Un nuevo estudio descubre que el megalodón podría haber sido delgado y no moles de carne
Se tiene un concepto de que el megalodón es una de las criaturas más grandes que han vivido en los océanos. ¿Y si, en realidad, no fueran tan grandes?

El megalodón es uno de los animales extinto que más interés ha generado en la comunidad científica por sus increíbles capacidades. Siendo objeto de películas, esta criatura, casi mitológica, despierta aún muchas dudas en lo que se refiere a su tamaño, aptitudes en el agua e, incluso, su dieta. Tenemos una convicción de que su tamaño fue espectacular, pero un nuevo estudio acaba de llegar a la conclusión de que, en realidad, podría haber sido un pez delgado.
Las dimensiones del megalodón podrían no ser las que hemos creído siempre
El mundo del cine siempre ha pintado a este animal como uno de los animales más increíbles que nos ha dado la naturaleza. Hemos pensado esto a raíz de los gigantescos dientes encontrados en el fondo marino, pero una nueva investigación podría haber desvelado que su configuración habría sido más bien distinta. El Otodus megalodon, que es así como se le conoce en términos científicos, podría haber llegado a medir algo más de 9 metros, según las conclusiones del estudio organizado por Kenshu Shimada, profesor de paleobiología de la Universidad DePaul.
Para concluir con esta afirmación, se ha procedido a una reevaluación de un conjunto de vértebras encontradas hace un tiempo. De acuerdo con los resultados analizados, podría haber tenido una configuración parecida a la del tiburón blanco, siendo igual de delgado que este último. La paleontología, no obstante, continuará recabando pruebas para determinar cómo pudo llegar a ser el animal más temido de los océanos hace millones de años. Puede, incluso, que no tuvieran la corpulencia de Deep Blue, el tiburón blanco más grande del que se tienen registros.

Se tenía un concepto de que el megalodón fue mucho más grande que el actual tiburón blanco medio. Freepik
Al fin y al cabo, no se dispone de una composición completa que permita conocer el tamaño real y formas de estos escualos. Las películas de ciencia ficción han servido para crear una interpretación de este animal, pero no existe una evidencia que explique cómo fueron, en realidad, estas criaturas. Descubrir los restos de un ejemplar parece que es misión imposible, por lo que lo más probable es que nunca podamos conocer con exactitud cómo fueron los grandes dominadores del mar hasta su extinción como especie.
Esta investigación, de acuerdo con el comunicado ofrecido por el investigador Jenshu Shimada, se apoya en la consulta realizada a un total de 26 expertos en la materia, los cuales llevan años elaborando informes para tratar de conocer datos sobre el megalodón. Entre las hipótesis que se han estado barajando, hay una que está ganando adeptos. Al parecer, podría haber tenido un tamaño de cintura más delgado y alargado para incorporar un aparato digestivo más extenso. Esto le habría permitido reducir el gasto energético en tareas de caza.
Aun así, lo que es seguro es que no pudo adaptarse a los cambios presentes en los ecosistemas. Para ello, quizás, debería haber adquirido algunas de las capacidades del tiburón boreal, el cual es considerado como el vertebrado más longevo de la Tierra.