Por qué el tubo de escape hace ruido: causas y posibles soluciones
El ruido del tubo de escape es molesto para el dueño del vehículo y el resto de conductores. Además, en muchos casos, este ruido es sinónimo de una avería.

Los ruidos en el coche suelen ser malos compañeros de viaje, ya que cuando estos aparecen suele ser sinónimo de una avería. Incluso si no es así, tener que ponernos al volante con ruidos en el vehículo se convierte en una tarea incómoda. Da igual su procedencia, aunque es cierto que los ruidos del motor y de la caja de cambios -por su gravedad-, el chirrido de los frenos o el sonido anómalo del tubo de escape son especialmente molestos.
En este sentido, el ruido anómalo o especialmente fuerte del sistema de escape es uno de los más incómodos. Y no sólo para el conductor y los pasajeros del vehículo, sino para el resto de usuarios de la vía y los peatones. Por ese motivo vamos a intentar desgranar las causas del ruido del tubo de escape y las soluciones para evitar que este ruido se convierta en una tortura.
- Qué es y para qué sirve el tubo de escape
- Ruido en el tubo de escape
- Averías asociadas a un ruido extraño del escape
- Cómo solucionar el ruido del tubo de escape
- Problemas de un tubo de escape ruidoso
Qué es y para qué sirve el tubo de escape
El tubo de escape es una de las piezas de un vehículo qué todo el mundo conoce a poco que tenga unos mínimos conocimientos de mecánica. Con todo, hay que señalar que el tubo de escape no sólo se limita al extremo del sistema de escape que se ve, normalmente, en la parte trasera del vehículo. Es más largo y se extiende por debajo del coche, quedando además asociado a otros componentes como el catalizador y el silenciador a la hora de cumplir su misión.
Su función no es otra que expulsar los gases provenientes del motor tras el proceso de combustión del combustible en el interior del mismo, evitando de este modo que se acumulen y se produzca una reducción de la eficiencia del propulsor. En este sentido y para ser exactos, el tubo de escape canaliza estos gases una vez que pasan por el catalizador -o catalizadores- y el silenciador con el fin último de lanzarlos fuera del vehículo, hacia la atmósfera.

Un tubo de escape demasiado ruidoso es un problema para el dueño del vehículo y el resto de usuarios de la vía.
Ruido en el tubo de escape
Por definición, el tubo de escape no debe hacer ruido y si emitir un sonido que es constante, reconocible y controlado en intensidad. Sin embargo, en ocasiones cuando el vehículo está en marcha se puede escuchar un ruido extraño proveniente del sistema de escape, lo que suele ser indicativo de una posible avería. En este sentido, cuando hay un ruido fuera de lo normal en el tubo de escape se detecta fácilmente, sobre todo si con el vehículo parado pisamos el pedal del acelerador.
Este sonido o ruido diferente al convencional, al que tenía de normal el sistema de escape del coche, también es reconocible puesto que se trata de un ruido similar al que se produce al golpear una lata. Es un ruido molesto, más estridente y más metálico. En ocasiones este ruido puede estar acompañado de otros indicativos de una posible avería, siendo el más claro si el humo que sale por el tubo de escape no lo hace por el extremo del mismo.
Averías asociadas a un ruido extraño del escape
En la mayoría de los casos, el ruido del escape está ligado a una grieta o rotura del propio tubo de escape. Como ya hemos dicho, el tubo de escape no sólo es el extremo final del mismo, por lo que habrá que observar con cuidado toda la extensión del mismo para detectar el problema. Es algo más o menos frecuente, ya que los gases que emite del motor están calientes y el tubo de escape trabaja a una temperatura más fría, lo que por el contraste término puede generar grietas o roturas.
Otra posibilidad es que las juntas del tubo del escape estén flojas y eso provoque que el flujo de los gases no sea el correcto, lo que deriva en un sonido o ruido distinto al que se produce normalmente. Esto es debido a que al final el tubo de escape cuenta con mayor holgura de la normal, haciendo que el sistema funcione de una forma que no es la adecuada.
Por último, el ruido en el tubo de escape puede estar ligado a un problema en un componente que no es el propio tubo en sí mismo. No es extraño que se produzcan ruidos si hay una avería en el catalizador, componente que se encarga de transformar los gases mediante una reacción química para que sean menos contaminantes. Si hay una fractura de su componente cerámico también se pueden dar ruidos. Como es lógico, un problema en el silenciador del tubo de escape derivará en un ruido por encima de lo normal.

Un ruido anómalo, parecido al de una 'lata', es un síntoma de una posible avería en el sistema de escape del coche.
Cómo solucionar el ruido del tubo de escape
Corregir este ruido del tubo de escape pasa, en la mayoría de los casos, por sustituir la pieza que está averiada, ya sea el propio tubo, el catalizador o el silenciador. Sólo si las juntas del escape se han aflojado hay una reparación real, sin que haya que cambiar ningún de estos componentes. En caso de tener que sustituir el tubo del escape del coche por rotura, vamos a tener que rascarnos el bolsillo ya que el precio de cambiar este componente oscila entre los 200 y los 500 euros, según modelo y marca.
Cambiar el silenciador es más económico ya que su precio de mercado ronda los 30 euros, lo que unido a la mano de obra del taller puede elevar la factura a los 100 euros de media. En este punto, cabe recordar que la mayoría de los fabricantes aconsejan cambiar el silenciador del vehículo cada 80.000 kilómetros, sobre todo si el vehículo se mueve en trayectos cortos o pasa largos periodos parado. Por su parte, sustituir el catalizador tiene un coste entre los 300 y los 700 euros.
Problemas de un tubo de escape ruidoso
Circular con un tubo de escape que emita ruido puede tener graves consecuencias. En primer término, para la mecánica del vehículo. Si el sistema de escape no funciona correctamente se va a producir una acumulación de gases que van a provocar la reducción de la eficiencia del motor y un mal comportamiento del coche. Esto al final puede afectar a la circulación, ya que el vehículo incluso puede llegar a detenerse.
Al margen de las implicaciones a nivel mecánico para el coche, un escape que presenta un exceso de ruido es molesto para nosotros y para el resto de conductores y peatones. Además, existe un claro control sobre la contaminación acústica, por lo que tener un tubo de escape que emite un ruido por encima de lo normal puede acabar en multa. Eso sin tener en cuenta que en la ITV hay una prueba de ruidos y si el tubo de escape supera los decibelios permitidos, el vehículo no pasará la Inspección Técnica.

En caso de buscar un sonido más fuerte del escape, hay que tener en cuenta la normativa sobre contaminación acústica.
Aumentar el ruido del escape... ¡Con cuidado!
Cabe señalar, por último, que el ruido en un tubo de escape no tiene porque ser siempre un síntoma negativo. Hay conductores que le gusta que su vehículo suene como un coche de competición y por eso sustituyen la línea del escape o alguna pieza del sistema para aumentar el ruido que hace el tubo de escape. Hay soluciones de lo más diversas, ya que incluso con instalar una válvula en el tubo de escape su sonido cambia por completo.
En este caso, hay que tener en cuenta lo antes mencionado. La línea de escape instalada y/o los componentes sustituidos deben estar homologados y permitidos para nuestro coche y el ruido final del tubo de escape no puede superar los 90 decibelios, siendo esta cifra la media de la cifra máxima que permiten la normativa de los distintos ayuntamientos. Si se supera ese límite nos exponemos a recibir una multa, además de no superar la citada ITV.