Un grupo de científicos recrea una mente telepática en un experimento cuántico
Podríamos estar más cerca de tener ordenadores cuánticos más prácticos de lo que nunca antes habíamos imaginado
Entendemos que hablar de conceptos como la pseudotelepatía cuántica puede ser algo que te suene a ciencia ficción, pero estamos hablando de un experimento mental que ha conseguido dar el salto de la teoría al laboratorio. En esta ocasión, un grupo de científicos ha conseguido recrear un juego cuántico real donde los jugadores parecer leerse la mente, sin comunicarse entre ellos. Ahora te lo explicamos todo, para que sepas lo que se ha conseguido.
La pseudotelepatía cuántica se confirma en un reciente experimento
Un reciente artículo publicado en la revista científica Physical Review Letters ha compartido una hazaña lograda por una computadora cuántica basada en iones atrapados. Hablamos del modelo H1-1 de Quantinuum. El estudio ha validado un precepto que los físicos cuánticos llevaban soñando desde los años 90 del pasado siglo: que el entrelazamiento cuántico produzca comportamientos tan perfectamente coordinados que parezcan telepáticos.
Fue el físico David Mermin quien planteó hace décadas el concepto de juegos cuánticos. Hablamos de un juego en el que cada jugador recibe una pregunta, un bit, y debe responder, otro bit, sin saber qué han recibido los demás. Para lograrlo deberán utilizar el entrelazamiento cuántico. Los investigadores crearon una versión del juego, denominada juego de la paridad, en el que tres jugadores, tres grupos de qubits entrelazados, lograron coordinar sus respuestas con un 95% de precisión. Todo ello sin intercambiar información previamente.
Esto es lo que se conoce como pseudotelepatía en física cuántica. No estamos hablando de manera ni de poderes sobrenaturales, sino de partículas que comparten un estado cuántico común. Y lo realmente innovador del estudio es el tipo de entrelazamiento utilizado, capaz de mantener la coordinación incluso con interferencias externas, y que es denominado como orden topológico. Hablamos de una especie de nudo cuántico, difícil de deshacer, incluso cuando se manipula.
Los estados topológicos son capaces de soportar errores y continuar funcionando, incluso añadiendo jugadores sin perder la ventaja cuántica. Este es un hito verdaderamente importante, sobre todo si queremos utilizar estos sistemas en tareas reales, como podrían ser la validación de algoritmos o la detección de errores. Durante el estudio, los científicos entrenaron al sistema, diseñando un circuito cuántico que era capaz de adaptarse en tiempo real y de mantenerse estable incluso en mitad de un caos cuántico.
Es como si fuese una mente colectiva que piensa con orden, aunque lo que tiene a su alrededor varíe. El experimento nos acerca a ordenadores cuánticos reales y útiles, dado que, tal y como explican los autores de la investigación, "hemos demostrado cómo el orden topológico puede aprovecharse para obtener ventaja cuántica robusta".