Cambio automático o manual, los pros y contras de cada una de las transmisiones
¿Cuál de las 2 transmisiones es más efectiva? ¿Y cuál la más purista? Al fin y al cabo, escoger una u otra dependerá de las preferencias de cada uno. Aun así, merece la pena saber qué nos aportará cada una de ellas.

La eterna pregunta a la hora de comprarte un coche. ¿Cuál de los dos prefieres, manual o automático? Siempre hay un perfil de conductor que prefiere no probar un automático para evitar futuras tentaciones de pasarse a lo que se conoce como ‘el lado oscuro’.
Automático o manual, una decisión que no debe tomarse a la ligera
Según hablan las malas lenguas, cuando uno se pasa al cambio automático, los siguientes automóviles que tenga continuarán trabajando bajo este sistema. En definitiva, quien prueba un automático se olvida de utilizar para siempre el embrague.
Por tanto, como podemos intuir a través de este tipo de afirmaciones, esta es una decisión muy importante que debemos tomar concienzudamente. ¿Por qué? Condicionará tu forma de conducir durante los próximos años y sí, puede decirse que tendrá repercusión para siempre.
Podemos decir, yendo un poco al extremo, que ya no habrá un paso atrás, por mucho que te gustase antaño pisar ese pedal del lado izquierdo. ¿Cómo puede estar esa gente segura de que ya no conducirán un manual? Lo comprobamos.
Manual o automático, una pregunta con 2 respuestas, pero con miles de opiniones
Dado que es verdaderamente difícil contestar a esta pregunta desde un punto de vista objetivo, es necesario utilizar una comparativa que hay en un importante canal de YouTube. Nick Murray, un influencer en todo lo relativo al mundo del motor, nos va a servir de cebo para explicarlo con detalle.
Para la prueba se utilizó un BMW M4 con tecnología manual y otro con automática
Gracias la comparativa que se ha efectuado sobre dos BMW M4, podrás estar más cerca de descubrir qué es más conveniente para ti. Al fin y al cabo, esta pregunta se podría contestar analizando si prefieres divertirte más o te conformas con querer algo más cómodo.
Obviamente, la muestra de estos dos deportivos no refleja, en la mayoría de los casos, las pautas de consumo de la mayoría de la población que se plantea esta duda, aunque ojalá fuera así, ¿verdad?
Sin más dilación, demos paso a las argumentaciones que se aportarán acerca de las ventajas y desventajas que ofrecen cada una de las dos variantes disponibles en el mercado.
Comparativa entre transmisión automática y manual
Una cosa, la cual ya sabíamos, es clara. Ambas versiones tienen sus puntos fuertes y débiles. Hay que detenerse a comprobar qué aporta cada uno de los dos a la hora de conducir en cuanto a sensaciones, experiencia al volante y comodidad.
Todo ello hay que tenerlo en cuenta a sabiendas de que estamos ante un modelo puramente aspiracional. Como es lógico, un modelo que busque la comodidad por encima de todo ensalzará el cambio automático por encima de la vitalidad que denota una transmisión manual.
En primer lugar, el automático, destaca visualmente por ofrecer una palanca de cambios muy moderna y sutil, fácil de usar.
Entrando en términos dinámicos, es más efectiva y rápida a la hora de cambiar de marcha, contribuyendo a alcanzar velocidades en menor tiempo que la versión manual, tal y como se puede leer en Motorpasión.
Otra de las ventajas que ofrece esta combinación es que cuenta con el Launch control, a diferencia de su contrincante. En un modelo de estas características, es vital accionarlo, ya que puede significar la diferencia entre salir victorioso o derrotado de una drag race.
El cambio automático está relacionado con consumos más contenidos
Además, supone un menor gasto en combustible. Esto se debe, principalmente, a que el sistema detecta cuando es óptimo realizar el engranado de la siguiente velocidad, mejorando de este modo el consumo final.
Por otro lado, la transmisión manual lleva entre nosotros mucho más tiempo y ha conseguido continuar en el mercado pese a las ventajas de la transmisión automática. Una caja de cambios manual siempre le ha puesto las cosas difíciles a su rival, algo más tecnológica que ésta.
¿Con qué argumentos se defiende? El modelo que se compra con esta combinación suele tener un precio más bajo que el de su competidor automático, según se lee en Coches.net. La tecnología es más sencilla y de ahí que su coste sea inferior.
Además, siempre vas a tener el control de la situación, ya que para comenzar la marcha y/o hacer maniobras tendrás que ‘jugar’ con los pedales del embrague, el freno y el acelerador.
A decir verdad, aunque las anteriores ventajas son auténticas y demostrables, no hay nada como sentir el placer de conducir. Notar como uno forma parte del coche y puede estirar hasta donde tú quieras, dentro de sus límites, es algo indescriptible.
El cambio manual está asociado a un mayor disfrute de la conducción
Este tipo de sensaciones supera todo lo anterior. Pisar el embrague, reducir y ver cómo las revoluciones no paran de girar más rápido, no tiene precio en un automóvil con esta transmisión.
Por otro lado, en los coches automáticos hay que explicar que únicamente debe ponerse la palanca en el modo adecuado y soltar el pedal de freno para avanzar. Teniendo en cuenta que el cambio tradicional es el que todos aprendemos en la autoescuela, puede parecer lioso al principio.
Así que, tras nombrar todo lo bueno y malo de estos dos modos de conducción, ya solamente queda saber cuál es el que prefieres tú. ¿Sensaciones o comodidad y eficiencia? En tu tejado queda la elección. Aún así, es importante destacar que no es lo mismo adquirir un coche para llevar a los niños al colegio que comprarlo para hacer tandas en circuito.
Como ocurre con todo en esta vida, la elección se decidirá en función de las circunstancias de cada persona.