La Corte Suprema de Estados Unidos se podría poner en pie de guerra contra la piratería muy pronto

Se está examinando si las operadoras deben cortar la conexión a usuarios acusados de infringir derechos de autor

La Corte Suprema de Estados Unidos se podría poner en pie de guerra contra la piratería muy pronto
Exterior del edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos
Publicado en Seguridad

La Corte Suprema de Estados Unidos ha abierto un debate que puede cambiar la forma en que navegamos por la red. Al frente una cuestión tan directa como delicada: ¿debe un proveedor de Internet cortar la conexión a un usuario cuando su dirección IP aparece repetidamente asociada a descargas ilegales? La respuesta no es sencilla y conjuga derechos fundamentales y los límites de la legislación digital actual.

La lucha contra la piratería en Internet

Te presentamos el caso que enfrenta a Cox Communications, uno de los grandes operadores de cable de Estados Unidos, con un grupo de discográficas encabezadas por Sony. Durante la vista, varios jueces dudaron de que las operadoras puedan desentenderse ante avisos repetidos de piratería, pero tampoco parecen dispuestos a aceptar cualquier petición por parte de las discográficas.

Sonia Sotomayor, jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, ha sido especialmente crítica con Cox Communications, según el documento publicado en la página web de la Corte Suprema. Le acusó de haberse desentendido cuando podía haber colaborado más con universidades o edificios residenciales. La empresa podría haber pedido a quienes gestionan esos lugares, que avisaran a sus usuarios cuando llegaban notificaciones de piratería

La jueza aseguró que esa pasividad fue la que llevó al jurado a fijar en 2019 una condena de más de 1.000 millones, que fue anulada en 2024. Cox Communications, por su parte, asegura que sí actuó. Afirma que avisó, suspendió miles de cuentas y trabajó con algunos centros educativos. Además, afirma que los mayores reincidentes se encuentran en universidades, hoteles o pequeños proveedores que conectan a miles de usuarios. Cortarles el servicio podría dejar sin Internet a mucha gente por culpa de unos pocos.

Y aquí es donde el caso se complica. ¿Cómo se puede exigir a una operadora que identifique al infractor real detrás de un campus con 50.000 estudiantes? Samuel Alito, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, es escéptico con la medida. Asegura que aunque el proveedor avise al centro educativo, este debería localizar y desconectar a cientos o miles de usuarios, pudiendo otros nuevos estudiantes volver a infringir la ley al poco tiempo.

Por otra parte, Sony intenta convencer a la Corte Suprema de que Cox Communications no solo sabía de las infracciones, sino que las toleró. Pero Elena Kagan, jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, cuestionó esa idea asegurando que para hablar de ayuda intencionada debe haber algo más que falta de acción. El Gobierno estadounidense parece haberse alineado con la empresa proveedora. Su portavoz defendió que solo debería culparse a quien ayuda a infringir de forma clara y que eso no pasa cuando un proveedor da el mismo servicio a todos.

Como lees, el dilema está en frenar la piratería sin castigos desmedidos, ya que no es lógico dejar a alguien sin un recurso básico para estudiar o trabajar. La vista acabó con una idea del abogado de Cox Communications: buscar acuerdos reales entre discográficas y operadoras, incluso compartiendo costes. Cuando la Corte Suprema decida, el sistema podría cambiar cómo se gestionan las infracciones y qué responsabilidad tienen quienes nos dan acceso a Internet.

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