Un híbrido de delfín y pez de 20 metros de largo: así era el ictiosaurio
El ictiosaurio vivió en la era de los dinosaurios, convirtiéndose en una de las especies depredadoras más destacadas

Hace millones de años, los dinosaurios poblaban la Tierra, tanto la superficie terrestre como los océanos. Entre las múltiples especies de depredadores que hubo, toca hacer disqtinción del ictiosaurio, un animal que basaba su diferenciación por ser un híbrido entre un delfín y un pez. Con una envergadura que podría alcanzar los 20 metros de largo, se trató de una de las criaturas depredadoras más temidas en el agua. ¿Cuáles eran sus principales características y por qué terminó extinguiéndose?
Ictiosaurio, un animal que ha sido estudiado en numerosas ocasiones por sus dimensiones
Hubo dinosaurios con patas largas, otros con un tamaño reducido y muchos otros que se alimentaban de todo lo que veían a su paso. En el agua, sin embargo, hubo animales con una complexión que ha sido analizada en multitud de ocasiones. El ictiosaurio siempre ha sido uno de los más venerados por la comunidad científica por las características que poseía. Además de las increíbles dimensiones que tenía y su gran parecido a los delfines actuales, ¿qué otros elementos han llamado la atención del público?

El Ichthyosaurus es considerado como uno de los reptiles más grandes que ha habido en la Tierra. Ichthyosaurus
Conocido como Ichthyosaurus en la jerga científica, esta especie nunca habitó fuera del agua, de acuerdo con Scimex. En los estudios preliminares que se efectuaron tras el descubrimiento de los primeros ejemplares, se pensó que salían a la superficie terrestre para depositar los huevos de las crías, pero lo cierto es que, posteriormente, se comprobó que todo sucedía bajo el agua. Existen diversas subespecies de este animal, siendo el más destacado e imponente el que tenía un tamaño que podía alcanzar los 20 metros por término medio.
Se alimentaba, principalmente, de otros peces de menor tamaño y calamares. No vivía a gran profundidad, por lo que no tenía problemas para encontrar fuentes de alimento rápidamente. Aunque ver huellas de dinosarios como este va a ser tarea imposible, sí que es preciso destacar que podría ser el reptil más pesado que ha habitado la Tierra. Algunos especímenes habrían llegado, incluso, a superar los 25 metros de longitud. Su cuerpo estaba pensado para ser aerodinámico, pero su peso era un gran hándicap tras analizar los restos encontramos durante estas últimas décadas.
Sea como fuere, la comunidad científica está de acuerdo al afirmar que este animal tiene unas dimensiones únicas en la historia. Su árbol genealógico común con otras muchas especies se separó con la Thunnosauria, pero lo cierto es que su dificultad para adaptarse a las condiciones presentes en el ecosistema en el que vivía provocó una lenta pérdida de ejemplares vivos y su posterior extinción.