¿Merece la pena arreglar un coche de 20 años? Cuándo es mejor decir "no"

¿Merece la pena arreglar un coche de 20 años? Cuándo es mejor decir "no"
La tesitura de cambiar un coche viejo por uno nuevo está ligada, en muchos casos, a una cuestión sentimental.
Publicado en Motor

Aunque para muchos un vehículo es una máquina motorizada destinada a llevarnos desde el punto A al punto B, lo cierto es que para muchos conductores su coche representa algo más. Por este motivo, cuando el vehículo en cuestión se hace viejo y empieza a sufrir achaques de todo tipo, como vibraciones al arrancar en primera o algún tipo de tirón mientras se conduce, surge la disyuntiva sobre si es el momento de jubilar a nuestro 'amigo' y comprar un coche nuevo.

En muchas otras ocasiones, mantener un coche viejo también es una cuestión económica, ya que la inversión de comprar un vehículo nuevo es muy alta. En este sentido, cuando nuestro coche llega a la edad de 20 años, la pregunta es casi obligada: ¿Merece la pena arreglar un coche viejo si nos da algún tipo de problema? ¿Cuándo es mejor decir basta y buscar un nuevo vehículo?

Factores a tener en cuenta

Pese a que existe ese inevitable cariño a nuestro coche, cuando un vehículo alcanza la edad de 15 ó 20 años, conviene valorar algunas cuestiones para tomar la decisión correcta y analizar si de verdad merece la pena alargar su vida útil, aunque ya te adelantamos que en términos económicos no suele ser la mejor opción.

Vida técnica del coche

Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta es el mantenimiento del coche, sobre todo si no hemos sido su único dueño y en su momento adquirimos el coche como un vehículo de segunda mano. El historial de averías, reparaciones y mantenimiento, cómo y cuándo se ha hecho todas estas operaciones y otras cuestiones del historial técnico de nuestro coche son el mejor termómetro para saber el estado de nuestro coche y si merece la pena seguir invirtiendo en él.

Un coche bien mantenido, con un historial de servicio regular y con poco kilometraje siempre será más propenso a estar en mejores condiciones y tener menos averías o que estas sean de menor importe. En este caso si es posible que valga la pena invertir en estas reparaciones si no son habituales, pero no hay que olvidar que en un coche de 20 años, por muy bueno que sea su mantenimiento, siempre será más propenso a sufrir averías que un coche nuevo por una cuestión de desgaste. De hecho, el desgaste es la principal razón de averías más costosas y frecuentes.

Todo vehículo pierde valor con el paso de los años por la propia depreciación del coche.

Todo vehículo pierde valor con el paso de los años por la propia depreciación del coche.

Depreciación del vehículo

Más allá de su historial técnico, cualquier vehículo pierde valor con el paso de tiempo. Una cuestión que no es baladí, ya que cuanto más tiempo mantengamos nuestro coche, menos dinero recibiremos en una posible futura venta. La depreciación no un vehículo depende de la marca, modelo, tipo de coche y otras cuestiones, pero es bastante lineal para la gran mayoría de coches. Un coche con 5 años de antigüedad está tasado, como norma general, en la mitad del precio de compra original.

Esta depreciación se agudiza a partir de los 10 años de vida, ya que por entonces cualquier vehículo tiene un valor en torno al 20% del precio original. Cuando nuestro vehículo cumple dos décadas desde su primera matriculación, su valor ya es inferior al 10% del precio de venta, salvo en contadas excepciones. Aunque es cierto que hay vehículos que por sus características o volumen de producción se convierten en 'clásicos' e incluso se revalorizan, la gran mayoría de los coches no tienen esa suerte.

Problemas con los recambios

Otro factor es que encontrar recambios para un coche de 20 años es realmente complicado. La propia evolución del sector hace que las marcas descataloguen la mayoría de las piezas de sus vehículos más antiguos en pos de potenciar los recambios de vehículos más nuevos. Encontrar recambios originales nuevos se convierte casi en una quimera y en la mayoría de los casos hay que recurrir a desguaces o servicios similares para encontrar el recambio adecuado para nuestro vehículo.

No son pocas las ocasiones en las que no se encuentra el recambio exacto para nuestro coche. Esto obliga a recurrir a componentes de otros vehículos coches o a piezas genéricas que, pese a que pueden cumplir su función, terminan por afectar al normal comportamiento de nuestro vehículo al no estar pensadas específicamente para el coche en cuestión. Algo que incluso a la larga puede provocar nuevas averías.

Un vehículo nuevo siempre será más eficiente y tendrá un consumo de combustible menor que uno antiguo.

Un vehículo nuevo siempre será más eficiente y tendrá un consumo de combustible menor que uno antiguo.

Ventajas de comprar un coche nuevo

Vistas las desventajas de mantener un coche con 20 años de vida, también hay que tener en cuenta las bondades de comprar un vehículo nuevo, siempre que tengamos la posibilidad de hacerlo a nivel económico, ya que no siempre es así. Al final, comprar un coche nuevo o con una antigüedad baja supone un importante desembolso.

Fiabilidad y costes de reparación

Como es lógico, un coche nuevo tiene una mayor fiabilidad que uno antiguo, además de tener una garantía que puede cubrir una gran parte de las averías que se puedan dar durante sus primeros años de vida. Además, los costos de reparación suelen ser menores por la mayor disponibilidad de componentes, pero también por cuestiones como la estandarización de procesos y fabricación de piezas o la mayor disponibilidad de puntos de reparación.

Seguridad y equipamiento

El mundo del automóvil ha evolucionado una barbaridad en las dos últimas décadas, por lo que un coche nuevo no tiene nada que ver con un vehículo de hace 20 años en términos de seguridad y equipamiento. Los vehículos más antiguos carecen en muchos casos de ABS, airbags o sistemas de asistencia al conductor que ahora todos los vehículos incluyen de serie. Algo similar ocurre con el equipamiento, puesto que los vehículos nuevos incluyen tecnologías que ni existían hace dos décadas.

Cambiar de coche nos permite adquirir un vehículo que se adapte a nuestras necesidades actuales.

Cambiar de coche nos permite adquirir un vehículo que se adapte a nuestras necesidades actuales.

Eficiencia

Los vehículos nuevos son mucho más eficientes que los de hace dos décadas. En primer lugar, porque los motores de combustión se han ido perfeccionando durante estos 20 años, pero también porque ahora existen otras alternativas con la hibridación de los vehículos o el desarrollo del coche eléctrico. El ahorro en combustible también puede ser un factor a tener en cuenta para decantarnos por comprar un vehículo nuevo y jubilar nuestro coche de 20 años.

Adaptabilidad

En 20 años nuestras necesidades han podido cambiar, ya que ahora podemos tener una familia más grande o habernos mudado a una gran ciudad. Comprar un coche nuevo significa poder adquirir un vehículo que se adapta a las necesidades que tenemos ahora, pero también a la normativa existente en términos de movilidad urbana, por ejemplo. Comprar un coche nuevo puede brindarte la opción de tener un vehículo más adecuado para tu estilo de vida actual.

Valor de reventa

Otra cuestión a tener en cuenta, aunque se puede considerar secundaria, es el valor de reventa. Mientras que nuestro coche de 20 años apenas vale el 10% de su precio original y su demanda en el mercado de segunda mano es baja, comprar un coche nuevo nos asegura que tenemos un vehículo con una menor depreciación y que sí puede ser interesante para otros conductores si por cualquier circunstancia tenemos que revender el vehículo en un periodo corto de tiempo.

Si nos resistimos a vender nuestro viejo coche, siempre se puede hacer una completa revisión y actualización del modelo para alargar su vida útil.

Si nos resistimos a vender nuestro viejo coche, siempre se puede hacer una completa revisión y actualización del modelo para alargar su vida útil.

Una solución intermedia

Si una vez analizados los aspectos negativos de mantener un coche de 20 años y los puntos positivos de comprar un coche nuevo, aún optas por arreglar tu viejo coche por una cuestión sentimental o económica, sí que merece la pena mencionar una solución intermedia. A falta de un coche nuevo, siempre se puede optar por realizar una inversión intermedia y llevar a cabo una importante revisión y actualización de nuestro 'viejo amigo'.

A mitad de camino entre el coste de una reparación a secas de nuestro coche y la compra de un vehículo nuevo queda la opción de este 'update'. Tal vez arreglar los posibles desperfectos de la carrocería, pintar de nuevo el coche, cambiar o arreglar la tapicería interior o reponer los plásticos o cualquier otra pieza con un mayor desgaste pueden ser formas de dar una segunda vida a nuestro coche para que se sienta parcialmente nuevo.

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