Si te duelen las muelas ya tienes a alguien a quien culpar: todo tiene que ver con este animal de hace 500 millones de años
Los dientes humanos puede que provengan de hace casi 500 millones de años, todo se lo debemos a antiguos ancestros que vivían en el agua

Un nuevo estudio ha arrojado luz sobre el origen de los dientes y el dolor dental, atribuyendo sus raíces a un pez acorazado prehistórico. Aunque la parte externa de nuestros dientes está cubierta por esmalte, es la dentina interna la que transmite el dolor al nervio, por ejemplo, al morder algo frío o dulce. Durante mucho tiempo, los científicos debatieron el origen de los dientes, proponiendo que surgieron de pequeñas protuberancias en las duras conchas de antiguos peces. Estas estructuras, llamadas odontodos, eran un enigma hasta ahora.
Gracias a escaneos 3D de fósiles de un pez del período Ordovícico, de hace unos 465 millones de años, los investigadores confirmaron que los odontodos contenían dentina y eran sensibles. Se cree que estos peces usaban estas estructuras para percibir su entorno, detectando presión o cambios de temperatura.
Los científicos han descubierto es posible origen de nuestros dientes y es asombroso
Sorprendentemente, estos odontodos se parecen mucho a los sensilos, los pequeños órganos sensoriales presentes en la concha de animales como cangrejos y camarones, a pesar de que los peces y los artrópodos (como los cangrejos) evolucionaron por caminos completamente distintos. Esta similitud es un ejemplo de convergencia evolutiva: cuando especies no relacionadas desarrollan rasgos parecidos de manera independiente.
Además, los hallazgos permitieron resolver una confusión histórica en el registro fósil. Durante años, se pensó que el fósil Anatolepis era un pez vertebrado temprano por sus protuberancias similares a dientes. Sin embargo, los análisis con escáneres de alta resolución mostraron que estas estructuras no contenían dentina y se parecían más a los sensilos de los artrópodos, sugiriendo que Anatolepis era, en realidad, un antiguo artrópodo.
Para ampliar su investigación, los científicos compararon fósiles y especies modernas, desde caracoles hasta peces gato. Un descubrimiento destacado fue que los peces gato “suckermouth” criados en laboratorio tenían escamas similares a dientes (dentículos) conectadas a nervios, lo que sugiere una función sensorial. Es una evolución curiosa, ya que hoy sirven para desgarrar y masticar la comida. De hecho hay algunos animales que los tienen forrados de hierro.
Este estudio respalda la hipótesis del “afuera hacia adentro”, que plantea que los dientes evolucionaron a partir de estructuras sensoriales externas. Aunque no identificaron al primer pez vertebrado, los investigadores creen haber encontrado algo aún más revelador: la clave de cómo los dientes empezaron como sensores incrustados en armaduras primitivas que ayudaban al propietario a conocer el entorno.