sobrevivir en entornos muy contaminados. Imagen: Glu Glu Pet
Publicado en Ciencia

En la Tierra, ya sea a nivel terrestre o acuático, podemos encontrar una serie de criaturas capaces de vivir en entornos que, a simple vista, parece que no deberían contar con los requerimientos mínimos para garantizar la vida. La evolución ha permitido que muchos animales hayan conseguido establecerse en áreas extremas debido a una serie de cualidades. Un buen ejemplo de ello es el oso polar, el cual puede vivir en áreas gélidas gracias a la presencia de una mayor cantidad de grasa aislante en sus cuerpos. Ahora bien, ¿y si lo llevamos al extremo?

Los extremófilos, en su mayoría, son bacterias conocidas como arqueas, procariotas y eucariotas. Pueden convivir en un entorno de gran dificultad gracias a la disposición de una serie de características especiales. Ahora bien, ¿y si te dijera que hay animales con unas condiciones únicas en el reino animal? Vivir en las proximidades de una falla volcánica a 400 grados centígrados es algo que adora, por ejemplo, el caracol volcánico, del cual ya te hablamos hace un tiempo. ¿Qué lleva a este tipo de especies a poder vivir en espacios tan complicados? La clave se encuentra en la evolución.

Veamos, por tanto, cuáles son las claves para entender el funcionamiento de los extremófilos, por qué nos encontramos ante animales únicos en el mundo y, por supuesto, hasta qué punto estamos ante organismos con unas cualidades únicas que los convierten en supervivientes innatos en áreas con gran concentración de contaminación o, simplemente, con temperaturas extremas.

Extremófilos, así son los animales capaces de sobrevivir en áreas especialmente complicadas

¿Hasta qué punto es posible encontrar este tipo de seres? El más conocido de todos es el tardígrado, el cual es capaz de sobrevivir al Espacio y contar con una serie de herramientas especialmente difíciles de explicar. Entre sus cualidades diferenciales llama la atención la capacidad para poder reparar el propio ADN dañado como consecuencia de la radiación. Se trata, sin duda alguna, de una de las más avanzadas soluciones que le ha brindado la naturaleza para poder sobrevivir en los ecosistemas en los que vive.

¿Qué son los extremófilos? Todo sobre los organismos que viven en las zonas más extremas del planeta

El Poecilia sphenops cuenta con la activación de hasta 35.000 genes para combatir las toxinas de su ecosistema. Imagen: Fishinabox

Ahora bien, ¿y si vamos a casos más convencionales? Además del caracol Chrysomallon squamiferum descrito anteriormente, existe un pez llamado Molly que destaca por haber fijado su residencia en áreas especialmente peligrosas para el resto de animales. Conocido científicamente bajo la denominación Poecilia sphenops, suele vivir en aguas ácidas. Esto lo convierte en un animal único por su capacidad para superar cualquier obstáculo relacionado con ello. Estamos ante un animal que ha sido objeto de estudio por investigadores.

Entre los estudios que han sido llevados a cabo, cabe destacar la capacidad de este pez para filtrar el agua intoxicada. De acuerdo con un estudio sobre la evolución molecular de estos animales, se ha podido descubrir cuáles son las claves que hay detrás de su organismo. Al parecer, hasta 35.000 genes reaccionan en el momento en el que se produce la entrada de sustancias contaminadas en las branquias. Un proceso químico es el que se encarga de actuar como filtro para evitar la propia contaminación del cuerpo del pez. Se trata, por tanto, de una barrera que ha sido pulida con el paso del tiempo.

Así pues, los extremófilos son agentes, ya sean bacterias o, directamente, animales o plantas, que han conseguido desarrollar una especie de inmunidad que les permite convivir con externalidades que parecen no ser compatibles con la vida. Algunas de estas propuestas están siendo objeto de estudio y análisis constantemente para conocer si puede haber aplicaciones futuras para su aprovechamiento en otros usos. Sea como fuere, nos encontramos ante animales que han desarrollado increíbles características para sobreponerse al medio en el que viven.

Como es lógico, gracias a esta serie de técnicas, este tipo de animales no figura en la lista de los seres vivos más amenazados y en peligro de extinción. Al fin y al cabo, no hay depredadores ni acción del ser humano que pueda debilitar el número de ejemplares vivos.

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