Los rascacielos del futuro serán construido con ayuda de robots voladores. Acaba de hacerse una prueba en vivo
Aún queda mucho para desplegar esta tecnología, que necesita de materiales ligeros, estables y adaptados a la precisión limitada de los drones

El futuro empieza a hacerse realidad. La posibilidad de que drones sean capaces de construir edificios está encima de la mesa, gracias a un equipo de investigadores laboratorio de Robótica Sostenible de Empa y EPFL. Los científicos han demostrado que los drones no solo sirven para entregar paquetes o para realizar fotografías y vídeos, sino que, además, pueden levantar muros, reparar fachadas y actuar en situaciones de emergencia.
El futuro de la construcción podría pasar por mano de obra en forma de drones
Un nuevo estudio, publicado en la revista científica Science Robotics, pretende transformar la industria de la construcción, donde grúas o sistemas robóticos terrestres tienen dificultades para actuar en terrenos irregulares, zonas de difícil acceso o grandes alturas. Sin embargo, los drones pueden ser capaces de llegar a tejados, zonas complicadas o áreas devastadas por desastres naturales.
La gran ventaja de esta técnica de construcción es su versatilidad, dado que se pueden utilizar enjambres de drones, pudiendo trabajar en condiciones más complejas, reduciendo el uso de materiales y mejorando la seguridad de las obras. Aún estamos en una etapa de desarrollo de la tecnología, pero ya se pueden constatar prototipos de drones capaces de colocar piezas en el aire, tensar estructuras con cables o imprimir materiales capa a capa, tal y como se asegura en la página web del laboratorio de Robótica Sostenible de Empa.
La tecnología, denominada Aerial Additive Manufacturing o por las siglas Aerial AM, no es tan sencilla como podrías imaginar. Para llevarla a cabo se necesita una combinación de conocimientos en robótica, ciencia de materiales y arquitectura. No solo los drones deben volar de manera correcta, sino que los materiales deben ser resistentes, ligeros y adecuados y los diseños arquitectónicos se tienen que adaptar a la limitada precisión de los drones.

Estas son las tres categorías en las que se enmarca la tecnología Aerial AM
Por el momento, los investigadores a cargo del estudio, que mencionábamos anteriormente, aseguran que ya han definido un modelo con cinco niveles de autonomía, que va desde el simple vuelo programado hasta la capacidad total de tomar decisiones en tiempo real. Esto significa que en el máximo nivel, el dron puede analizar su entorno, detectar errores y ajustar el diseño sobre la marcha.
El objetivo de la investigación es desarrollar drones que entiendan lo que están construyendo y que sean capaces de adaptarlo, de manera inteligente, según el contexto adecuado. Por el momento, el uso de drones constructores es más un deseo que una realidad, sobre todo por las limitaciones de carga, por su autonomía y por su consumo energético. Por eso, la propuesta de un enjambre es ideal, ya que habrían drones dedicado a las partes inferiores de los edificios, mientras que otros tomarían el relevo de manera ágil y efectiva.