El gobierno estadounidense considera "terrorismo interno" atacar instalaciones de Tesla y amenaza con "poner tras las rejas" a quienes lo hagan
Las manifestaciones contra Tesla se han multiplicado desde que empezaron el pasado mes de febrero
El sueño americano se ha acabado, de momento, para Elon Musk. Al menos, en lo referente a Tesla. La imagen de la compañía especializada en el desarrollo y venta de vehículos eléctricos está por los suelos. El motivo: el apoyo desmedido de su CEO a Donald Trump, el actual presidente de los Estados Unidos de América, invirtiendo millones de dólares en su campaña y liderando el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Las ventas de Tesla han caído en picado, sobre todo en Europa. Desde que el magnate sudafricano realizó un gesto similar al saludo nazi durante un mitin para la celebración de la segunda toma de posesión de Donald Trump, «nadie» quiere comprar un coche eléctrico de su compañía pionera. La controversia, sumado a la potencial retirada de 45 mil Cybertruck por problemas de seguridad, ha supuesto un duro golpe del que no se sabe si se recuperará.
Tras el incidente, se produjo una serie de ataques contra la propiedad de Tesla a modo de protesta. Se han quemado varias estaciones de carga, además concesionarios destrozados con cócteles molotov. Como comunicó Donald Trump tras la adquisición de un coche de la compañía en muestra de apoyo a Musk, los actos no quedarán impunes, y el FBI ya está investigando los sucesos como "terrorismo doméstico".
"Que esto sirva de advertencia"
El FBI asegura estar investigando los ataques contra las estaciones de carga y concesionarios de Tesla que se han estado produciendo por todo el país. La fiscal general Pam Bondi, el pasado jueves, presentó cargos contra tres personas acusadas de lanzar cócteles molotov contra vehículos de la compañía, además de escribir mensajes profanos contra el presidente Trump.
Que esto sirva de advertencia: si se unen a esta ola de terrorismo doméstico contra las propiedades de Tesla, el Departamento de Justicia los pondrá entre rejas - Pam Bondi
Según expertos en libertades civiles, tratar los presuntos ataques contra los vehículos e infraestructura de Tesla como "actividad terrorista" podría otorgar a las fuerzas del orden federales y locales ampliar la autoridad para vigilar a quienes protestan contra Elon Musk y su papel en el gobierno. Recordemos que el magnate sudafricano lidera el DOGE y tiene acceso a una de las bases de datos más sensibles de Estados Unidos.
Además, calificar los ataques de terroristas podría permitir a Elon Musk y otros ejecutivos de Tesla acceder a la información que las autoridades descubran en sus investigaciones. Y es que las manifestaciones se han multiplicado desde que comenzaron a mediados de febrero, atrayendo a cientos de personas. Si bien la mayoría han sido pacíficas, en algunas se han provocado incendios y otros actos vandálicos contra la infraestructura de la compañía.
Al clasificarse estos ataques de "terrorismo doméstico", el FBI puede emitir órdenes de registro más amplias que en otros tipos de casos. Las fuerzas del orden cuentan con "autoridades especiales" al investigar el terrorismo, incluyendo "órdenes de registro de jurisdicción única" emitidas por magistrados y aplicables en cualquier lugar de Estados Unidos.