Las minimotos tienen su origen en la Segunda Guerra Mundial y fueron usadas por el ejército británico
¿Sabías que los soldados británicos tenían una minimoto a mano en las escaramuzas durante la Segunda Guerra Mundial? Así era la increíble welbike

Seguro que alguna vez has visto una minimoto, ¿verdad? Se trata de medios de transporte a escala completamente funcionales que tienen una serie de prestaciones limitadas. Pese a que muchas de ellas están pensadas para ser usadas por niños, hay otras unidades que no encuentran distinción entre peques y adultos. Ahora bien, ¿te has preguntado alguna vez cuáles fueron los modelos originales? Para conocer la historia de este curioso segmento, hay que remontarse a la Segunda Guerra Mundial.
El ejército británico fue el primero en aprovechar las minimotos en las batallas
La minimoto tiene una cualidad diferencial, su tamaño y peso reducido. Este era el principal motivo por el que el ejército británico decidió apostar por este medio de transporte en el conflicto más sangriento del siglo XX. Conocida como Welbike, surgió en el año 1942, momento en el que comenzó la contraofensiva que acabaría con el bloque formado por Alemania, Italia y Japón. Ofrecía una cierta autonomía a los soldados en el campo de batalla, ya que bastaba con un par de pasos para disfrutar de un medio de transporte válido.
De hecho, la operativa de esta minimoto estaba muy relacionada con las brigadas paracaidistas. Tanto es así que en el círculo del ejército británico se le conocía también como parascooter. Gracias a su rápido despliegue, era posible recorrer varios kilómetros en apenas unos minutos, pudiendo mejorar los resultados en el campo de batalla. Aun así, cabe destacar que su éxito fue más bien limitado debido a los problemas relacionados con la logística y su propia mecánica. Apenas tenía potencia, por lo que, ante cualquier barrizal, terminada encallada fácilmente.

La Welbike apenas sirvió en unas pocas campañas en el ejército británico. Wikipedia
Pudiéndose montar en tan solo 11 segundos, los soldados que se desplegaban en el terreno mediante paracaídas tenían acceso automático a un medio de transporte liviano y que les permitía recorrer distancias considerables en muy poco tiempo. Ofrecía un gran rendimiento en escaramuzas y ataques por sorpresa, motivo por el cual ya no tuvo tanto éxito en el final de la guerra. Posteriormente, se dejaron de implementar debido a la mejora de las prestaciones de los carros blindados, los cuales tenían mejores condiciones todoterreno y permitían llevar a más tropas.
La Welbike tenía 98cc y 1,5 CV de potencia, insuficientes en muchos casos. La autonomía reconocida a nivel teórico estaba próxima a los 150 kilómetros, pero lo cierto es que difícilmente podía superar la barrera de los 100 kilómetros con un solo depósito. En cuanto a su velocidad máxima, era de 48 km/h, pero la presencia de obstáculos sobre el terreno era más que notable.
Hubo un total de tres versiones, las cuales se especializaron para el cumplimiento de determinadas funciones. En total, se produjeron un total de 4.000 unidades, algunas de las cuales se pueden ver en la actualidad en museos militares. A partir de entonces, comenzó una tirada comercial de minimotos que siguió los pasos de este vehículo de combate. Con el paso del tiempo, se han podido ver toda una serie de modelos que son auténticas unidades a escala como la Welbike.