Cómo comprobar si el coche tiene batería suficiente

Conocer el estado de la batería de nuestro coche nos permitirá descubrir si los problemas de arranque que pueda tener se deben a este componente o al alternador, siendo estos dos elementos dos componentes de avería habitual.

Cómo comprobar si el coche tiene batería suficiente
La batería del coche es uno de los componentes que se sustituyen más veces durante la vida útil de un vehículo.
Publicado en Motor

Uno de los grandes miedos para cualquier conductor es que su coche de repente no arranque, de un día para otro. Si bien esta situación puede estar relacionada con multitud de averías, lo cierto es que es un problema que suele estar vinculado con la parte eléctrica del sistema de arranque, entendiéndose por la misma el conjunto que forman la batería y el alternador.

Incluso con un correcto mantenimiento de nuestro coche eléctrico o de combustión, lo cierto es que tener un vehículo que no arranca o que tiene problemas para hacerlo se trata de una situación que se da con cierta frecuencia. Por eso vamos a intentar arrojar luz sobre las averías más comunes vinculadas con la batería y el alternador y los síntomas que arroja cada una de ellas para poder identificar cuál es el problema real de nuestro vehículo.

Identificar el problema

Cuando un vehículo no arranca o lo hace con más dificultad que de costumbre, lo normal es que hay algún tipo de avería. Como decíamos, para identificar la misma sólo hay que prestar atención a los sintomas que arroja del coche, ya que nos pueden dar una pista del origen del problema. Si al tratar de arrancar el coche suena un chasquido y el motor de arranque gira con fuerza, pero el vehículo no arranca, en el 99% de los casos el problema está en la batería o en el alternador.

Síntomas de una avería en la batería

La batería puede fallar por diversas razones, pero en todos los casos los síntomas son parecidos, siendo el más evidente que el coche no consiga arrancar o lo haga con muchos problemas. Si bien no todos los coches cuentan con un sistema de arranque idéntico, el principio de funcionamiento y el comportamiento final es bastante similar y eso permite saber cuándo una batería está fallando incluso sin las herramientas medidoras adecuadas. Da igual que el problema de la batería tenga que ver con que el ácido interior se haya secado, la batería no se recargue adecuadamente o haya llegado al final de su vida útil.

Como decíamos, si al tratar de arrancar el coche suena un chasquido y el motor de arranque gira con fuerza -descartando una avería en este componente-, sin que el vehículo consiga ponerse en marcha, todo apunta a que la batería está en mal estado. Otra forma de identificar esta cuestión es ver si el panel de luces del volante parpadea o directamente ni se enciende, siendo este uno de los síntomas más claros de una avería en la batería.

El alternador es un componente vital de nuestro coche y su vida útil es de 300.000 kilómetros.

El alternador es un componente vital de nuestro coche y su vida útil es de 300.000 kilómetros.

Síntomas de una avería en el alternador

Si la batería de nuestro coche está en buen estado, gana enteros que el problema esté en el alternador. Este componente se encarga de transformar la energía mecánica en eléctrica para, entre otras cosas, recargar la batería y habilitar su funcionamiento, pero también para dar energía a algunos sistemas del vehículo. Este elemento cuenta con un estator que actúa como conductor y que está sometido a un campo de fuerza, un rotor que crea el mencionado campo magnético y un regulador de voltaje con el que varía la intensidad de la energía para adaptarla a las necesidades del vehículo.

Algunos de los signos de un problema en el alternador son fáciles de identificar. El primero vuelve a estar en el cuadro de mandos, ya que es habitual que cuando hay una avería en el alternador el testigo rojo de la batería se quede encendido o lo haga de forma discontinua, coincidiendo con los periodos de mayor demanda de energía. Otra forma de diagnosticar un posible problema es si vemos un comportamiento errático en los elevalunas eléctricos, los limpiaparabrisas o en la iluminación. También pueden darse ruidos fuera de lo normal en el alternador si el problema está vinculado con la polea, la corra o los rodamientos del mismo.

Revisión de la batería y principales averías

Aunque los síntomas que hemos descrito ya pueden ser indicativo de un funcionamiento fuera de lo normal de la batería, comprobar si la batería se carga adecuadamente es una tarea que no es demasiado complicada. Para ello hay que comprobar el voltaje y necesitamos contar con un voltímetro, un aparato electrónico que nos permitirá conocer este dato. Su funcionamiento no es complejo, aunque si tenemos dudas sobre su uso o sobre el resultado de la prueba lo mejor es acudir a un taller para que puedan comprobar el estado de nuestra batería.

Para utilizar el voltímetro sólo hay que colocar el polo negativo en una toma de tierra o en el polo negativo de la batería, mientras que el polo positivo se colocará en la toma positiva de la misma. Esto se hará con el motor apagado. El voltaje resultante debe ser superior a 12 voltios. Posteriormente se repetirá la operación con el motor encendido y en este caso el voltaje de estar en torno a los 13 y 13,5 voltios, aunque ya hay algunos coches en los que el voltaje sube hasta los 14 voltios.

Si las cifras resultantes en la prueba están por debajo o el voltaje no es constante con el motor encendido, estamos ante un problema en la carga de la batería. Este problema puede deberse a que el ácido interno de la batería se ha secado o se ha roto un separador, lo que no permite que se de la reacción química adecuada en su interior. También puede que la batería haya llegado al fin de su vida útil por ciclos de carga. En cualquier de estos casos habrá que cambiar la batería del vehículo, con un coste que puede variar entre los 50 y los 200 euros, según modelo.

Las baterías de un vehículo convencional tienen que trabajar a un voltaje más o menos constante de entre 12 y 14 voltios.

Las baterías de un vehículo convencional tienen que trabajar a un voltaje más o menos constante de entre 12 y 14 voltios.

Revisión del alternador y principales averías

Para comprobar el funcionamiento del alternador, conviene primero realizar una inspección visual y física. Comprobar que la parte mecánica del alternador funciona correctamente pasa por asegurarnos que la polea gira correctamente y que la correa no está rota y cuenta con la tensión necesaria. Si la correa presenta signos de grietas o rotura o no está lo suficientemente tensa eso provocará que su funcionamiento no sea el adecuado y que tengamos problemas de arranque o en los sistemas eléctricos no constantes.

Superado este primer examen y dando por sentado que la batería ya ha sido comprobada y que funciona correctamente, comprobamos la parte eléctrica del alternador. Con el voltímetro de nuevo conectado a la batería como hemos descrito, se arrancará el motor del coche. Si la lectura del voltímetro es inferior a 13,2 voltios, el alternador tiene algún defecto y debe ser sustituido. Si el resultado es superior a 14,8 voltios, también es síntoma de un problema en este componente, ya que hay riesgo de sobretensión que puede afectar a otros elementos del vehículo.

Como es lógico, las averías en el alternador pueden ser de origen mecánico y eléctrico. En el primer caso la reparación pasa por sustituir la polea o la correa, con un coste mucho menor. Al final, la polea del alternador tiene un coste que no alcanza los 40 euros, mientras que la correa tiene un precio que oscila entre los 80 y los 100 euros. Por su parte, si la avería se localiza en la parte eléctrica es sinónimo de cambio completo del alternador. El precio de un alternador nuevo oscila entre los 300 y 500 euros, si bien se puede optar por adquirir un alternador de desguace y realizar el cambio nosotros mismos con extrema precaución, lo que puede reducir el coste a la mitad.

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