Las preocupaciones del Pentágono aumentan: China podría destruir los portaaviones de USA con estas armas

El talón de Aquiles de Estados Unidos. Un informe filtrado del Pentágono desvela la creciente vulnerabilidad de sus portaaviones, que podrían ser hundidos por el masivo y más barato arsenal de misiles hipersónicos que acumula Chin

Las preocupaciones del Pentágono aumentan: China podría destruir los portaaviones de USA con estas armas
El portaviones USS Gerald R. Ford (CVN-78) botado en el año 2009 (US Navy)
Publicado en Defensa

La cuenta es sencilla y, para la Casa Blanca, desoladora. Un portaaviones de la clase Ford, un coloso de los mares que cuesta 12.800 millones de dólares, puede ser puesto fuera de combate por misiles chinos cuyo coste es una ínfima fracción de esa cifra. Esta asimetría en el combate moderno es la que se desprende de un informe confidencial del Pentágono, un documento que ha puesto sobre la mesa un desafío estratégico sin precedentes para el dominio naval que Estados Unidos ha ejercido durante décadas.

De hecho, la filtración de este informe, conocido internamente como «Overmatch Brief», ha encendido todas las alarmas en Washington. Su conclusión es demoledora: el ejército de China no solo aspira a competir con la flota norteamericana, sino que ya tendría la capacidad real de hundir la joya de su corona militar, los portaaviones, que son el principal símbolo del poderío estadounidense en el exterior. Esta situación se enmarca en un escenario geopolítico más amplio, en el que algunos expertos advierten que Estados Unidos podría enfrentarse a una guerra en tres frentes, lo que dispersaría peligrosamente sus recursos.

El plan de ataque chino, lejos de basarse en una única arma milagrosa, contempla una ofensiva coordinada en múltiples frentes. La clave del éxito residiría en un ataque simultáneo con misiles de largo alcance, ciberataques para desarticular las comunicaciones y, de forma crucial, una ofensiva contra la red de satélites estadounidenses. Este golpe en el espacio dejaría a ciegas a las fuerzas navales, logrando cortar su sistema nervioso e impidiéndoles coordinar defensas o localizar amenazas.

En este sentido, Pekín ha desarrollado un arsenal formidable para ejecutar esta estrategia. La punta de lanza la forman sus misiles balísticos antibuque, como los temidos DF-21D y DF-26, diseñados para destruir grandes buques a cientos de kilómetros de la costa, tal y como han publicado en Interesting Engineering. Estas armas son capaces de crear una burbuja de exclusión en la que los grupos de combate naval tendrían muy difícil operar con seguridad. Estos avances en misiles forman parte de un esfuerzo de modernización militar más amplio, que incluye el desarrollo de tecnologías sorprendentes como un nuevo vehículo tripulado 'invisible' recientemente descubierto.

Por si fuera poco, a esta capacidad se suma una nueva generación de armamento hipersónico. Misiles como el YJ-21, que viajan a más de cinco veces la velocidad del sonido y realizan maniobras evasivas en su fase final, resultan prácticamente imposibles de interceptar por los sistemas de defensa actuales. Su trayectoria impredecible convierte en obsoletas muchas de las contramedidas en las que la Armada de Estados Unidos ha confiado hasta ahora.

Asimismo, la escala de esta amenaza es ya considerable. Se estima que el arsenal chino cuenta con hasta 600 misiles de estas categorías. El informe subraya, además, el desarrollo de un nuevo misil hipersónico, el DF-27, con un alcance superior a los 8.000 kilómetros, lo que dibuja un radio de amenaza mucho mayor que pone en riesgo a los portaaviones incluso en aguas que antes se consideraban un santuario inexpugnable.

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