Cómo limpiar la carbonilla del motor paso a paso
Aunque a veces la ignoramos, la carbonilla es un residuo bastante peligroso para la salud de un motor

¿Qué preferirías comprar, un coche con un motor muy fiable al que no se le han hecho mantenimientos de forma periódica, o un vehículo un tanto polémico, pero que se ha tratado con gran mimo desde el primer día? Si has elegido la primera opción, es posible que te acabes dejando un auténtico dineral en reparaciones serias.
El mantenimiento de un vehículo es clave para prolongar su vida útil. Hasta el Toyota más irrompible puede acabar en el desguace si no cumplimos con los intervalos de servicio que establece el fabricante. También es muy importante que, como conductores, estemos atentos a cualquier anomalía que presente nuestro coche, pues podremos así adelantarnos a cualquier fallo mecánico.
La mayoría de los conductores saben que hay que cambiar aceite y frenos con cierta asiduidad. Sin embargo, hay mucho desconocimiento acerca de la carbonilla, una sustancia que se deposita en la admisión con los kilómetros y que puede causar también averías de lo más costosas. A lo largo de estas líneas vamos a contarte cómo se produce, cómo se limpia y qué deberías hacer para evitarla.
- ¿Qué es la carbonilla?
- ¿Qué efectos tiene la carbonilla en el motor?
- Limpieza de carbonilla. ¿Qué hay que hacer?
- Cómo prevenir la carbonilla en el motor
¿Qué es la carbonilla?

La carbonilla bloquea el paso del aire, haciendo que el motor pierda eficiencia
Puede que hayas escuchado mucho acerca de la carbonilla, pero que no tengas muy claro qué es realmente. La carbonilla u hollín es un residuo negro bastante pegajoso que se forma cuando un vehículo de combustión hace una combustión incompleta.
Este residuo está compuesto principalmente de moléculas de carbono, junto a hidrocarburos no quemados y trazas del aceite del motor. Cuando se acumula, forma una pasta que se adhiere a las distintas partes del motor, como las válvulas, los pistones, la cámara de combustión y parte de la admisión.
¿Qué efectos tiene la carbonilla en el motor?
Los problemas derivados de la acumulación de la carbonilla son muy variados. Lo normal es que notemos los efectos una vez que ya se ha depositado bastante cantidad, por lo que lo ideal es evitar que se deposite, tal y como veremos al final del artículo.
En primer lugar, la acumulación del hollín puede obstruir inyectores y válvulas. Al haber un peor flujo de aire y combustible, la combustión será peor y consumiremos más. Se podrá notar por un aumento del olor a gasolina. Tendremos menos potencia y además, facilitaremos que se deposite más carbonilla aún.
Por otro lado, parte del problema que tienen los coches actuales con la carbonilla está relacionado con la válvula EGR. Este sistema anticontaminación deriva parte de los gases de escape —que están cargados de óxidos de nitrógeno—, de nuevo a la cámara de combustión para que se quemen de nuevo. Sobre el papel, la EGR permite que un coche emita menos gases nocivos. Sin embargo, cuando la válvula se tapona por exceso de hollín, el coche contaminará más y no pasará la ITV.
Para finalizar, no hay que olvidar que un exceso de hollín puede causar también daños importantes al motor, especialmente en los anillos del pistón y las válvulas.
¿Puede producirse carbonilla en un coche gasolina?
Aunque este problema afecta más a los vehículos diésel, debes saber que también puede ocurrir en coches que tienen motor de gasolina. De hecho, los automóviles con motores de gasolina con inyección directa dan estos mismos problemas por el propio diseño de la admisión.
Limpieza de carbonilla. ¿Qué hay que hacer?

En los últimos 20 años se han desarrollado infinidad de aditivos para poner fin al problema de la carbonilla
Si tu motor está funcionando con un exceso de carbonilla, es probable que no esté rindiendo como es debido. Además, puede también encenderse el testigo del motor, pues la centralita detectará que no se está produciendo una combustión correcta.
En función de la gravedad, podrás solucionar el problema tú mismo, o tendrás que ir a un taller.
Limpieza con aditivo (combustible)
Si crees que la acumulación de carbonilla no es muy grave en tu vehículo, lo ideal utilizar un aditivo. Hay productos para cada tipo de propulsor y de distintos precios, que te costarán entre 15 y 60 euros.
El aditivo más común es el que se añade al depósito de combustible. Siguiendo las instrucciones del fabricante, lo introduciremos al número de litros de carburante indicado y haremos una conducción tal y como nos indiquen. Tras utilizarlo, podremos repostar de forma normal.
No deberías comprar el primer aditivo de este tipo que veas, pues cada coche es diferente. Lo ideal es que busques por Internet a conductores que tengan el mismo motor que tú y leas las experiencias que hayan tenido con ellos. Por experiencia propia, te podemos adelantar que los mejores aditivos del mercado no se venden en tiendas generalistas como Amazon.
Limpieza con aditivo (aceite)
Por otro lado, tenemos los aditivos que se añaden al aceite. No son especialmente baratos, pero permiten disolver parte de la suciedad acumulada por el motor, especialmente en los anillos y las partes móviles. Estos aditivos se usan justo antes de cambiar el aceite, y cada producto tiene sus instrucciones. Algunos se añaden y se dejan funcionando con el motor a ralentí, y otros se introducen y tendremos que hacer un recorrido largo de unos 300 kilómetros para tener una buena limpieza. De los dos tipos, los que mejor rinden son los segundos.
Tras el uso de este aditivo, toca cambiar el aceite y el filtro, pues es un producto que sí que puede causar problemas a nuestro motor si lo dejáramos dentro. Si vas a cambiar el aceite en un taller y has utilizado uno de estos aditivos, coméntaselo al mecánico.
Limpieza con aditivo (admisión)
Finalizando con el aditivado, tenemos los productos que se aplican directamente en la admisión. Al igual que en los casos anteriores, cada fabricante tiene su «posología».
La mayoría de ellos se aplican retirando el filtro del aire e introduciendo el spray directamente en la admisión. Luego, se deja el motor funcionando a ralentí durante un tiempo para permitir que el producto haga su trabajo.
Estos productos se pueden usar como complementarios a los otros dos que ya hemos visto. En cualquier caso, conviene buscar información sobre el modelo de motor que lleva nuestro coche para dar con el aditivo más adecuado en cada caso.
Limpieza manual profunda

En algunos casos, los mecánicos optarán por desmontar y limpiar el propulsor por partes
Existen aditivos con una calidad sobresaliente. Sin embargo, cuando el problema es muy grave, estos productos no pueden hacer milagros. Tendremos que llevar el coche a un taller mecánico para que lo examinen y realicen una limpieza manual de los componentes del propulsor.
En el taller, los profesionales procederán a desmontar partes del propulsor como la admisión o el sistema de escape y usar productos químicos para disolver la pasta que habrá formado la carbonilla.
Una vez estos productos hayan hecho su efecto, procederán a retirar el hollín incrustado con distintas técnicas. La más básica es utilizar un cepillo de cerdas metálicas, mientras que otros talleres más avanzados utilizarán máquinas de ultrasonido que dejarán los componentes tan limpios como el primer día.
Limpieza avanzada con hidrógeno
Con el auge del diésel y los vehículos de inyección directa, las averías relacionadas con la acumulación de carbonilla han aumentado de forma exponencial en las últimas décadas. Donde hay un problema, también hay una oportunidad de mercado. Por ello, han nacido también numerosas técnicas y máquinas para facilitarle el trabajo a los talleres mecánicos.
De todas las técnicas que existen para limpiar motores de carbonilla, la más interesante es la que usa hidrógeno. A diferencia del caso anterior, no es necesario desmontar el motor para proceder a su limpieza.
Este tipo de maquinaria funciona generando hidrógeno a partir de agua destilada, mediante el proceso de la electrólisis. La máquina de limpieza se conecta al sistema de admisión. Luego, con el motor a ralentí, el hidrógeno reaccionará con la carbonilla generando metano, que se expulsa en forma de gas por el propio escape.
Este proceso no lleva más de una hora y garantiza unos resultados muy buenos. Muchos talleres ofrecen estos servicios desde 100 euros la hora, por lo que no podemos decir que sea precisamente caro.
Cómo prevenir la carbonilla en el motor

Por suerte, evitar que se acumule la carbonilla es algo realmente sencillo
Lo prometido es deuda. Como decíamos, más que reparar, lo ideal es evitar que la carbonilla se deposite en el motor.
Evitar trayectos cortos
Nos vendieron hace años que los coches diésel eran magníficos para ciudad porque consumían menos que los de gasolina. Los que se les olvidó mencionarnos en su día es que un vehículo diésel está condenado a experimentar multitud de averías bastante caras si movemos el vehículo únicamente en ciudad, fruto del uso de la máquina a bajas revoluciones y con constantes paradas.
Para no tener que lidiar con la carbonilla, el motor tiene que hacer una buena combustión. Por eso, si lo movemos constantemente en trayectos de 10 minutos en ciudad, se depositará mucho más residuo que si salimos a carretera.
Eleva las revoluciones del motor
Este consejo te lo va a recomendar cualquier mecánico que se precie, pero no debe confundirse con hacer el cafre en la vía pública. La mayoría de los conductores creen que la fórmula para preservar su motor es circular a bajas revoluciones. Pues bien, esto es un fallo que te puede costar muy caro a largo plazo.
La válvula EGR de la que hablábamos hace un rato va a permanecer abierta mientras circulemos a bajas revoluciones. Si haces un trayecto largo, pero vas a 1.000 RPM, vas a acumular carbonilla igualmente.
Para evitar que el hollín se deposite, lo que hay que hacer es justo lo contrario. Hay que mantener las revoluciones elevadas durante unos minutos. Puedes hacerlo con seguridad y sin infringir ningún tipo de norma. Simplemente, circula con una marcha más baja, o apura en segunda un carril de aceleración.
Al subir de vueltas el motor, la carbonilla depositada se va a quemar, por lo que va a salir por el escape. Lo ideal es acostumbrarse a hacer este tipo de ejercicios de subir las revoluciones cada cierto tiempo o número de kilómetros. De lo contrario, podríamos enfrentarnos a tener que sustituir la propia válvula, o incluso todo el sistema de admisión.
No olvides el mantenimiento

Son varios los mantenimientos necesarios para evitar la carbonilla
Cambiar aceite y filtros regularmente es un básico que no debes olvidar si no quieres acabar pagando un auténtico dineral en averías. Sin embargo, estos dos mantenimientos no son los únicos que debes cumplir para evitar la carbonilla.
Si tu coche es de gasolina, también es muy importante que revises de vez en cuando las bujías. Cuando estas fallan, la mezcla no se enciende, por lo que se produce una mala combustión. Adicionalmente, también es recomendable revisar todo el cableado que va al sistema de encendido.
Utiliza los aditivos de forma preventiva
Hagamos un símil con el dentista. Si vamos todos los años a una revisión, pagaremos poco por la típica limpieza. Sin embargo, si pasamos años sin acudir a este profesional, la factura será muchísimo más cara, pues habrá más cosas que arreglar.
Con tu coche pasa exactamente lo mismo. Puedes utilizar el aditivo cuando tengas un problema más serio, pero lo ideal es usar productos para evitar que la carbonilla se deposite. Ahorrarás mucho dinero y podrás utilizar también productos más sencillos y económicos.
Usa un combustible de calidad
Por último, debes saber que un combustible de baja calidad también puede llenar por completo tu motor de hollín. En España, casi todas las estaciones de servicio venden un producto decente, por lo que no debería suponer un problema.
Sin embargo, si nos lees desde el extranjero o si vas a conducir fuera del territorio, lo ideal es que repostes únicamente en gasolineras que vendan un producto de confianza.
Como habrás podido notar, mantener a raya la carbonilla es mucho más fácil y barato que ponerle solución. Ahora que ya sabes cómo limpiar tu motor por dentro, te invitamos también a que eches un vistazo a esta otra entrada en la que hablábamos de cómo limpiar el interior del coche usando productos caseros. Si prefieres seguir leyendo sobre mecánica, entonces no te puedes perder este artículo sobre si merece la pena cambiar los inyectores del coche cuando fallan o de forma preventiva.