Bolsas de plástico como combustible para el coche, así es la solución que está por llegar

¿Por qué la pila de combustible de hidrógeno no termina de incrementar sustancialmente su cuota de mercado? Quizás, con el reciclaje de bolsas de plástica, pueda ser más accesible.

Bolsas de plástico como combustible para el coche, así es la solución que está por llegar
El Hyundai Nexo se ha convertido en uno de los primeros automóviles de pila de combustible de hidrógeno. Motorpasión
Publicado en Motor

En los últimos años, la electricidad se ha convertido en la principal fuente sustitutiva del coche tradicional de combustión interna. Esto ha sido así pese a la aparición de otras soluciones. La principal competidora de la movilidad eléctrica es la mecánica basada en la pila de combustible de hidrógeno, una opción que no ha contado con un gran protagonismo en el mercado.

Aun así, ¿debería descartarse esta solución? Lo cierto es que no. Su principal deficiencia es que no se dispone de una gran cantidad de estaciones para repostar. Esto, en términos de retroalimentación, ha provocado que no se haya conseguido una estandarización de esta innovación entre los principales fabricantes del sector.

Los fabricantes han demostrado saber producir coches de pila de combustibles de hidrógeno

Algunas compañías, tales como Hyundai o Mercedes, han sacado al mercado, o al menos presentado, variantes con esta mecánica, pero lo cierto es que ha terminado siendo más un elemento simbólico que uno con alicientes comerciales. ¿Por qué sí se están diseñando estaciones de carga rápida de electricidad y no este tipo de tecnología? En ambos casos, las emisiones brillan por su ausencia.

El coste de fabricación se ha vuelto uno de sus principales convenientes. No obstante, su desarrollo en el mercado podría ser mayor si, finalmente, la solución propuesta por la compañía Waste2tricity, tuviese un marcado recorrido comercial. ¿Cómo sería su crecimiento en la industria de la automoción si se pudiese obtener combustible de la mano de los plásticos reciclables?

El reciclaje se ha convertido en una de las actividades más necesarias para el cuidado del medioambiente. Toyota, siguiendo esta innovación patentada por la propia Waste2tricity, ha conseguido llegar a un acuerdo para incorporar una red de 100 surtidores. ¿Cómo funciona esta nueva tecnología y por qué podría cambiar los patrones de la industria actual?

Así funciona el reciclaje de bolsas para servir como combustible

El funcionamiento de esta innovación es muy sencillo, ya que solamente requiere un único proceso para completar su fabricación. Tal solo hay que recopilar una serie de plásticos y meterlos en un horno especializado. Tras la cremación de todo tipo de utensilios como botellas, vasos de plástico o bolsas, se consigue la gasificación en hidrógeno, lo cual podrá ser disfrutable en la movilidad.

Esta compañía ha llegado a un acuerdo de colaboración con el gigante automovilístico Toyota con el objetivo de comercializar este producto en los próximos meses. Se espera que el primer paso de esta nueva estrategia consista en la inclusión de un total de 100 estaciones de servicio de hidrógeno, la cual no conllevará la famosa huella de carbono.

El repostaje de hidrógeno es muy parecido al que se realiza con gasolina o diésel

En relación con el repostaje, es importante tener en cuenta que esta solución apenas puede ser depositada en el tanque de combustible del vehículo en una duración muy próxima a la de cualquier automóvil de combustión interna. Por ello, podría convertirse en una tecnología que no determinaría una modificación de los planes de viaje para el usuario.

Los elementos plásticos, con propiedades muy tóxicas, son no biodegradables. Esto quiere decir que deben pasar muchos años para que el propio paso del tiempo consiga eliminar sus principales elementos. Dar este nuevo trato a esta alternativa podría conllevar un mejor aprovechamiento en la obtención de energía y la disposición de una nueva forma de movernos por las carreteras.

Un mercado todavía por explotar podría abrirse paso en el futuro

En la actualidad, las limitaciones de suministro en el repostaje ha llevado a que unos pocos miles de unidades sean las que tienen presencia en todo el mundo. En su mayoría, estas se sitúan en Estados Unidos y Japón, siendo completamente una alternativa residual. Ahora bien, ¿queda alguna oportunidad a estas soluciones como innovaciones?

Bolsas de plástico como combustible para el coche, así es la solución que está por llegar

La pila de combustible de hidrógeno es la principal alternativa al coche eléctrico de baterías. Mercedes-Benz

Hace tan solo unas semanas, Mercedes presentó el GLC F-Cell, una variante disruptiva teniendo en cuenta que la mayor parte de las inversiones están teniendo relación en torno a la electricidad. Aun así, su llegada al mercado podría servir para que un perfil de usuario muy concreto apostase por esta solución tecnológica.

La pila de combustible de hidrógeno podría servir de planta de reciclaje

Ahora bien, en relación con la patente registrada, ¿cuáles serían las cifras que ofrecería en términos de reciclaje? Según se puede leer en el medio de comunicación Express, se podría conseguir dar salida a un total de 25 toneladas de residuos plásticos para dar un máximo de autonomía de unos 100.000 kilómetros a un vehículo que dispusiese de esta tecnología.

Quizás, el problema que se puede constatar es que esta innovación no podría ser sostenible conforme el número de unidades se incrementase. No obstante, teniendo un cierto margen del mercado sí se podría posicionar como una alternativa al mercado de combustión interna, el que actualmente continúa siendo el más destacado de la industria.

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