¿Qué pasa si se rompe la correa de distribución estando en marcha?
Te explicamos todo lo que necesitas saber si sufres un problema con la correa de distribución de tu coche mientras estas conduciendo.

Cuando hablamos de la correa de distribución de un coche estamos hablando de una de las piezas más importantes del vehículo, por lo que tenerla siempre en buen estado debe de ser una de nuestras prioridades en materia de prevención de riesgos pero, ¿qué sucede si esta se rompe en marcha mientras vamos conduciendo?
En este artículo vamos a repasar qué es la correa de distribución de un vehículo, cuál es su función, cómo evitar el desgaste de la misma, cómo ser capaces de detectarlo y cada cuánto hemos de cambiar este componente del grupo motor.
- ¿Qué es la correa de distribución?
- ¿Por qué se rompe la correa de distribución?
- ¿Cómo saber si la correa de distribución sufre deterioro?
- ¿Cada cuánto tiempo he de cambiar la correa de distribución?
¿Qué es la correa de distribución?
La correa de distribución de un vehículo es una pieza fundamental que se encarga principalmente de sincronizar el movimiento de las demás piezas del motor con la finalidad de que el propulsor funcione adecuadamente y el automóvil pueda moverse.
Se encuentra ubicada en la zona de distribución del motor (de ahí su nombre) y su función principal es la de garantizar que el movimiento de las válvulas, los pistones y la bomba de agua del motor estén en sincronía, garantizando un correcto funcionamiento de la mecánica del vehículo.
Por lo tanto, de ella dependen numerosos componentes, por lo que si falla, la avería puede ser mucho mayor y extenderse a otros elementos mecánicos.
¿Por qué se rompe la correa de distribución?

Los fabricantes recomiendan realizar revisiones periódicas cada cuatro o cinco años
Una vez comentada su importancia es presumible saber que si esta pieza falla, el motor pierde su sincronización y termina por dejar inmóvil el vehículo. Si la correa de distribución se rompe de manera repentina, incluso en marcha, los pistones golpearían repetidamente las válvulas, provocando que estas se doblen por completo o incluso se rompan, generando también diferentes roturas en los propios pistones debido a los repetidos golpes.
Por lo tanto, si la correa de distribución se rompe, el vehículo iría perdiendo fuerza hasta terminar por detenerse. Además, es posible que si este elemento se rompe, estemos presenciando 'la muerte del motor' debido a su gravedad pero, ¿cómo podemos identificar que la correa de distribución está en mal estado?, ¿qué provoca que esté así?
Desgaste
Como cualquier elemento del vehículo, con el paso del tiempo los componentes se van desgastando, y no cumplen su función de la misma manera el primer día de comenzar a hacerlo que pasados varios años.
Es por ello que una de las principales razones por las que las correas de distribución suelen romperse son del propio desgaste por uso, por lo que se recomienda llevar a cabo una minuciosa revisión periódica de esta para evitar problemas graves con nuestro motor.
El estilo de conducción
Puede resultar extraño, pero nada más lejos de la realidad, nuestro estilo de conducción afecta a la vida de la correa de distribución del coche. La conducción por ciudad (con tantos semáforos, pasos de peatones, detenimientos y puestas en marcha) así como las altas velocidades en carretera acortan la vida de esta pieza.
Suciedad y polvo
Conducir por entornos con mucha suciedad o donde se acumula una gran cantidad de polvo o un aire espeso, denso y donde se pueden apreciar numerosas partículas en el ambiente puede acabar acortando la vida de la correa de distribución, ya que estas partículas pueden llegar a nuestro motor, acumularse y acabar produciendo una rotura.
¿Cómo saber si la correa de distribución sufre deterioro?
No es complicado poder observar o sentir diversos síntomas que nos permitan saber si la correa de distribución de nuestro coche sufre desgaste, por lo que aquí van una serie de indicios inequívocos que pueden significar que es hora de cambiar dicha pieza por una nueva:
Ruido en la transmisión
Cuando escuches un ruido inusual en la transmisión, probablemente sea porque la tensión de la correa de distribución es incorrecta. En ocasiones, es suficiente con ajustar la tensión, pero en otros casos se necesita cambiar la pieza.
Grietas en la correa
Si realizamos una inspección visual y percibimos grietas en la correa de distribución eso significará que ha llegado el momento de cambiarla, puesto que dichas grietas nos indicarán que la pieza es bastante antigua o que está siendo sometida a una presión excesiva o posee una alineación inadecuada. Si solo hay grietas en el reverso de la correa, pueden deberse a una temperatura de trabajo muy alta.
Dificultades para arrancar
Si tu coche no arranca o tarda más de lo normal en hacerlo e intentándolo escuchas un ruido extraño, probablemente sea por la correa de distribución, sobre todo si tiene varios años de vida.
Vibraciones en el coche
Si notas una vibración inusual mientras el vehículo está detenido con el motor encendido es probable que sea porque la correa de distribución está en mal estado. Es de vital importancia detectar este suceso, ya que de lo contrario, los pistones y las válvulas de nuestro motor también se verán afectados y pagarán las consecuencias.
Brillo inusual

El brillo inusual o las grietas en cualquiera de las dos caras de la correa suelen significar desgaste excesivo, exceso de tensión o una mala lineación de la correa
Si la correa tiene un aspecto excesivamente brillante en algunas partes, casi siempre es por una mala alineación o por una tensión incorrecta. Si este brillo se aprecia en los bordes, es necesario que compruebes la alineación, pero si lo notas en los dientes, es posible que sea por una tensión demasiado alta o por un engranaje inadecuado.
El tubo de escape expulsa humo de manera excesiva
Si esto ocurre, es probable que la correa de distribución no se encuentre en su rango de trabajo ideal y, además, esté provocando que otros componentes del grupo motor no funcionen correctamente.
Kilometraje excesivo
Como en cualquier avería, estas pueden venir dadas por un excesivo kilometraje del vehículo, y es que el inevitable paso del tiempo y el uso diario del vehículo generan un desgaste progresivo en los componentes del vehículo. Es por eso que se recomienda realizar revisiones periódicas para evitar males mayores en cuanto a la mecánica del vehículo.
¿Cada cuánto tiempo he de cambiar la correa de distribución?
A esta pregunta en concreto, como suele ocurrir en muchos otros casos, no suele haber una respuesta exacta, sino que se basa en estimaciones. Por norma general, y lo mismo sucede en este caso, depende de cada fabricante. Lo más frecuente es que nos encontremos con unos 'rangos óptimos de trabajo' de la correa de distribución de entre 60.000 y 150.000 kilómetros.
Aun así, estos también recomiendan realizar una revisión cada cinco años en busca de grietas, muescas, decoloraciones, deformaciones o simplemente desgaste en la correa de distribución ya que al estar fabricada con caucho, goma y nylon es una pieza que envejece rápidamente con el paso del tiempo y se deteriora con facilidad.
Por lo tanto, a pesar de que todo se basa en estimaciones y recomendaciones, es cierto que si utilizas tu coche en entornos urbanos lo más recomendable es 'acortar' la vida de tu correa de distribución en un 20% para evitar males mayores. Esto se debe a que la correa sigue en funcionamiento incluso cuando el vehículo está detenido en semáforos, señales de stop o pasos de peatones, aumentando su desgaste incluso en estático.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de cambiar la correa de distribución es el clima, ya que este también pasa factura, especialmente las temperaturas extremas y con una humedad ambiental elevada. Si posees un vehículo y vives en unas condiciones similares a las que acabamos de detallar, lo mejor que puedes hacer es realizar revisiones periódicas y unas exhaustivas cada cuatro años.