Tiene más de 40.000 años y está hecho con colmillo de mamut. Este bumerán prehistórico deja boquiabiertos a los expertos
Los antropólogos se han dado de bruces con un hallazgo único: un bumerán fabricado con el colmillo de un mamut. Un objeto que nos enseña mucho sobre las comunidades prehistóricas

A medida que avanzamos en el tiempo, nuestra comprensión del pasado se expande, revelando los ingenios y las habilidades de nuestros ancestros. Cada hallazgo arqueológico no solo nos conecta con épocas remotas, sino que también nos obliga a reevaluar lo que creíamos saber sobre el desarrollo humano. Los objetos que perduran a través de milenios son cápsulas del tiempo que guardan secretos sobre la tecnología, la cultura y la vida cotidiana de quienes los crearon. Un simple artefacto puede desentrañar misterios y reescribir capítulos enteros de la historia de la humanidad.
En este contexto, un reciente descubrimiento está captando la atención de la comunidad científica, demostrando que la innovación no es un concepto exclusivo de la modernidad. Un objeto, aparentemente sencillo, está cambiando la perspectiva sobre la complejidad técnica de la era prehistórica.
Un objeto sorprendente que redefine la prehistoria de hace 40.000 años
El artefacto en cuestión es un bumerán de más de 40.000 años de antigüedad, tallado a partir de un colmillo de mamut, que fue encontrado en la cueva de Obłazowa, en Polonia. Este hallazgo, desenterrado por primera vez en 1985, fue objeto de un estudio detallado que ha revelado una precisión y un diseño que han dejado atónitos a los investigadores. Según apuntan desde la revista académica PLOS One, la curvatura y el peso del bumerán lo convierten en una herramienta excepcionalmente aerodinámica, lo que sugiere que no era un simple objeto ritual, sino un arma de caza sumamente eficaz.

El análisis se centró en la aerodinámica del bumerán, comparándolo con los bumeranes de hoy en día. Los resultados de la investigación confirmaron que la herramienta prehistórica era capaz de realizar un vuelo parabólico estable, lo que demuestra un conocimiento profundo de la física y la aerodinámica por parte de las personas de la Edad del Hielo. Esta capacidad para diseñar y fabricar herramientas tan sofisticadas contradice la idea de que los cazadores-recolectores eran tecnológicamente primitivos.
La superficie del bumerán, por otra parte, está marcada con señales de uso y desgaste, lo que indica que fue empleado regularmente. Los investigadores creen que era una herramienta versátil, utilizada no solo para cazar animales pequeños como liebres y zorros, sino también para ahuyentar a aves. Su creación con marfil de mamut no fue una elección al azar, ya que este material proporcionaba la densidad y la resistencia ideales para su función. Este descubrimiento, en definitiva, nos hace cuestionar la narrativa convencional sobre la tecnología prehistórica y refuerza la idea de que nuestros antepasados eran ingenieros y diseñadores altamente cualificados.