Este extraño híbrido entre coche y moto era la idea que tenia BMW para sus coches eléctricos

BMW es uno de los fabricantes de automóviles más innovadores del mercado. Es cierto que si nos fijamos en la actual línea de catálogo podemos comprobar cómo no hay grandes diferencias entre otros los modelos que comercializa, pero siempre ha sido un referente disruptivo en términos de diseño. ¿Quién no recuerda el increíble Isseta? Aquel popular automóvil cuyo acceso tenía lugar a través de una puerta en la parte delantera, llegó a comercializarse. De hecho, el Microlino eléctrico está inspirado en aquel peculiar automóvil urbanita.

No hay que ir tan lejos en la historia para comprobar cómo ha habido otros muchos ejemplos sobre innovación ligada a BMW. El último ejemplo de ello nos lo mostró hace unas semanas el I Vision Dee, un automóvil que contaba con tinta electrónica y un parabrisas especialmente digitalizado. En el día de hoy queremos mostrarte una apuesta que tuvo lugar hace ya unos años y que, sin embargo, no entró finalmente en la cadena de producción. Nos estamos refiriendo al prototipo SIMPLE Concept.

Veamos, por tanto, cuáles eran las características más destacadas de este revolucionario concepto, por qué no cuajó un diseño que buscaba crear un híbrido entre automóvil y motocicleta y, por supuesto, hasta qué punto podría haber cambiado el transporte urbano para siempre. A día de hoy, no hay una alternativa que se haya basado en este curioso concepto. ¿Por qué>? El problema está en la propia configuración, la cual no era lo suficientemente fiable y segura.

SIMPLE Concept, el híbrido de coche y moto de BMW que, finalmente, no vio la luz

BMW presentó por primera vez este curioso prototipo en el año 2008. De acuerdo con la nota de prensa emitida, se trataba de un revolucionario modelo que tenía como principal objetivo el aprovechamiento de unas cotas más pequeñas que un automóvil convencional sin penalizar el mayor espacio que se ofrecía frente a una motocicleta. Tal y como hemos visto en otras ocasiones, contaba con un doble eje, habiendo una única rueda en el de delante.

El diseño final del SIMPLE Concept fue un tanto arriesgado para la época. Imagen: Car Body Design

Su gran diferenciación respecto a otros modelos de esta configuración estaba relacionada con su dirección basculante. Dependiendo de la velocidad a la que se circulaba, el radio de giro era mayor o menor. Para conseguir disponer de un radio superior, se producía una inclinación que era sentida por los propios ocupantes del vehículo. Este detalle lo convertía en una opción muy capaz para el ámbito urbano. Al mismo tiempo, debido a su escasa anchura, contaba con un Cx de tan solo 0,18, convirtiéndose así en uno de los medios de transporte más eficientes durante la marcha.

Por si fuera poco, todo ello se complementaba con un motor de gasolina que consumía muy poco combustible. Según la información proporcionada por BMW, este disruptivo medio de transporte contaba con un motor de 45 CV que consumía, tan solo, 2 litros cada 100 kilómetros. Pese a todas estas ventajas, el proyecto acabó guardado en un cajón por lo arriesgada que se mostraba esta apuesta. Al fin y al cabo, ¿cuál podría ser el precio que tendría una creación de estas características? BMW se hizo esta pregunta y decidió no continuar con una línea de montaje.

En la actualidad, este vehículo, es decir, el único prototipo que fue creado, se puede visitar en el museo oficial de la compañía. Quedará como una opción que. quizás, no llegó en el mejor momento. Cabe recordar que por aquel entonces BMW ya estaba trabajando en su división i completamente eléctrica. Muy pocos años después llegó el i3 eléctrico y el deportivo i8, un híbrido enchufable con toda una batería de innovaciones centradas en la movilidad sostenible.