Se acabaron las incompatibilidades de sangre: han desarrollado una artificial que podría servir para cualquier grupo sanguíneo

La sangre artificial sería muy útil en épocas de escasez de donaciones

Se acabaron las incompatibilidades de sangre: han desarrollado una artificial que podría servir para cualquier grupo sanguíneo
Se han hecho ensayos de sangre artificial en varios países, aparte de Japón, como Estados Unidos y Reino Unido
Publicado en Ciencia

Todos deberíamos conocer nuestro grupo sanguíneo. Es uno de esos datos que no estaría mal llevarlo tatuado en una parte visible del cuerpo, como los brazos. Nunca se sabe cuándo puede surgir una emergencia médica o accidente en la que una transfusión de sangre sería clave para salvar nuestra vida o la de otra persona. Una transfusión incompatible tendría consecuencias catastróficas, pudiendo provocar una reacción grave potencialmente mortal.

Los grupos sanguíneos se clasifican en dos sistemas principales. El sistema ABO (A, B, AB y O) y el factor Rh (Rh+ y Rh-). Atendiendo a esta clasificación, nos encontramos con que existen los grupos A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-. Como comentábamos unas líneas más arriba, no se debe donar sangre a alguien que no tenga un grupo sanguíneo compatible con el nuestro, pero hay dos excepciones.

Por un lado, los que tienen el grupo O- son donantes universales (pueden donar a todas las personas), mientras que los que tienen el grupo AB+ son receptores universales (pueden recibir de todas las personas). Los seres humanos con estos grupos sanguíneos son muy afortunados, pero en un futuro relativamente cercano podría no ser tan «especial», pues se ha desarrollado una sangre artificial que podría funcionar con cualquier grupo.

El uso práctico de sangre artificial podría llegar en 2030

En los últimos años se han realizado varios ensayos que exploraban el uso de sangre artificial, incluidos países como Estados Unidos y Reino Unido. Sin embargo, los ensayos clínicos que se están llevando a cabo en Japón cobran cierta importancia al producirse en medio de una «sequía sangrienta».

La investigación dirigida por el laboratorio del profesor Hiromi Sakai planea evaluar el uso de sangre artificial compatible con todos los tipos de sangre. Además, podría almacenarse hasta por dos años, lo que permitiría tener reservas para superar épocas como esta, en la que la escasez nos vuelve más vulnerables.

El ensayo de la Universidad Médica de Nara administró entre 100 y 400 mililitros de sangre artificial a 16 voluntarios adultos sanos en marzo, según informó Kyodo News. La siguiente etapa sería examinar la eficacia y seguridad del tratamiento, si no se reportaron efectos secundarios. Newsweek no ha sido capaz de averiguar si los participantes del ensayo experimentaron efectos secundarios tras las transfusiones realizadas hace unos meses.

La sangre artificial empleada por Sakai, según figura en el sitio web, resolvería los presentes en el sistema tradicional de transfusión sanguínea, incluyendo "la posibilidad de infección, la incompatibilidad del tipo de sangre, la respuesta inmunológica y la corta vida útil que es insuficiente para almacenarla en situaciones de emergencia".

Para crear la sangre se extrajo hemoglobina, que es la molécula que transporta el oxígeno, de sangre de donante vencida (que tiene más de tres semanas de antigüedad) y encapsulándola en una capa lipídica. Conocidas como vesículas de hemoglobina, estas partículas imitan a los glóbulos rojos naturales y pueden transportar oxígeno eficientemente. Además, no contienen marcadores de tipo sanguíneo, lo que las hace universalmente compatibles y libres de virus.

La universidad Médica de Nara planea pasar de ensayos de seguridad voluntarios a estudios de eficacia más amplios, buscando la aprobación clínica y el lanzamiento práctico de su sangre artificial universal para 2030, según Kyodo News. De salir bien, el resultado podría redefinir la medicina transfusional a nivel mundial.

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