Adam Mosseri director de Instagram defiende la IA como aliada de los creadores, pero advierte sobre su poder para engañar
Mosseri defiende que la creatividad del futuro será híbrida, entre lo humano y lo artificial, y que las redes deben adaptarse a esa nueva realidad.

El responsable de Instagram, Adam Mosseri, cree que la inteligencia artificial está a punto de transformar la creatividad digital y redefinir lo que significa ser creador. En una conversación durante la conferencia Bloomberg Screentime, Mosseri afirmó que la IA reducirá casi a cero el coste de producir contenido, del mismo modo que Internet redujo hace décadas el coste de distribuirlo. Sin embargo, también advirtió que esta revolución traerá consigo riesgos profundos en materia de desinformación y confianza.
El ejecutivo de Meta respondió a los recientes comentarios del creador MrBeast (Jimmy Donaldson), quien había expresado su preocupación por el impacto que los vídeos generados por IA podrían tener sobre la industria del entretenimiento en línea. Para MrBeast, estos avances suponen “tiempos aterradores” para los creadores que viven de sus vídeos. Mosseri, en cambio, rechazó la idea de que la IA vaya a reemplazar el trabajo humano, y defendió que su verdadero valor será ofrecer nuevas herramientas para producir contenidos con más calidad, más rápido y con menos recursos.
El nuevo punto de inflexión para la creatividad digital
“Si tomamos perspectiva, Internet permitió que casi cualquiera se convirtiera en editor al reducir el coste de distribución de contenido a prácticamente cero. Lo que parece que harán los modelos de IA generativa es reducir el coste de producción a prácticamente cero”, explicó Mosseri. Esa democratización, dijo, permitirá que millones de personas que nunca se habían considerado creativas puedan serlo.
Sin embargo, el directivo reconoció que el mismo avance que empodera a nuevos creadores también será aprovechado por actores malintencionados. Desde la manipulación de imágenes y vídeos hasta la creación de desinformación a gran escala, la IA abre la puerta a lo que Mosseri describió como “usos nefastos”. En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de educar a las nuevas generaciones en el pensamiento crítico: “Mis hijos tienen nueve, siete y cinco años. Necesitan aprender que, solo porque vean un vídeo de algo, no significa que eso haya ocurrido realmente.”
Mosseri apuntó que, para quienes crecieron en los años noventa y dos mil, ver un vídeo era prueba suficiente de que algo había sucedido. “Para ellos, ya no será así. Tendrán que preguntarse quién lo dice, quién lo comparte, cuáles son sus incentivos y por qué.” Sus palabras resumen uno de los mayores desafíos de la era de la inteligencia artificial: reaprender a distinguir lo real de lo fabricado.
El directivo reconoció que el propio Meta tiene un papel clave en esa tarea. Desde principios de año, la compañía ha intentado etiquetar automáticamente los contenidos generados por IA, pero el sistema ha resultado problemático. “Fue una causa perdida”, admitió, al explicar que el etiquetado automático llevó a falsos positivos: publicaciones reales marcadas como sintéticas simplemente porque habían utilizado herramientas de edición o filtros creados con IA, incluidos los de Adobe.
La solución, según Mosseri, pasa por contextualizar mejor el contenido, más que por etiquetarlo de forma rígida. No dio detalles concretos, pero se especula con que se refiriera a la expansión del programa Community Notes,similar al sistema de verificación colaborativa de X, mediante el cual los propios usuarios pueden aportar contexto adicional o corregir información dudosa.
Mosseri insistió en que no todo el contenido generado por IA es “falso”. Aseguró que, actualmente, gran parte de lo que circula en las redes es híbrido: vídeos en los que se usan herramientas de IA para corregir color, mejorar el sonido o aplicar filtros, sin que eso signifique que el contenido sea sintético. “Durante un tiempo veremos más creaciones a medio camino entre lo orgánico y lo artificial que producciones completamente generadas por IA”, pronosticó.
El directivo también aprovechó su intervención para hablar del futuro de Instagram más allá de la inteligencia artificial. Confirmó que la red social trabaja en una aplicación de televisión dedicada, además de reforzar su apuesta por Reels y los mensajes directos, dos funciones que reflejan los cambios de consumo entre los usuarios más jóvenes. En cuanto a la situación de TikTok en Estados Unidos (tras su cambio de propiedad), Mosseri señaló que la competencia “es buena” y que la presencia de la aplicación china en el mercado estadounidense ha obligado a Instagram “a trabajar mejor”.
Respecto al “nuevo TikTok”, subrayó que, en realidad, nada parece haber cambiado. “Es la misma aplicación, el mismo sistema de recomendación, los mismos creadores y las mismas personas. Todo sigue siendo fluido”, dijo, restando importancia al impacto del cambio empresarial.
Las declaraciones de Mosseri dejan entrever el dilema que enfrenta la industria creativa: la IA puede abrir las puertas de la creación a millones de personas, pero también deformar la noción de realidad en el proceso. En el futuro que vislumbra el jefe de Instagram, la creatividad será más accesible que nunca, pero también más incierta. Y, quizá por primera vez, lo más difícil no será crear, sino creer.