Adiós, Windows 10. Estas son las mejores distribuciones Linux si tu PC no es compatible con Windows 11
Ubuntu, Linux Mint y Zorin OS son algunas de las distribuciones pensadas para principiantes que dan el salto desde Windows

Una década después de su lanzamiento, Microsoft ha finalizado el soporte oficial de Windows 10. Este sistema operativo vio la luz a finales de julio de 2015 y, actualmente, continúa siendo una de los más utilizados del mundo. Se estima que cerca del 40 % de los PC que utilizan el software de la compañía cofundada por Bill Gates lo ejecuta, lo que significa que millones y millones de ordenadores en el planeta se han quedado desprotegidos.
Esto ha llevado a Microsoft a tomar una acertada decisión: ofrecer un año de actualizaciones de seguridad gratuitas en la Unión Europea mediante el programa ESU. Los usuarios de otros mercados también pueden inscribirse en él, aunque pagando 30 dólares más (en el caso de Estados Unidos). Podría considerarse como un "período de gracia" mientras se da el salto a la última versión del sistema operativo de Microsoft
El problema es que muchos equipos no pueden actualizar a Windows 11 porque no cumplen con los estrictos requisitos de hardware impuestos por Microsoft. Muchos ordenadores carecen del chip de seguridad TPM 2.0, que resulta imprescindible para la instalación de dicho sistema operativo. La solución para estos casos pasa por adquirir un nuevo PC o pasarse a Linux. Si crees que tu máquina todavía puede dar mucho más de sí, te contamos cuáles son las distribuciones más recomendadas para decir adiós a las ventanas y decir hola al pingüino.
Tres distribuciones Linux para olvidarse para siempre de Windows
Ubuntu
La primera distribución que suele conocer alguien que está dando sus primeros pasos con Linux es Ubuntu. Creada por Canonical y basada en Debian, es una de las más populares por haber sido concebida con la intención de que cualquiera pueda utilizarla sin ser un experto en terminales. Destaca por su interfaz gráfica moderna (GNOME), instalador visual intuitivo, asistente de configuración inicial potente pero fácil de utilizar y gestor de actualizaciones automático.
Uno de sus principales puntos fuertes es el soporte de hardware, que es de los mejores en el ecosistema Linux. Es capaz de reconocer muchas impresoras, tarjetas Wi-Fi, pantallas y periféricos automáticamente, de modo que no haya que ejecutar complicados comandos de terminal. También permite instalar fácilmente los drivers propietarios de NVIDIA con unos pocos clics. Además, Canonical colabora con diversos fabricantes, como Dell o Lenovo, para ofrecer portátiles con Ubuntu preinstalado, lo que aporta cierta tranquilidad.
Si Ubuntu es tan recomendada para los recién llegados de Windows es porque tiene la mayor comunidad Linux activa. Esto facilita la búsqueda de información y ayuda para solucionar ciertos errores, encontrar consejos, etc. Además, existen versiones LTS (Soporte a Largo Plazo) con cinco años de actualizaciones para los que no les guste cacharrear demasiado.
Totalmente gratuito, Ubuntu tiene unos requisitos de hardware bastante accesibles: procesador de dos núcleos a 2 GHz o superior, 4 GB de memoria RAM y 25 GB de almacenamiento interno libres. También se recomienda disponer de acceso a Internet durante la instalación. Cualquier equipo con estas especificaciones (o mejores) podrá ejecutar Ubuntu sin problema y con fluidez. Tienes más información en su sitio web oficial.
Linux Mint

Linux Mint
Basada en Ubuntu LTS para garantizar una buena estabilidad y compatibilidad, Linux Mint es una distribución pensada para que los usuarios acostumbrados a Windows se sientan como en casa desde el primer momento. Su entorno de escritorio principal es Cinnamon, que recuerda bastante al sistema operativo de Microsoft por contar con un menú de inicio clásico con buscador, barra de tareas en la parte inferior, bandeja del sistema (con los iconos de red, volumen, reloj y Bluetooth, entre otros), así como los botones de minimizar, maximizar y cerrar en las ventanas.
Por defecto, Linux Mint es compatible con los códecs multimedia más populares (MP3, MP4, AVI, etc.) y soporta los drivers propietarios de NVIDIA para exprimir al máximo sus tarjetas gráficas. También tiene soporte nativo para archivos comprimidos ZIP, RAR y 7z, además de incluir un navegador web (Firefox), suite ofimática (LibreOffice), reproductores de vídeo y sonido y un gestor de actualizaciones. Todo para que se pueda utilizar desde el primer segundo, sin necesidad de instalar nada más.
Los requisitos mínimos de Linux Mint permiten que equipos bastante antiguos lo puedan ejecutar, dándoles una segunda vida. Esta distribución funciona con apenas 2 GB de memoria RAM (se recomiendan 4 GB para un uso cómodo), 20 GB de almacenamiento interno (se recomiendan 100 GB) y una pantalla con una resolución mínima de 1024 x 768 píxeles.
El entorno de escritorio Cinnamon apenas consume entre 500 y 700 MB de RAM, mucho menos que Windows o Ubuntu. Sin embargo, existen versiones con MATE o Xfce para ahorrar todavía más recursos. Todo lo que necesitas saber sobre Linux Mint, además del enlace de descarga, lo tienes en su sitio web oficial.
Zorin OS
Aunque no tan conocida como Ubuntu o Linux Mint, Zorin OS ha ido ganando reconocimiento con el paso del tiempo, hasta el punto de convertirse en una de las distribuciones más recomendadas para usuarios recién llegados desde Windows. Esto es porque su entorno visual es GNOME, pero modificado para que los usuarios puedan elegir entre diseños que recuerdan a Windows 11, Windows 7/XP o, incluso, macOS.
Al igual que Linux Mint, está construido sobre Ubuntu LTS para garantizar un excelente soporte de hardware, acceso a miles de programas desde los repositorios de Ubuntu y estabilidad durante cinco años. No obstante, tiene sus propias aportaciones, como Zorin Connect, una app que permite a los usuarios vincular su ordenador con el teléfono móvil Android para recibir notificaciones o enviar archivos.
Con Zorin OS también es posible ejecutar programas diseñados para Windows usando Wine o Bottles, asistentes virtuales que no requieren del uso de la terminal, por lo que resultan más agradables para los usuarios con pocos conocimientos en Linux. Por si fuera poco, incluye una tienda de software para instalar aplicaciones con solo hacer un clic.
Zorin OS está disponible en tres versiones: Core, Education y Pro. Las dos primeras son totalmente gratuitas y están pensadas para uso doméstico y educativo, respectivamente. La Pro es la más completa y ofrece una serie de características no disponible en las otras dos, como más diseños de escritorio (similares a macOS y ChomeOS, entre otros), aplicaciones creativas de grado profesional, herramientas de productividad avanzadas y soporte premium. Su precio es de 47,99 euros. El pago es único y con él se ayuda a mantener el desarrollo de la distribución. Todo lo que necesitas saber lo tienes en su sitio web oficial.
Estas tres distribuciones son solo una pequeña muestra del extenso mundo de Linux. Como hemos comentado, están diseñadas para usuarios que acaban de dar el salto desde Windows o que no quieren complicarse la vida con el terminal. No obstante, existen alternativas ideadas para usuarios avanzados y desarrolladores, como Fedora, Arch Linux u openSUSE. Incluso hay distribuciones que priorizan el gaming, como Pop!_OS, Nobara OS o Bazzite.
Lo bueno de las distribuciones Linux es que no es necesario instalarlas para probarlas. Es posible ejecutarlas desde un soporte de almacenamiento USB, como un pendrive, a través de la función Live USB, sin borrar el disco duro ni perder nuestros datos/información más valiosa. Así que no hay excusas para no darle una oportunidad a Ubuntu, Linux Mint, Zorin OS u otras de las distribuciones mencionadas en el artículo.