Me he cruzado Europa en un SUV chino para ver si aguanta el tipo en Nürburgring (y sin cargar la batería)
Madrid, Lasarte, Le Mans, Reims y el 'Infierno Verde'. 2.000 kilómetros a bordo del OMODA 9 SHS para comprobar si la comodidad y los consumos son reales o solo marketing.
Puede haber gente que piense que para hacerte un viaje por la vieja Europa necesites una berlina alemana de 100.000 euros. Yo he decidido ir a los templos del motor en Europa con un SUV chino de 40.000 euros, y ha sido una experiencia genial. El OMODA 9 SHS ha sido mi compañero (y de otros dos creadores de contenido más) por España, Francia, Luxemburgo y Alemania, y nos ha gustado mucho la experiencia.
No fuimos directos a Alemania, era sencillo. Hicimos una ruta, un homenaje a la historia desde Madrid: pasamos por Lasarte, después a Francia (con noche en Burdeos) para llegar al templo de la resistencia, Le Mans. Antes de salir de Francia nos paramos en Reims, para ver los restos de Gueux, para terminar en Nurburgring. Casi 2.000 km después.

uede ser un SUV chino, pero el OMODA 9 SHS es increíble | Fotografía de Rubén Ulloa
Os puedo adelantar una cosa, aunque quizás no deba, el coche ha ofrecido una gran experiencia. No se trata de un coche barato llegado de China, no es un coche más. El OMODA 9 SHS es cómodo, tiene potencia y es bastante equilibrado a nivel de consumo.
Primera clase para tres o cuatro (y yo no soy pequeño)
Hacer esto con muchos coches sería una locura, por incómodos, inseguros, difíciles de conducir... En este caso éramos 3 ó 4 adultos, dependiendo del momento, aunque durante la mayor parte del trayecto fuimos 4. Aunque los demás no eran muy grandes, yo mido 1,82 metros y peso más de 100 kg. Si el coche no es cómodo, lo noto.

Los acabados interiores están a gran nivel | Fotografía Rubén Ulloa
Durante todo el viaje no tuve problemas. Es un coche muy cómodo. Tanto delante donde dispones de masaje, y en general un gran confort de marcha. Como detrás, asientos calefactables (en las cuatro plazas), respaldos traseros reclinables electrónicamente. Todo perfecto. Además, siendo un viaje de creadores de contenido tener puertos USB-A y USB-C tanto en la zona delantera como trasera es perfecto.
El aislamiento de sonido es bueno. A velocidades legales (y no tan legales en Alemania), no tienes que ir gritando para hablar. Se nota que se ha pensado en el confort de marcha para que sientas que estás en un coche de un segmento superior, en un coche premium.

Un SUV grande pero muy ágil y potente | Fotografía de Rubén Ulloa
El único punto que vi algo flojo del coches es en el maletero. Para tres personas con mochilas y maletas, entró todo bien en el maletero accesible directo, pero bastante justo. Ese no es tanto el problema, la bandeja de tela retráctil es cómoda pero es cierto que la calidad de la pieza no va acorde con el resto de las calidades.
El mito del híbrido
Mis experiencias con híbridos eran mixtas. Por un lado el pequeño no enchufable, suele estar bien para ciudad, pero fatal para todo lo demás. Y tenía dudas con este enchufable, tan grande y con 145 km de autonomía eléctrica. En este caso sí, el OMODA 9 SHS es un PHEV. La teoría dice que tienes que cargarlo para que sea eficiente. La realidad del viaje es que salió cargado de Madrid y hasta entrar en el circuito de Nurburgring no tuvo otra recarga.

El sistema híbrido cuenta con un modo inteligente que reduce el consumo | Fotografía de Rubén Ulloa
Lo normal en coches de este tamaño y peso (un SUV de más de 2 toneladas) es que cuando la parte eléctrica se quede sin batería consuma más de 8 litros en carretera. Y ya os digo que no. Es cierto que el coche de manera inteligente se regula, pero nos ha dado consumos cercanos a los 6 litros en esa primera etapa Madrid - Burdeos, y algo más de 7 litros en las siguientes. En Francia el límite de velocidad es 130 km/h. Los coches tienen su mejor consumo entorno a los 90 km/h. Siendo 4 personas en el coche y con los límites de Francia, creo que es un muy buen dato de consumo.
Autobahn a 180 y toda la inteligencia
Para muchos coches entrar en Alemania es un requisito buscando esos tramos sin límite de velocidad. Las famosas Autobahn. Y sí, pusimos el OMODA 9 SHS a 180 km/h. Su límite electrónico.

La suspensión del OMODA 9 SHS es una maravilla | Fotografía de Rubén Ulloa
A esas velocidades, muchos coches se mueven mucho, y más los SUV. Coches más altos, con un centro de gravedad superior que empiezan a flotar o a dar sensación de inseguridad. Aquí no hubo esa sensación. Tiene buena potencia, la suspensión electromagnética está bien configurada y se mantiene aplomado.
La parte quizás negativa, y más en los coches chicos actuales, es cómo se muestran las ayudas a la conducción (ADAS). Pitidos excesivos. Te avisa de todo, incluso si vas a 31 km/h en una zona de 30 km/h. Es cierto que está bien, hay que tenerlas, pero a veces es muy intrusivo. Lo bueno que algunas se pueden bajar de volumen o directamente cancelar. Una vez lo configuras a tu gusto, se deja llevar.

Uno de los SUVs más completos de su segmento | Fotografía de Rubén Ulloa
Por lo demás, ese punto de tecnología, nos ha encantado. Cargador inalámbrico, altavoces integrados en el reposacabezas del conductor, altavoces repartidos por todo el coche. La parte de infoentretenimiento es sencilla de usar, aunque no usamos el navegador propio del coche: al final hemos tirado Android Auto y CarPlay, conexión inalámbrica rápida y estable. Las dos pantallas de 12 pulgadas son una maravilla.
Entrando al 'Ring'
Llegar a Nürburgring y no entrar es un pecado para los amantes de la conducción. Mis compañeros se atrevieron a meterlo ellos, y alucinaron con las experiencia, yo decidí que era mejor ir con un piloto profesional al volante y quedé encantado.

Con 537 caballos es un coche capaz de todo | Fotografía de Rubén Ulloa
El general el coche se comportó bien, no es un coche deportivo, ni estaba preparado para eso, pero todo aguantó perfecto. La batería aguanta la vuelta, recordemos que son 20 km. El piloto no conduce como los demás, el uso del acelerador es muy loco, y deja correr el coche muchísimo. Sin estar preparado los frenos aguantaron, y la sensación de aceleración fue increíble. El piloto era una bestia, supo llevarlo por el sitio. Ver un SUV como este detrás de un coche deportivo pidiendo paso, tiene gracia.
Veredicto: calidad-precio brutal
Después de 2.000 kilómetros con el OMODA 9 SHS puedo decir que la conclusión es sencilla. Es un coche increíble.

Difícil encontrar una mejor opción en su segmento | Fotografía de Rubén Ulloa
Es una opción cómoda, capaz de controlar el consumo y que además tiene un confort de marcha que sorprende en un coche grande y de este tamaño.
Su clave más importante es que la relación calidad-precio es brutal. Tienes un coche de calidad premium, con potencia, cómodo, que te permite disfrutar de la experiencia del viaje y que cuesta mucho menos que la competencia. Prácticamente tienes que gastar 15.000 euros más para encontrar una experiencia similar. Y la respuesta es simple: sí, me volvería a ir con él al fin del mundo.