¿Por qué el coche tiembla al salir en primera?
Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre qué le ocurre a tu coche cuando tiembla al salir en primera marcha.

Uno de los grandes temores de los conductores es notar un ruido extraño en su coche cuando, en condiciones normales, no lo hacía. Y es que además, si este ruido se produce cuando se lleva a cabo una acción tan sumamente automática e interiorizada como arrancar el coche y emprender la marcha.
Es por ello que en este artículo vamos a repasar las diferentes causas por las que tu coche puede que tiemble al salir en primera velocidad después de arrancarlo. Tal y como veremos a continuación puede que nos encontremos ante alguna avería importante... o simplemente necesitemos cambiar nuestro estilo de conducción porque nosotros somos los causantes de dicho tembleque.
No es una avería
En primer lugar vamos a detallar el caso más común un frecuente, y es que si tu coche tiembla al salir en primera marcha es bastante probable que no estemos ante ninguna avería mecánica, sino que simplemente no estamos realizando correctamente el conocido como 'juego de pies'.
Mal juego de pies
Esto quiere decir que no estamos realizando correctamente la acción de levantar el pie izquierdo del embrague con una sincronía ideal respecto del pie derecho y el pedal del acelerador. Puede deberse simplemente a que aún no estamos acostumbrados 'al punto' del embrague correcto o que nos estemos adaptando a un coche completamente nuevo después de haber estado acostumbrado a otro. Esto suele ocurrir cuando hemos pasado de un coche gasolina a uno diésel.
Y es que cada coche es prácticamente un mundo diferente, y no todos los motores ofrecen la misma potencia en términos de arrancada. Ni tampoco todos los embragues tienen el mismo recorrido ni la misma sensibilidad.
Eso sí: el mejor indicativo posible para saber si nos encontramos ante un fallo nuestro o es un problema del vehículo deberemos de pedir ayuda externa. Para ello simplemente tendremos que acudir a algún familiar, amigo o conocido que posea el carnet de conducir e invitarle a arrancar el coche y 'sacarlo' en primera velocidad.
Si el problema persiste en varias personas -ya no sería solo con nosotros- entonces sí puede que estemos ante una avería mecánica, ya que si un problema se encuentra presente en tantos conductores diferentes es algo verdaderamente extraño. Es por ello que si esto ocurriese deberíamos de acudir a nuestro taller o mecánico de confianza para que revise el estado del vehículo para evitar males mayores.
Es una avería
Si estamos convencidos de que nos encontramos ante algún tipo de avería en nuestro coche, entonces puede deberse a alguno de los supuestos siguientes. En la gran mayoría de casos, si nos encontramos ante a alguno de ellos, deberemos de avisar a la grúa o llevar el coche a un mecánico, pues pueden derivar en problemas mucho más graves que acortarían la vida útil de nuestro coche.
Problemas con los pedales

Puede que etsemos haciendo mal el juego de pies o que tengamos un problema en el equilibrio de los pedales
Y es que puede que nos encontremos ante una mala coordinación interna de los pedales o un mal equilibrio de estos, provocando un problema al tacto del embrague y el acelerador. Esto generaría un vibración molesta provocada por el intento del propio coche de ajustar por su cuenta las piezas del interior, lo que puede desembocar en un problema mucho más serio.
Si creemos estar ante esta situación lo mejor es tratar de llevar el coche a un taller de 'la casa' del vehículo para una revisión o a un taller de confianza. Trataremos de llegar por nuestra cuenta si el problema sólo existe en primera marcha pero, si persiste a la hora de realizar cualquier cambio de marchas, lo más recomendable es llamar a la grúa.
Transmisión desgastada
Cuando los engranajes de la transmisión se desgastan y no encajan de manera correcta puede provocar una excesiva vibración que se notará por todo nuestro coche, provocando incluso una vibración en el motor y generando bastante incomodidad al salir en primera velocidad. Además, puede que el problema se encuentre relacionado con el desgaste de la correa de distribución, una pieza clave en el funcionamiento del vehículo.
Embrague desgastado o dañado
También puede deberse a una mala instalación o a un mal ajuste del mismo, pero no es lo más común. Como cualquier otra pieza de nuestro coche, el embrague también sufre el paso del tiempo y a medida que va trabajando se desgasta. Sobre todo si el coche circula en núcleos urbanos, donde debemos de usar una gran cantidad de veces el embrague para cambiar de marcha, algo que evidentemente no favorece a la vida útil del mismo.
Y es que aunque normalmente los embragues están diseñados para aguantar entre 200.000 y 300.000 kilómetros, un uso excesivo del embrague puede provocar que este no dure más de los 100.000. Además, es una de las piezas más costosas de cambiar de un coche, por lo que cuanto más dure, mejor para nuestro vehículo y para nuestro bolsillo.
Otros posibles problemas mecánicos

Lo mejor en estos casos, para identificar qué le sucede al coche, será llevarlo a un taller
Y es que como sucedería con cualquier otra avería en nuestro coche, puede que la simple vibración del vehículo al salir en primera velocidad no sea nada más que una señal inequívoca de que a nuestro coche le pasa algo pero que aún no hemos identificado.
Estas posibles causan pueden ir desde un mal funcionamiento del filtro de la gasolina hasta una mala alineación de los ejes del vehículo, pasando por un fallo en la bomba del aceite, una mala conexión de los cables de la batería, un fallo en las bujías, un mal funcionamiento de los inyectores o similar.
Posibles consecuencias
Y es que en el caso de que podamos emprender la marcha una vez hayamos superado las vibraciones de salir en primera marcha, puede que el coche funcione correctamente... o derive en problemas más severos. Lo 'normal' sería que se quedase en una simple vibración, pero esta puede incluso llegar a provocar tirones o pérdidas considerables de potencia, llegando incluso a detener el coche.
Además, tal y como hemos comentado con anterioridad así como en otros artículos relacionados, es mucho mejor prevenir que curar, pues un mal funcionamiento de nuestro coche, por insignificante que pueda parecer, puede acabar generando otros problemas mucho mayores o agravando el ya existente, acortando la vida de los componentes de nuestro coche y, por ende, la vida de nuestro coche.