Cada cuánto tiempo hay que cambiar las ruedas del coche
Aprende cuándo debes cambiar tus neumáticos y cómo evitar accidentes por su mal mantenimiento.

La lista de partes de un coche que son imprescindibles para poder circular con seguridad es muy larga. Sin embargo, uno de los elementos más importantes que tenemos en nuestros coches es también uno de los más olvidados. Hablamos, como no podía ser de otra forma, de los neumáticos. Saber cuándo toca cambiar las ruedas por unas nuevas, así como interpretar las señales de que las cubiertas están llegando al límite de su vida, es importante para que no te lleves una sorpresa mientras conduces. Además, en la ITV consideran que es un fallo grave llevar los neumáticos en mal estado.
- Riesgos de conducir con unos neumáticos gastados
- Sustitución por desgaste o caducidad
- Cambio de neumáticos estacional
- Rotación de los neumáticos
Riesgos de conducir con unos neumáticos gastados

Pinchar o sufrir un reventón se vuelve mucho más fácil cuando se llevan unos neumáticos gastados
El mantenimiento de los neumáticos no debería dejarse nunca para el día siguiente. Desplazarse con unas gomas gastadas solo puede traernos problemas, así como también experimentaremos algunos inconvenientes que empeorarán nuestra conducción:
Riesgo de reventón
Empezaremos con la situación más peligrosa. Un neumático en mal estado estará en una situación vulnerable y puede llegar a explotar. Si esto ocurre a altas velocidades, la probabilidad de perder el control del coche será muy alta, por lo que el riesgo de accidente —y de volcar— será alto.
Mala adherencia y poca estabilidad
Con unas gomas gastadas tendremos, por norma general, una menor estabilidad. El comportamiento dinámico del vehículo no será tan preciso.
El agarre también puede empeorar bastante, especialmente cuando se llevan unos neumáticos que tienen muchos años y que están endurecidos. Lo mismo va a ocurrir al frenar, pues recorreremos más metros para poder detener el vehículo.
Riesgo de aquaplaning
En caso de lluvia, circular con unas ruedas gastadas puede convertirse en todo un deporte de riesgo. Los neumáticos de calle llevan una serie de surcos que sirven para desalojar el agua. Cuando se llevan unas gomas muy desgastadas, el surco será mínimo. La capacidad de evacuar agua será mucho menor, por lo que aumentaremos el riesgo de sufrir aquaplaning, con sus consecuencias.
Mayor daño a la suspensión
Empezando desde el suelo, los neumáticos son el primer elemento que realiza funciones de suspensión en un vehículo. Cuando están desgastados o duros, los muelles y demás componentes de la suspensión sufrirán más, pues recibirán impactos más fuertes, especialmente a la hora de subir badenes.
Sustitución por desgaste o caducidad

Un neumático sin surco se convierte en un auténtico peligro en el momento en el que caen tres gotas de lluvia
¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar los neumáticos? Pues bien, todo esto va a depender principalmente del uso que demos al vehículo:
- Uso del coche: los neumáticos se gastan por la fricción contra el asfalto. Al contrario de lo que ocurre con el motor, que sufre menos circulando en carretera, los neumáticos se van a desgastar mucho más a velocidades altas que en ciudad.
- Peso del vehículo: cuanto más pesa un coche, más rápido se gastarán las gomas. Si cargamos mucho el vehículo, el desgaste será también mayor.
- Estilo de conducción: una persona que circula de forma relajada hará que sus neumáticos duren mucho más que otros que realice una conduce de forma agresiva con acelerones y frenazos. Los frenazos fuertes, además, pueden deformar el neumático, causando pequeños 'planos'. Esto se traducirá en vibraciones y una sensación bastante desagradable al conducir.
- Tipo de compuesto: cada fabricante de neumáticos establece sus intervalos de sustitución para cada modelo. Las ruedas que tienen buen agarre y que se comportan bien en un gran tipo de situaciones distintas tienen fama de tener menos durabilidad. Esto es algo obvio, pues para construirlos se utilizan compuestos algo más blandos. Si has visto alguna vez alguna carrera de automovilismo, sabrás perfectamente de lo que hablamos.
- Mantenimiento de la suspensión: un mal mantenimiento de la suspensión hará que el ángulo de caída de los neumáticos no sea óptimo, por lo que uno o varios neumáticos se pueden gastar de forma irregular, llegando a mermar la vida útil de las ruedas hasta en un 75%.
En la mayoría de los casos, cambiaremos los neumáticos una vez alcancemos un kilometraje o después de un tiempo:
Sustitución por kilometraje
Para un turismo normal, como puede ser un compacto de unos 1.300 kilogramos, lo normal es cambiar las ruedas cada 40.000 kilómetros. Esto, siempre y cuando se haya hecho un uso normal del vehículo, con una conducción mixta.
Hemos dicho antes que los surcos que tienen los neumáticos sirven para evacuar agua. Sin embargo, también tienen otra utilidad que no es otra que medir la vida útil que le queda a la rueda por delante. La profundidad no debe ser inferior a 1,6 milímetros. De hecho, es una de las comprobaciones que suelen hacer en la ITV cuando colocamos el coche en el foso.
Existen tarjetas que sirven para medir la profundidad del neumático. Si no tienes una a mano, hay un truco muy conocido que se hace con una moneda de un euro. Simplemente, colócala sobre el hueco de canto. Si puedes ver la parte dorada, es hora de cambiar los neumáticos por unos nuevos.
Sustitución por tiempo
Los neumáticos se caducan, aunque entre muchas comillas. No vienen con una etiqueta con el día y mes que ya no son aptos para conducir, pero sí que nos podemos hacer una idea del momento en el que no deberíamos hacerlo tomando como referencia la fecha de fabricación. Por normativa, los neumáticos llevan grabado en el canto el año de fabricación y el mes. En otros casos, la fecha viene simplificada, y se mostrará con la semana y el año.
El tiempo hace que los compuestos de los neumáticos se endurezcan y se agrieten. Esto va a ocurrir aunque tengamos los neumáticos bien guardados, como puede ser en el caso de la rueda de repuesto.
Cuando un neumático tiene más de 8 años, es recomendable sustituirlo por uno nuevo para no perder prestaciones, independientemente de que no presente grietas o tenga todavía material hasta llegar al límite de los 1,6 milímetros.
Cambio de neumáticos estacional

Si vives en una zona de montaña, seguramente te compense usar neumáticos de invierno durante la mitad del año
Hablando de cambiar los neumáticos, cada vez es más común en España hacer uso de dos juegos distintos: uno para verano y otro para invierno. El uso de este tipo de neumáticos es obligatorio en algunos países de Europa. En nuestro territorio es totalmente opcional, pero hacerlo tiene sus ventajas.
Los neumáticos de invierno se diseñan con compuestos que garantizan el buen rendimiento a bajas temperaturas. Traccionan mejor en lluvia y permiten circular sin cadenas sobre la nieve.
Los neumáticos de invierno se deben montar en octubre y se recomienda que se retiren en marzo. Lo mejor es instalarlos cuando la temperatura media desciende por debajo de los 7 °C y retirarlos cuando el mercurio alcanza los 12 °C. El cambio debe hacerse en un taller. Si tenemos sitio en casa, podemos almacenar el juego que no está en uso dentro de mantas para neumáticos. Si no, hay empresas que se pueden contratar para que guarden los neumáticos durante la mitad del año.
Rotación de los neumáticos

Cambiar los neumáticos de eje (si es posible) puede aumentar la vida útil de los mismos
El desgaste de los neumáticos será diferente en un coche con tracción delantera que en uno de propulsión trasera. El eje motriz suele sufrir más, por lo que existe una solución que sirve para alargar la vida de los neumáticos.
Este 'truco' no es otro que rotar los neumáticos. La técnica tiene tanto simpatizantes como detractores. Lo mejor que puedes hacer es preguntar a tu mecánico de confianza para que te guíe si merece o no la pena hacer esto en tu coche.
Básicamente, lo que se hace con esta técnica es intercambiar los neumáticos de eje cada cierto tiempo. Así, ambos pares se desgastarán de forma regular y pueden durar unos cuantos kilómetros extra. Obviamente, esto solo es posible si ambos ejes usan neumáticos de la misma medida.
Si te preguntas por qué hay mecánicos que no recomiendan hacer esta práctica, la explicación es sencilla. Muchos profesionales ven más importante hacer un correcto alineado de las ruedas en lugar de invertir dinero en rotarlas. De ese modo, el desgaste será uniforme en toda la pisada del neumático, aunque tengamos que cambiar las ruedas de dos en dos en lugar de sustituir las cuatro directamente.