Mitad perro robot y mitad motocicleta. El nuevo vehículo de Kawasaki da mucho de qué hablar entre los usuarios
La visión de la compañía japonesa es lanzar el vehículo durante los próximos 25 años

El nombre de esta compañía siempre ha estado asociado al motor y a las dos ruedas, aunque como sucede con muchas empresas en la actualidad, parece que el futuro pasa por abrazar la robótica y dar paso a una generación de vehículos que vayan más allá de los diseños convencionales a los que estamos acostumbrados. Ahora, si nos prestas unos minutos, te enseñaremos un vehículo que resulta ser una mezcla entre un robot y un animal y que lleva por nombre CORLEO.
A lomos de un vehículo de Kawasaki, literalmente
Lo primero que habría que aclarar es que la compañía responsable del diseño de este vehículo es, en realidad, Kawasaki Heavy Industries Group. Estamos hablando de la compañía oficial madre de Kawasaki, metida de lleno en sectores como el aeroespacial, la construcción naval, las plantas energéticas, los equipamientos industriales, el medioambiente o el reciclaje. Y ahora, tal y como puedes ver en la publicación que te dejamos bajo estas líneas, también la robótica.
Kawasaki Heavy industries Group just announced CORLEO, how insane is that? pic.twitter.com/SIGsbNnGZk
— GTheMaximalist (@GTheMaximalist) April 4, 2025
En el marco de la Expo 2025 de Osaka, la empresa japonesa ha dejado ver un concepto de vehículo tan disruptivo como bizarro. Estamos hablando de lo que sería un robot de cuatro patas, capaz de poder adaptarse a cualquier tipo de terreno y que sería dirigido como si de un caballo se tratase, siendo la agilidad una de sus mayores virtudes.
Kawasaki, en la página web de CORLEO, habla acerca de un "vehículo de movilidad personal que ofrece una capacidad todoterreno excelente, potenciada por cuatro patas robóticas, junto con el manejo y la estabilidad de las motocicletas de Kawasaki". La empresa afirma que CORLEO monitoriza continuamente los movimientos del piloto para asegurarse que existe una sola unidad entre ser humano y máquina.
Este vehículo incluye un motor de hidrógeno de 150cc, donde el combustible se sitúa en la parte trasera y las unidades de accionamiento en cada una de las patas del vehículo. Esas patas, por cierto, acaban en una especie de pezuña de goma, capaz de absorber las irregularidades del terreno y ser resistente a las zonas resbaladizas. La manera de controlar a CORLEO es a través de los cambios de peso que se detectan en el manillar y los estribos.
Y, por supuesto, la tecnología no podía faltar en el cuadro de mandos, que integraría el nivel de hidrógeno restante, la ruta preestablecida, la posición de centro de gravedad y demás información útil para el jinete. Además, cuando llega la noche, CORLEO es capaz de proyectar señales delante del vehículo para conocer el camino que se debe seguir para llegar al destino deseado. Y será en los próximos 15 años cuando este vehículo conceptual pueda atravesar montañas, parajes naturales y rutas salvajes.