Robots oceánicos tendrán una importante misión: encontrar un vuelo desaparecido hace 11 años
Rastrear un conocido Boeing 777 desaparecido en 2014 será posible con el apoyo de robots submarinos capaces de mapear uno de los océanos más difíciles del planeta
Malasia volverá a salir al encuentro del más mediático de los misterios de la aviación moderna. El próximo 30 de diciembre arrancará una nueva fase en la búsqueda del vuelo MH370, el Boeing 777 de Malaysia Airlines, que se desvaneció hace más de diez años con 239 personas a bordo. Ocean Infinity, compañía especializada en robótica marina de alta profundidad, será quien intente desentrañar el enigma en las próximas semanas.
Malasia reactiva la búsqueda del vuelo MH370
La búsqueda, según la información publicada por Associated Press, durará 55 días y se hará por fases, dependiendo de cómo esté el mar en cada momento. Malasia no ha hecho públicas las coordenadas, pero sí ha dicho que rastrearán las áreas más probables, basándose en los últimos análisis del recorrido del avión antes de quedarse sin combustible. Por cierto, las condiciones del contrato son muy especiales: Ocean Infinity solo cobrará los 70 millones de dólares si encuentra los restos.
Por desgracia, la zona a inspeccionar es enorme, alrededor de 15.000 kilómetros cuadrados de fondo oceánico. Ya el pasado mes de abril tuvieron que parar por el mal tiempo, pero ahora vuelven con robots submarinos aún más avanzados. Estas máquinas usan sonar e imagen de alta resolución para explorar montañas y valles bajo el agua, a profundidades extremas. Y el escenario es un reto mayúsculo, donde cada metro exige luchar contra la oscuridad, el terreno irregular y las corrientes.
Pero, ¿recuerdas lo que sucedió aquel 8 de marzo de 2014? El vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur rumbo a Pekín a las 00:41 horas y a las 02:14 horas el radar militar lo detectó girando hacia el oeste sobre el estrecho de Malaca. Media hora después, el avión había desaparecido de cualquier canal de comunicación. La ruta prevista contemplaba un aterrizaje a las 06:30 en China, pero los datos satelitales cuentan otra historia: un desvío completo hacia el sur, en dirección a un océano sin rutas aéreas.
Con el paso de los meses, algunos restos terminaron llegando a playas de Tanzania, Mozambique y varias islas del Índico occidental. Se sabe a ciencia cierta que eran piezas de aquel avión, pero eran insuficientes para localizar el fuselaje principal. Desde entonces, algunos familiares han viajado por su cuenta a estos lugares para llevar a cabo sus propias investigaciones. Y todos comparten un deseo: saber qué sucedió. Danica Weeks, cuyo marido, Paul, viajaba en el MH370, aseguraba al medio The Guardian:
Nunca hemos dejado de anhelar respuestas, y saber que la búsqueda continuará nos reconforta. Espero sinceramente que esta nueva etapa nos brinde la claridad y la paz que tanto anhelamos, para nosotros y nuestros seres queridos, desde el 8 de marzo de 2014.
Esta nueva búsqueda no garantiza respuestas, pero sí supone un avance en tecnología. Se sabe que el sur del Índico es uno de los lugares más difíciles del mundo para trabajar y que entre 2014 y 2017 se exploraron 120.000 kilómetros cuadrados sin éxito. De hecho, en 2018 Ocean Infinity tampoco encontró nada. Aun así, cada intento es una oportunidad que no hay que desperdiciar. Y no solo para resolver un misterio que lleva años sin explicación, sino para ofrecer a las familias una oportunidad real de conocer la verdad.