Quemarte cuando tomas el sol puede ser culpa tuya. Aunque también podría ser que tus bacterias sean vagas

Un nuevo estudio demuestra que las bacterias de la piel no solo nos acompañan, sino que también nos defienden del daño solar

Quemarte cuando tomas el sol puede ser culpa tuya. Aunque también podría ser que tus bacterias sean vagas
Protegernos del sol también es labor de nuestras bacterias
Publicado en Ciencia

Hasta ahora, el protector solar era el protagonista indiscutible de cualquier jornada al aire libre, sobre todo en los próximos meses de calor en el hemisferio norte. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Investigative Dermatology sugiere que no estamos tan solos en la batalla contra los rayos ultravioleta: millones de bacterias que habitan nuestra piel podrían estar actuando como aliadas, regulando la forma en que nuestro cuerpo responde a la radiación solar.

Las bacterias que te protegen del sol

Un equipo internacional de investigadores, liderado por VijayKumar Patra desde el Centro Internacional de Investigación de Enfermedades Infecciosas, localizado en Francia, ha descubierto que ciertas bacterias cutáneas tienen la capacidad de metabolizar un compuesto clave generado por la exposición solar: el ácido cis-urocánico.

Esta es una molécula derivada de la transformación del ácido trans-urocánico, aminoácido importante en la epidermis que absorbe la radiación UV y tiene un potente efecto inmunosupresor, es decir, que permiten disminuir la actividad del sistema inmunológico. Sin embargo, las bacterias que expresan la enzima urocanasa pueden descomponerla, modificando así la respuesta inmunitaria del cuerpo ante la radiación.

En otras palabras, nuestra microbiota no solo convive con nosotros, sino que participa activamente en cómo nuestra piel reacciona al sol, reduciendo potencialmente algunos de sus efectos nocivos. El hallazgo, según los autores, plantea un giro radical en la forma en que entendemos la protección solar. Marc Vocanson, coautor del estudio y en declaraciones recogidas en Elsevier, asegura:

A medida que crece el interés en la investigación del microbioma y la medicina personalizada, comprender estas interacciones entre microbios y huéspedes podría cambiar la forma en que pensamos sobre la protección solar, las enfermedades inmunes, el cáncer de piel o incluso tratamientos como la fototerapia.

Este estudio podría ir más allá de los protectores solares convencionales, ya que parece que estamos hablando de "protección solar consciente del microbioma, donde no solo protegemos la piel de la radiación UV, sino que también consideramos cómo los microbios residentes pueden alterar el panorama inmunológico después de la exposición".

La dermatóloga Anna Di Nardo, que no participó en el estudio, lo resume a la perfección asegurando que la investigación redefine la piel como una interfaz dinámica y metabólicamente activa, donde las bacterias no son simples espectadoras, sino actores fundamentales en la tolerancia al sol. ¿Veremos, por tanto, en el futuro, protectores solares vendrán acompañados de probióticos? Y es que, quizás, protegernos del sol implique también proteger a nuestras propias bacterias.

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