La espectacular caída del coste de las baterías de los coches eléctricos
El coste de las baterías se ha reducido de manera exponencial conforme el interés por el coche eléctrico va en aumento. Esta es la situación justo antes de finalizar el 2018.
Los coches eléctricos serán mucho más competitivos una vez que su demanda sea sostenible en el tiempo. Esta es la premisa que ha cobrado una mayor fuerza en los últimos años a raíz de la llegada de fabricantes como Tesla. El término clave para entender este fenómeno es un concepto básico en la microeconomía; las economías de escala en la producción.
La reducción del coste de producción conforme se incrementa la fabricación de unidades suele dar lugar a un menor coste por producto salido de la cadena de montaje. Si esto lo aplicamos al mercado de las baterías de los coches eléctricos, obtendremos un precio en el mercado más competitivo. Esto, a fin de cuentas, es esencial para garantizar su éxito en el futuro.
La estandarización del coche eléctrico será una constante en los próximos años
En la actualidad, todavía estamos asistiendo a un mercado incómodo para la estandarización de esta tecnología. Solo bajo incentivos fiscales se consigue fijar una diferencia de precio algo menos considerable para valorar su adquisición. Si no fuera por este apunte, estaríamos ante un escenario todavía más deprimente para todos aquellos con mentalidad ecofriendly.
Según un estudio elaborado por el destacado medio de comunicación Bloomberg, el coste de fabricación de los conjuntos de baterías de ion litio se han reducido de manera exponencial en los últimos años. Esto habría servido de retroalimentación para que los fabricantes decidiesen impulsar su apuesta por la innovación sin emisión de gases contaminantes. ¿Podríamos situar en este contexto a Volkswagen?
Dicho estudio se ha diseñado partiendo del año 2010, momento en el que salió de la cadena de producción la primera unidad del Nissan LEAF, uno de los primeros automóviles generalistas en cuanto a ventas a nivel mundial. ¿Cuánto ha cambiado este segmento en los últimos años? ¿Qué tendencia podemos situar para la próxima década?
Un esperanza para los fabricantes que apuestan por lo eléctrico
El mercado de coches eléctricos está de enhorabuena al celebrar la caída de costes que supone esta tecnología en la industria. Según los datos publicados por el portal mencionado anteriormente, en 2010, el coste de un kilovatio/hora (kWh) de celdas costaba 1.160 dólares, es decir, unos 1.020 euros al cambio actual.
Tal y como se puede apreciar en el gráfico anterior, tras 8 años de presencia en el mercado en términos generales, el coste de producción se baterías se ha reducido de forma exponencial. En 2018, según el medio de comunicación, el kWh ha caído hasta los 176 dólares, o lo que es lo mismo, 154 euros al cambio actual.
En apenas 8 años se ha conseguido reducir el coste de fabricación de baterías en un 85%
Estos datos aportan una caída de casi el 85%, una cifra que sirve para explicar el gran potencial de continuación que se anticipa en los próximos años. ¿Terminará siendo el coche eléctrico una alternativa más barata que uno convencional? Hasta ahora, sabíamos que su mantenimiento era mucho menos costoso, pero no nos habíamos planteados que hasta su precio de adquisición pudiese ser menor.
La principal contribución a estos resultados proviene de una mejor gestión de los recursos disponibles, la obtención de las ya famosas economías de escala y, por su puesto, la mejora de un componente que podría determinar su ventaja competitiva en los próximos años; las soluciones para incrementar la densidad de las baterías.
Una mejora de la oferta que coincide con un incremento de la demanda
El mercado de los coches eléctricos y, en general, de medios de transporte sostenibles, no sería exitoso si no fuese por su demanda creciente. Al fin y al cabo, ¿quién iba a dudar del éxito de Tesla si no fuese por el ejército de seguidores que basa su fe en la estandarización del coche eléctrico? Este fenómeno ha servido para afianzar el peso de las baterías en la economía.
La demanda de baterías en la industria de automoción está creciendo exponencialmente. Bloomberg
Según se puede observar en el gráfico anterior, la demanda de productos como el litio o el cobalto, componentes esenciales en la producción de las baterías, se ha disparado en los últimos años. Además de la industria de la automoción, varios son los sectores que están viendo incrementado su volumen de facturación gracias al uso de las baterías de ion litio.
El coche eléctrico reducirá el precio de forma notable en los próximos años
En este sentido, Tesla es la firma que más ahínco ha puesto para acelerar la transición ecológica. El ejercicio de innovación llevado a cabo en la Gigafactory 1, situada en Nevada, es el mejor ejemplo para explicar cómo estamos ante un momento clave para entender el futuro de la industria automovilística.
La demanda de dichos conjuntos de baterías no incluye, curiosamente, los posibles pactos que se hayan podido llevar a cabo para el futuro. Por ello, lo más probable es que en la próxima década se consiga reducir la distancia existente entre el coste de producción de un coche eléctrico y uno tradicional de combustión interna.