Los submarinos estadounidenses ahora se construirán más rápido. El secreto está en esta nueva herramienta que han creado

Para hacer frente a los retrasos y a la creciente pujanza naval de China, la Marina de Estados Unidos ha lanzado una profunda modernización de sus astilleros con una inversión de 448 millones de dólares en inteligencia artificial

Los submarinos estadounidenses ahora se construirán más rápido. El secreto está en esta nueva herramienta que han creado
Submarino estadounidense de la clase Columbia en una imagen de arte conceptual (Wikimedia Commons)
Publicado en Defensa

Reducir una tarea de 160 horas a tan solo diez minutos. Esa es la carta de presentación del nuevo sistema con el que la Marina de Estados Unidos pretende revolucionar sus astilleros. La mejora se observó en una prueba piloto para planificar los complejos horarios de los submarinos, una tarea crítica que ejemplifica los graves cuellos de botella que sufre su industria naval. Este logro representa una reducción de tiempo asombrosa, que Washington espera replicar en toda la cadena de producción. Esta iniciativa se enmarca dentro de un plan más amplio para expandir la flota, ya que la anterior administración propuso una inversión millonaria para hacer la Armada de Estados Unidos más grande.

De hecho, la inversión para conseguirlo asciende a 448 millones de dólares, destinados al desarrollo de un software de gestión integral bautizado como Ship OS. La conocida empresa tecnológica Palantir será la encargada de proporcionar el soporte a este sistema, que funcionará como un cerebro digital para la industria. Su misión es analizar enormes volúmenes de datos para detectar ineficiencias, anticipar riesgos y optimizar los flujos de trabajo en las cadenas de montaje.

Por ahora, el despliegue se centrará en el corazón estratégico de la flota sumergible estadounidense, que incluye las clases Columbia y Virginia, tal y como han publicado en Interesting Engineering. Los ensayos previos ya han arrojado resultados notables en este ámbito, como la revisión de materiales, que ha pasado de durar semanas a completarse en menos de una hora, demostrando un potencial extraordinario para agilizar procesos clave.

Una respuesta tecnológica a la pujanza naval de China

Y es que esta apuesta por la digitalización no es un mero ejercicio de modernización, sino una respuesta directa a la necesidad de fortalecer su capacidad industrial frente a sus competidores. Durante años, los astilleros estadounidenses han acumulado retrasos y problemas de escasez de mano de obra, una debilidad que se ha hecho más evidente ante el gran desafío de Pekín y su crecimiento exponencial en la construcción de buques de guerra. Esta situación ha generado serias dudas sobre la capacidad operativa de la flota, ya que informes recientes sugieren que no todos los barcos de la Armada estadounidense están listos para el combate.

Por ello, el plan de la Marina es expandir el uso de Ship OS más allá de los submarinos. La ambición del proyecto es que el sistema abarque también los programas de buques de superficie, como los destructores y los navíos anfibios. El objetivo final es integrar toda la construcción naval militar bajo un mismo paraguas tecnológico, creando una sinergia sin precedentes en su historia reciente.

En última instancia, lo que busca la Administración Trump es revitalizar un sector que se considera vital para la seguridad nacional. Con esta decidida modernización, la Marina no solo pretende acelerar la entrega de sus propios barcos, sino también fortalecer su músculo industrial para mantener la ventaja en un escenario geopolítico cada vez más complejo y disputado.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!