Irán presenta su nuevo dron suicida: Es más rápido que los anteriores y puede evadir los radares
Imágenes publicadas por medios especializados han enseñado los nuevos drones kamikaze que tiene Irán. Estos vehículos no tripulados pueden volar más rápido que sus predecesores y hacer más daño en el enemigo
Teherán no se conforma con ser uno de los principales exportadores de drones militares del mundo. El régimen iraní ha dado un nuevo golpe sobre la mesa con la presentación de su última joya tecnológica, el Hadid-110, una aeronave no tripulada que redefine el concepto de ataque rápido. Este movimiento confirma que los drones son ya un pilar central de su doctrina militar y un instrumento clave para proyectar su influencia en la compleja geopolítica de Oriente Medio. Esta estrategia ha demostrado ser tan influyente que incluso Estados Unidos ha comenzado a desarrollar drones kamikazes similares, reconociendo la eficacia de esta tecnología.
De hecho, el nuevo aparato, también conocido como Dalahu, presume de ser el dron suicida más veloz jamás desarrollado por sus ingenieros. Es capaz de alcanzar los 510 kilómetros por hora, una velocidad endiablada que reduce drásticamente el tiempo de respuesta de cualquier sistema de defensa convencional, convirtiéndolo en un arma diseñada para ataques fulminantes y de alta precisión.
Asimismo, su diseño de líneas angulosas no es casual. Responde a una clara vocación furtiva, concebida para minimizar su firma de radar y pasar desapercibido. A esta capacidad de sigilo se suma una ojiva de 30 kilogramos y un radio de acción de 350 kilómetros. Su sistema de lanzamiento, tal y como informa el medio especializado Interesting Engineering, se realiza desde un riel asistido por cohete, lo que le otorga una enorme flexibilidad para operar desde ubicaciones improvisadas.
Un nuevo papel en el tablero: el Hadid-110 frente a los Shahed
En este nuevo escenario, fuentes militares iraníes se han apresurado a aclarar que el Hadid-110 no llega para sustituir a la ya conocida familia de drones Shahed, que han tenido un amplio uso por parte de sus fuerzas armadas y sus aliados. Ambos sistemas están diseñados para cumplir misiones muy diferentes, creando una fuerza de ataque más versátil y escalonada. El valor estratégico de los Shahed en ataques a gran escala quedó patente en la reciente ofensiva contra Israel, cuya defensa exigió una respuesta multimillonaria por parte de Estados Unidos para ser neutralizada.
Así pues, mientras que los Shahed, de propulsión por hélice, son más lentos y se adecuan a ataques de saturación o misiones de mayor alcance, el nuevo dron a reacción ofrece una capacidad de respuesta inmediata para objetivos tácticos donde la velocidad es el factor crítico. Con una autonomía de vuelo cercana a la hora, su función es la de un misil de crucero de bajo coste, rápido y difícil de detener.