Por qué chirrían los frenos: causas y posibles soluciones

Aprende a diagnosticar unos frenos en mal estado gracias al sonido.

Por qué chirrían los frenos: causas y posibles soluciones
Aunque no es la causa más común, los frenos pueden hacer sonidos desagradables si no están bien lubricados
Publicado en Motor

El sistema de frenos es uno de los más importantes que tenemos en nuestros vehículos, y nunca deberíamos dejar su mantenimiento para el día siguiente. Cualquier tipo de anomalía en los frenos puede traducirse en sumar más metros a la hora de detener el automóvil, lo que puede marcar la diferencia entre un pequeño susto o llegar a tener un accidente.

Al igual que hay que ponerse serios con los neumáticos cuando detectamos cualquier problema relacionado con su fiabilidad, con los frenos también tenemos que estar pendientes de que todo funcione correctamente. Uno de los principales síntomas que nos pueden hacer pensar que algo no va bien con este sistema es cuando escuchamos chirridos o ruidos agudos al frenar.

A lo largo de esta guía vamos a explicarte cuáles son las principales causas de estos ruidos en el coche, así como la solución para cada tipo de problema. En algunos de ellos, lo más sensato será acudir directamente a un mecánico si no dispones de los conocimientos adecuados para manipular el coche de forma adecuada.

Pastillas de freno gastadas

pastillas nuevas vs gastadas

Es muy probable que los chirridos de los frenos tengan su origen en unas pastillas gastadas

En la mayor parte de los casos, unos frenos hacen ruido simplemente porque están desgastados. La gran mayoría de los coches actuales tienen frenos de disco, por lo que el fallo provendrá de las pastillas o del propio disco.

Los discos tienen una vida útil más larga que las pastillas. Lo más normal es que el sonido tenga su origen en unas pastillas de freno gastadas. Cuando los ferodos se consumen por completo, lo que entrará en contacto con el disco será la placa de respaldo, que es la base metálica sobre la que se adhiere la pastilla. La fricción de metal contra metal es la que produce ese sonido tan desagradable.

Solución: sustituir las pastillas de freno

Las pastillas de freno tienen una vida útil limitada. Si tenemos ciertas manías al volante o conducimos de forma brusca, también se gastarán antes de lo que indique el fabricante. La durabilidad también dependerá de otros factores, como la climatología en la que nos movemos o el tipo de carreteras que solemos utilizar a diario. Por ejemplo, si tenemos que bajar muchas cuestas a velocidades altas, tenderán a durar menos que si circulamos en llano.

Los juegos de pastillas son muy baratos. Por otro lado, sustituir las pastillas uno mismo no es complicado, aunque sí hace falta disponer de las herramientas adecuadas para levantar el coche, retirar la rueda, hacer el cambio y colocar todo de vuelta de forma correcta. Si no lo has hecho nunca, lo mejor es que te enseñe una persona con conocimientos la primera vez para, más adelante, hacer este mantenimiento sin ayuda.

Disco de freno gastado

disco freno gastado

Un disco totalmente limado, con grietas o con desgaste irregular es muy probable que genere ruido al frenar

Ya lo hemos anticipado en el epígrafe anterior, por lo que no debería sorprender a nadie. El disco de freno se gasta con la fricción. Necesitarás como mínimo un par de juegos de pastillas para acabar con un disco. Sin embargo, tarde o temprano, será necesario sustituir el disco por uno nuevo.

La forma de determinar si un disco está o no para cambiar es por la rebaba. La pastilla suele dejar un pequeño reborde en el disco que se va acentuando con el tiempo. De este modo, siempre se puede medir la cantidad de disco que se han «comido» las pastillas. Curiosamente, suele ser esta rebaba la que provoca el chirrido al desplazar ligeramente la pinza.

Solución: cambiar o rectificar los discos de freno

No existe un grosor estándar de disco de freno. Cada fabricante marca sus números y sus intervalos de sustitución. Si a tu disco le ha salido una rebaba poco uniforme, pero todavía le queda grosor, es posible lijar el borde con mucho cuidado. No obstante, sabiendo que hablamos de algo tan importante como los frenos, es mejor dejarlo en manos de un profesional si no tenemos mucha idea de este tema.

Por otro lado, si los discos están gastados, tocará cambiarlos por unos nuevos. Los discos son bastante más caros que las pastillas. Del mismo modo, la forma de hacer el cambio sin complicarse la vida es contratando a un experto.

Suciedad u óxido en los frenos

oxido frenos

Algunos climas acelerarán la oxidación y corrosión de los distintos elementos que conforman el sistema de frenado de tu coche

La suciedad no suele llevarse muy bien con los frenos. Si has estado conduciendo por un terreno polvoriento, una carretera a la que han echado sal, o incluso una superficie con fango, puede ocurrir que la pastilla incruste la porquería a presión dentro del disco de freno. Ocurre con más frecuencia cuando se usan discos económicos, pues son más propensos a dejar huecos en su superficie.

Para solucionarlo, podemos utilizar líquido limpiafrenos e incluso un papel de lija, siempre y cuando lo hagamos con mucho cuidado

También tendremos problemas de chirridos con el óxido. Al estar expuestos, los discos de freno —y las pinzas— se suelen oxidar con cierta facilidad. En zonas húmedas, los discos de frenos tenderán a oxidarse con mayor frecuencia, por lo que es posible que haya que sustituir los discos un poco antes.

Frenos no lubricados

engrasar frenos coche

Las partes móviles de los frenos requieren un lubricante especial para su funcionamiento

Otra razón por la que los frenos pueden hacer ruido es porque no están correctamente lubricados. El contacto entre las pastillas y las pinzas se suele lubricar con pasta de cobre. En las partes móviles de la pinza, lo ideal es utilizar lubricantes especiales en base de silicona.

Si acudes a un buen taller a realizar el mantenimiento de tus frenos, lo normal es que comprueben este punto.

Pastillas nuevas y disco usado (o viceversa)

Si te toca cambiar discos y a las pastillas no les queda mucha vida por delante, sustitúyelas también. A priori puede parecer un desperdicio, pero no hacerlo tiene sus complicaciones.

Las pastillas y los discos trabajan por fricción. El roce acaba generando una serie de dibujos y marcas que son idénticos en ambos elementos. Cuando cambiamos un disco o una pastilla, dejarán de encajar de forma correcta y el sistema no frenará de forma perfecta. Por eso, hay que hacerles un pequeño rodaje para poder acomodarlas. La solución, por tanto, es la siguiente:

  • Si has cambiado pastillas y mantienes tus discos, debes conducir suavemente durante las primeras horas de uso y hacer frenadas muy suaves y progresivas para acondicionar los nuevos juegos de pastillas.
  • Por otro lado, si cambias los discos, lo ideal es cambiar también las pastillas si ya tenían algo de desgaste. De lo contrario, hay que realizar una conducción relajada para que adquieran la forma y puedan funcionar de forma correcta.

Ahora que ya sabes cómo solucionar cualquier tipo de chirrido relacionado con los frenos, te dejamos con otro artículo para que puedas solucionar los ruidos que salen de los limpiaparabrisas de tu coche.

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