¿Se puede conducir con tacones?

La respuesta es sí, y te explicamos todo lo que necesitas saber a cerca del uso de tacones al volante.

¿Se puede conducir con tacones?
Aunque lo es ilegal conducir con tacones la DGT no lo recomienda, puesto que es posible que algunas de nuestras capacidades al volante se vean afectadas por dicho calzado
Publicado en Motor

Esta pregunta siempre ha sido motivo de debate y controversia entre conductores sobre si es legal o no, o si debería serlo o debería prohibirse el subirse a un vehículo con tacones y, por mucha 'cola' que traiga el tema la DGT dicta que conducir con tacones es completamente legal.

Es por ello que en este artículo vamos comentar por qué la Dirección General de Tráfico concluye que conducir con tacones es completamente legal, qué tipos de calzado no lo son, si es completamente seguro conducir con tacones y diferentes consejos que pueden ser útiles si te encuentras en esta situación.

¿Es legal conducir con tacones?

Tal y como hemos comentado con anterioridad: por supuesto que sí. Según la Dirección General de Tráfico el uso de tacones al volante no está prohibido pero, si se da la casualidad de que nos paran, nos pueden llegar a multarnos con entre 80 y 200 euros de multa si bajo el criterio del agente el calzado que estamos usando supone un riesgo para la seguridad vial o pone en peligro nuestra integridad o la de los demás.

Aunque esto no es lo común -lo más normal es que no suceda absolutamente nada y podamos reemprender nuestra marcha con toda normalidad- es una posibilidad que existe. Y es que, como no todos los zapatos de tacón son exactamente iguales, dependiendo de qué tipo de tacón se utilice el riesgo puede aumentar debido a una menor movilidad en los pies.

Entonces, ¿es seguro conducir?

¿Se puede conducir con tacones?

No está prohibido conducir con tacones, pero es menos seguro que hacerlo con otro calzado más convencional

Es seguro, pero quizás no tanto como un zapato convencional con suela plana, como puede ser el caso de, por ejemplo, una zapatilla deportiva. Por lo tanto, podríamos concluir que no es ilegal conducir con tacones, como tampoco es peligroso, pero a su vez no es el calzado ideal para la conducción, puesto que el uso de tacones supone un mayor riesgo en cuanto a la seguridad vial.

Este aumento del riesgo en la seguridad vial, así como en nuestra integridad propia como la del resto de conductores y peatones podríamos resumirlos en los cuatro siguientes detalles:

-Movilidad del pie: al igual que sucede como si tratamos de conducir con una escayola, al tratar de manejar con tacones la posición de nuestro pie es mucho más rígida que de normal, disminuyendo así la capacidad de reacción y la libertad de movimientos de nuestros pies para reaccionar ante cualquier imprevisto.

-La posición del pie al conducir: está directamente relacionado con el punto anterior, y es que para evitar que el tacón entorpezca la posición del pie respecto de los pedales tendremos que colocar nuestras piernas en una postura menos convencional de la que adoptaríamos en cualquier otra ocasión, aumentando el riesgo de sufrir un tirón o una sobrecarga en alguno de los músculos, algo extremadamente peligroso.

-El agarre de los zapatos: y es que en los zapatos de tacón el agarre de la suela puede no ser el ideal ni mucho menos el adecuado para conducir, por lo que al entrar en contacto con los pedales, nuestros pies pueden que resbalen, disminuyendo así nuestra confianza al volante y aumentando el riesgo en la conducción.

-El estado de las alfombrillas: puede resultar extraño, pero si las alfombrillas de nuestro coche (en este caso la del asiento del conductor) no se encuentran en buen estado y tienen agujeros si usamos tacones éstos pueden quedarse enganchados y bloquearnos momentáneamente el pie.

¿Afecta realmente a la conducción?

Habiendo detallado todos estos condicionantes que aumentan el riesgo al volante cuando se hace uso de tacones para conducir podemos decir que sí, estos afectan a la conducción, pero depende de la capacidad de adaptación de cada persona.

Por ejemplo, puede que una persona sea capaz de conducir con tacones con total facilidad sin ver mermadas sus capacidades de reacción o similar, mientras que otra persona puede que todo lo contrario.

Es por ello que, aunque aumenta el riesgo si no se está acostumbrado a conducir con dicho calzado, no es ilegal ni está prohibido, tal y como comentamos con anterioridad. Además, aunque cada persona 'es un mundo', numerosas conductoras afirman que conducir con tacones les resulta incluso más cómodo que con cualquier otro zapato.

Tal es el caso que comentan que se aprovechan de la forma del calzado y sacan gran ventaja de él: utilizan el tacón como apoyo, pudiendo mover el pie arriba y abajo a modo de bisagra realizando un movimiento mucho más sencillo y limpio a la hora de conducir y, además, experimentando menos cansancio en las piernas.

La mejor alternativa: unos zapatos de repuesto

Aún así, si has utilizado tacones porque la ocasión lo requería y no quieres arriesgarte a conducir con ellos debido a que no estás acostumbrado -o cualquier otro motivo- recomendamos la mejor solución de todas: llevar en el coche un calzado cómodo de repuesto.

Este calzado de repuesto debería ser lo más óptimo para la conducción, por lo que podríamos comentar que debería de ser flexible para que se adapte a los movimientos de nuestros pies, firmes para que transmitan fuerza sin absorberla, con una buena sujeción al pie, cómodos y transpirables para evitar que nuestros pies se recalienten.

Calzados no recomendados por la DGT

¿Se puede conducir con tacones?

Conducir descalzo está terminantemente prohibido, mientras que hacerlo con chanclas o botas de seguridad no es para nada recomendable por su peligrosidad

De la misma manera que conducir con tacones no se recomienda pero tampoco se prohíbe, existen más tipos de calzados con los que no se recomienda conducir bajo ningún concepto. Estos zapatos son las chanclas o sandalias, las botas de seguridad o el ir completamente descalzos.

Y es que conducir con un calzado inadecuado (o con la ausencia del mismo) se refleja en el artículo 17.1 y el 18.1. del Reglamento General de Conducción de la Dirección General de Tráfico donde se estipula que la infracción será de carácter leve, conllevando una sanción de 80€ que puede aumentar incluso hasta los 200 la resta de puntos en el carnet de conducir.

Botas de seguridad

Estas botas, propias de numerosos oficios -principalmente aquellos en los que se moviliza cargamento pesado- y cuyas características es que son altas, con una suela de goma muy grande y una punta reforzada no son para nada recomendables para conducir. Esto se debe a que, con ellas, la movilidad del pie es prácticamente nula, así como la sensibilidad del pie en contacto con el pedal.

Chanclas o sandalias

Es el supuesto contrario al de las botas de seguridad, y es que al ir el pie demasiado suelto, esto puede resultar peligroso para la conducción. Además, la forma de las sandalias así como de las chanclas (en su mayoría de goma y con una sujeción de dedo) disminuyen notablemente la seguridad. Además, al estar hechas de goma, en verano pueden provocar resbalones en contacto con la piel y, al accionar el pedal, pueden quedarse encajadas debajo del mismo debido a su maleabilidad.

Descalzos

En este caso no es que no se recomiende, sino que está terminantemente prohibido conducir descalzo, por lo que no podremos hacerlo bajo ningún concepto. La sensibilidad del pie es muy alta, por lo que al entrar en contacto con los pedales con ningún tipo de calzado de por medio, los dolores y tirones pueden estar presentes, así como las rozaduras, resultando muy incómodo para el conductor. Además, el sudor podría hacer resbalar el pie y acabar causando un accidente.

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