La contaminación hace que Londres tome medidas drásticas en la circulación

Imponer tasas, restringir los coches más contaminantes en algunas zonas determinadas o la incentivación de la renovación del parque automovilístico son algunas de las medidas que están en posesión de la Administración. ¿Por qué ha escogido Londres la primera de ellas?

La contaminación hace que Londres tome medidas drásticas en la circulación
La contaminación está haciendo que la alcaldía tome decisiones drásticas para reducirla. Zoom

Londres es uno de los núcleos urbanos más importantes de Europa. Por él circulan cada día miles de automóviles pese a la imposición de una tasa de hasta 11 euros hace ya más de 10 años. Podría decirse que el público en general ha descontado ya el pago de dicha cantidad.

¿Por qué? El alcalde de la ciudad, Sadiq Khan, es un acérrimo defensor de la ecología y la eliminación del coche de combustión interna en aquellos lugares en los que la concentración de automóviles pueda llegar a ser muy alta.

Londres ha impuesto una nueva tasa para gravar los coches más contaminantes

Por el centro de Londres circulan cada día millones de peatones, los cuales respiran el aire contaminante que emiten, principalmente, los automóviles más viejos. ¿Cómo combatir la polución que generan las motorizaciones menos eficientes del mercado? Imponiendo una tasa adicional a la establecida hace ya más de una década.

Desde el erario público lo han denominado T-Charge y consiste, básicamente, en pagar un peaje diario para todo aquel vehículo que quiera circular por zonas específicas de la ciudad durante el horario de mayor afluencia de tráfico. Con ello se pretende mejorar la calidad del aire en el centro, lugar en el que se ha disparado la contaminación en los últimos años.

¿Será efectivo para lugar contra un mantra que está afectando a la inmensa mayoría de las capitales del mundo? Veamos cómo puede afectar esta medida al público londinense y si estamos ante una medida justa y eficaz contra la polución.

La T-Charge está enmarcada dentro de un plan con objetivo 2020

Sadiq Khan, desde que asumió la alcaldía en el primer semestre del año pasado, ha mostrado una especial preocupación con todo lo relacionado con la polución que azota los lugares más congestionados de la ciudad. Sin embargo, el escenario que está viviendo la capital inglesa no es nuevo.

Tal y como ya hemos comentado unas líneas más arriba, en 2003 ya se fijó otra tasa para reducir la dependencia del automóvil y buscar otras alternativas. Pese a ello, cada día son miles los propietarios de coches con motorización de combustión que lo utilizan para atravesar las zonas más conflictivas.

Al asumir la Alcaldía de Londres, estableció un plan para que en 2020 el centro de la ciudad se convierta en uno de los núcleos donde las emisiones contaminantes se reduzcan drásticamente. Ha llegado octubre y como ya te mostramos hace unas semanas, Khan ha activado la polémica T-Charge.

Según se puede leer en la publicación del portal Híbridos y Eléctricos, cada automóvil que no cumpla con la Normativa Euro4 deberá pasar por caja y pagar nada más y nada menos que 10 libras cada vez que pase por el centro de la ciudad entre las 7 de la mañana y las 6 de la tarde, el equivalente a 11,20 euros al cambio actual.

Algunos vehículos deberán pagar una cuantía doble en tasas

Lo más llamativo es que esta cuota no es flexible, proporcional o discriminatoria en función del vehículo que se trate o renta de la persona. Todo aquel que no cumple con las exigencias de dicha reglamentación producido con anterioridad a 2006 deberá pagar una cuantía que habrá que sumar a la que ya databa del año 2003.

Se calcula que esta medida podría afectar a más de 34.000 conductores cada mes, lo cual provocará que muchos tengan que buscar otra vía para circular por el centro de la ciudad.

Una medida recaudatoria que busca reducir el tráfico de peor calidad

El coche tradicional es una amenaza para la salud, ya sea directa o indirectamente. En el primer caso encontramos las motorizaciones de gasolina, las cuales emiten dióxido de carbono e incentivan el efecto invernadero. En el segundo se sitúa el diésel, el cual deriva en una mayor probabilidad de sufrir cáncer por la emisión del óxido de nitrógeno, tal y como ya advirtió la OMS.

La contaminación hace que Londres tome medidas drásticas en la circulación

El centro de Londres durante una concentración ciclista. <a href="https://commons.wikimedia.org/" rel="nofollow" target="_BLANK">Wikimedia</a>

Si sumamos la aplicación de la nueva T-Charge con la que ya estaba vigente, obtenemos que para acudir al centro de Londres habrá vehículos que deban desembolsar un total de 21,5 libras esterlinas, es decir, unos 24 euros al cambio actual.

Esta medida restrictiva dirigida a la circulación puede tener una cara B en relación con la recaudación. Quizás, habría que hacer un análisis demográfico del perfil de conductor que necesita pagar dicha cuantía, algunos de los conductores no pueden, precisamente, adquirir un vehículo posterior a la Euro4 y fabricante después de 2006.

La compra de coches alternativos y el transporte público son otras soluciones

¿Debería, por tanto, incentivarse la adquisición de coches eléctricos e híbridos en aras de transformar y modernizar el parque automovilístico? En algunos casos, es importante destacar que el transporte público no es lo suficientemente eficiente como para convertirse en una alternativa.

Por ello, una buena manera sería aprovechar la recaudación lograda durante todo este tiempo para potenciar las ayudas al crecimiento de la conducción sostenible e impulsar nuevas líneas de transporte para dejar el coche en casa.

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