Qué es un cambio de rasante y cómo debes actuar
En una situación así, nunca deberás parar o estacionar el vehículo, adelantar o realizar un cambio de sentido.

Si eres un experto en rallies esta pregunta te puede hacer hasta gracia, pues debes de saber de sobra lo que es un cambio de rasante en la carretera, porque es una de las expresiones más comunes y utilizadas por los copilotos. Aun así, si no eres Carlos Sainz, Luis Moya o Lucas Cruz, no pasa absolutamente nada, pues nosotros estamos aquí para explicar todo lo relacionado con los rasantes en carretera.
Es por ello que en este artículo vamos a explicar qué es un cambio de rasante en el asfalto, qué precauciones hay que tomar, cómo debemos de actuar ante él y qué es lo que nunca deberemos de hacer si no queremos vernos involucrados en un accidente.
¿Qué es un cambio de rasante?
Un cambio de rasante es un punto concreto de la vía en el que se unen dos calzadas con inclinaciones diferentes, causando un desnivel en la carretera. Es por la inclinación que la visibilidad es sumamente reducida, pue en un cambio de rasante no seremos capaces de ver qué es lo que hay más allá. Es por este motivo por el que los cambios de rasante son tan peligrosos.
Ante esta situación de la carretera, se ha de extremar la precaución y seguir las indicaciones de la vía, pues no sabemos si lo que hay al otro lado del cambio de rasante es un socavón, un accidente, algo de tráfico o si todo está completamente normal.
¿Cómo debemos actuar?
Ni que decir tiene que, en primer lugar, deberemos de seguir todas las indicaciones de la vía; es decir, como siempre que se conduzca. Entre otras muchas cosas, por ejemplo, no deberemos de superar el límite de velocidad establecido, ya que eso nos permitirá tener la capacidad de reacción y maniobrabilidad suficiente en el caso de que ocurra un imprevisto.
Como nos encontramos en un cambio de rasante donde la visibilidad es escasa o prácticamente nula, deberemos de extremar las precauciones, pues todos nuestros sentidos deberán de ponerse 'en marcha' para superar dicho tramo tan peligroso.
Se aconseja circular a la velocidad recomendada, siempre por debajo del límite establecido. Además, sobre todo si es de noche, las luces delanteras pueden ser nuestras mejores aliadas, pues a pesar del cambio de rasante provocado por la diferente inclinación de las calzadas, el reflejo de estas pueden avisar al resto de conductores de nuestra posición.

En un cambio de rasante la visibilidad es prácticamente nula, por lo que se han de extremar las precauciones para evitar un accidente
Se recomienda, también, actuar con prudencia y precaución, pues estos dos aspectos son sinónimo de una conducción segura y una buena práctica al volante, ya que lo importante siempre que nos ponemos en carretera es llegar a destino, independientemente de si lo hacemos más pronto o más tarde.
De la misma manera, deberemos de estar relajados pero concentrados. Hay que evitar la presión desmedida, pues puede acabar por desconcentrarnos o provocar, por ejemplo, temblores innecesarios o sudoración en las manos que puedan desembocar en un resbalón del volante.
Hay que disfrutar de la conducción a la par que se seguir las normas de seguridad y estar prevenidos ante cualquier cosa. Sólo de esta manera podremos superar con facilidad un cambio de rasante o cualquier otro tipo de imprevisto en carretera.
¿Qué es lo que nunca debemos de hacer?
Habiendo visto qué es un cambio de rasante y cómo debemos de actuar debido a su importancia en la conducción vamos a finalizar este artículo con, quizás, el apartado más importante de todos: aquello que no deberemos de hacer bajo ningún concepto, pues si lo hacemos, las posibilidades de vernos involucrados en un accidente de tráfico aumentan exponencialmente.
Tal y como sabemos, los cambios de rasante suelen tener poca o muy poca visibilidad, por lo que estas son las tres principales acciones que no deberemos de realizar jamás:
Ni parar ni estacionar el vehículo
Como es evidente, en un cambio de rasante no vemos qué es lo que hay más allá hasta que nos encontramos en lo alto de la carretera, por lo que de la misma manera que nosotros no lo vemos, el resto de conductores tampoco.
Es por este motivo que ante la incertidumbre de no saber qué es lo que nos podemos encontrar -ni lo que se pueden encontrar el resto de conductores de la vía- se repite hasta la saciedad no parar ni estacionar el vehículo en un cambio de rasante; independientemente de si es en el arcén o incluso guardando cierta distancia con la carretera.
No adelantar
También se desaconseja y hasta se prohíbe en ciertos tramos, puesto que la visibilidad e incertidumbre del qué nos podemos encontrar al otro lado del cambio de rasante están presentes en esta situación.
Si en el apartado anterior hablábamos del peligro que supone parar o estacionar un vehículo e un lado de la calzada, iniciar una maniobra de adelantamiento en un cambio de rasante es igual o incluso más peligroso, puesto que podemos provocar un impacto frontal si la vía es de doble sentido.

Los cambios de rasante se señalizan en la vía a través de una señal triangular blanca con bordes rojos y un dibujo en color negro en el interior
Y es que aunque tengamos 'controlada' la distancia y la velocidad con el coche de delante, no ser capaces de ver qué es lo que nos viene de frente nos condiciona el adelantamiento, pues no seríamos capaces de anticipar qué es lo que podría suceder.
En el caso de tener la maniobra de adelantamiento iniciada en un cambio de rasante y encontrarnos con otro vehículo de frente resultaría fatal, pues el tiempo de reacción que tendríamos sería prácticamente nulo.
No hacer cambios de sentido
Al igual que sucede con parar o estacionar el vehículo a un lado de la calzada o el tratar de adelantar, otra de las cosas que jamás deberíamos de hacer es el realizar un cambio de sentido, pues los riesgos de colisión aumentan exponencialmente teniendo en cuenta que no somos capaces de ver qué es lo que viene en contra dirección. Supondríamos un enorme peligro para el resto.
Además, estaríamos cometiendo una infracción realmente grave, pues los cambios de sentido solo están permitidos en lugares habilitados para ello, por lo que realizarlo en un lugar que no está señalizado sería imprudente a la par que peligroso.