Un telescopio ha recogido por error lo que ha resultado ser la supernova más brillante de toda la historia

Un fogonazo de 64.000 fotones con energías superiores a 200 gigaelectronvoltios.

Un telescopio ha recogido por error lo que ha resultado ser la supernova más brillante de toda la historia
Un observatorio de China se ha topado por error con un nuevo hito en nuestra historia astronómica. Imagen: Bing
Publicado en Ciencia

En la prefectura tibetana de Garzê en Sichuan (China) se alza el Large High Altitude Air Shower Observatory (LHAASO), un gigantesco telescopio cuya misión es fotografiar "cascadas de rayos cósmicos". Para fotografiar este tipo de radiación y registrar los cambios se requiere muchísima potencia, y es por ello que este tipo de observatorios son enormes; este en concreto ocupa una superficie de 145 hectáreas. Sin embargo, el LHAASO es noticia por algo completamente diferente a su misión original, y es que ha sido testigo por sorpresa de la supernova más brillante que jamás hemos visto.

El telescopio recogió una inusual cantidad de energía en el espacio, y monitorizó su avance durante varios días. Los expertos notificaron que se trataba de una supernova, pero tras un análisis en profundidad de los datos pudieron confirmar que era la más brillante que se había registrado nunca. La bautizaron como la BOAT (Brightest Of All Time), y le ha quitado el puesto a otro fenómeno recogido este mismo año por los satélites de la NASA Swift y Fermi.

La supernova más brillante que jamás hemos visto

Los primeros 100 minutos de explosión que recogieron las lentes del LHAASO revelaron una increíble cantidad de energía, por encima de los 200 gigaelectronvoltios. Un estallido incandescente en el espacio con más de 64.000 fotones detectados. Estos datos fueron los que, una vez cotejados con el registro astronómico, confirmaron que se trataba la supernova más brillante jamás presenciada por el ser humano. Los datos fueron publicados hace unos días en la revista Science.

Las supernovas se suceden cuando una estrella llega al final de su ciclo de vida. Las estrellas no son otra cosa que gigantescas explosiones en constante combustión, y en el momento de su muerte, la violencia de este fenómeno se multiplica hasta que el astro desaparece por completo. El "eco" que dejan estos fenómenos puede extenderse a las galaxias circundantes, emitiendo radiación solar que acabaría con cualquier tipo de vida. Es el destino al que inevitablemente se encamina nuestro Sol, pero es muy poco probable que tú o yo vivamos para poder presenciarlo. De hecho, las primeras tormentas solares que se producirían antes de la explosión serían suficiente para desolar la totalidad del Sistema Solar.

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