Así eran los carritos de bebé en la última guerra mundial: blindados y a prueba de gases venenosos

Los carritos de bebé vistos en las calles estaban aislados completamente y tenían filtros contra el gas.

Así eran los carritos de bebé en la última guerra mundial: blindados y a prueba de gases venenosos
La población civil tenía tanto miedo a los ataques con gas venenoso que se protegieron al máximo
Publicado en Tecnología

La Primera Guerra Mundial dejó un gran impacto en la sociedad de comienzos del siglo XX. Cuando en 1939 se inició otra guerra mundial, la población de los países participantes se sintieron atenazados por el miedo. Sobre todo, por el uso de las terribles armas químicas usadas entre 1914-18. El temor al gas venenoso hizo que se diseñaran estos inquietante y extraños carritos de bebé.

En la actualidad estamos acostumbrados a ver a diario carritos de bebé de todas las formas y colores. Incluso con capacidad para dos y tres ocupantes. No obstante, lo que se fabricó en medio de la Segunda Guerra Mundial no tiene ningún parecido con la actualidad. De hecho, solo se produjeron en esta época y ahora son piezas de museo.

Los carritos para bebés en la guerra estaban a prueba de gases venenosos

Durante la Primera Guerra Mundial el uso de gases venenosos causó una gran cantidad de heridos y afectados psicológicamente. Empezada la otra guerra mundial contra la Alemania nazi, la población tenía miedo de que los aviones lanzaran contra las grandes ciudades y capitales gas venenoso para acabar con las vidas de miles de inocentes.

Esperando, y casi dando por hecho que estos ataques se sucederían, las personas empezaron a hacer acopio de máscaras antigas. Pensando en las madres que tenían que pasear a sus hijos pequeños en los carritos, las fábricas produjeron carritos de bebé aislados y equipados con filtros contra gases venenosos. Así lo ha contado National Geographic en un reciente artículo.

Estos carritos de bebé, como se puede contemplar en las imágenes, estaban totalmente aislados e incorporaban una pequeña “chimenea” en uno de los extremos por donde el aire pasaba y era limpiado por un sistema de filtros. De esta manera si había un ataque con gas, tanto el bebé como la madre estarían a salvo, ya que ella llevaría una máscara antigas.

En fotografías de la época se pueden ver cómo eran exactamente estos carritos y la verdad es que tienen una forma y dan la impresión de ser de todo menos bonitos. Sin embargo, y a pesar de la tétrica imagen, eran efectivos y eso es lo que cuenta. Podían ayudar a salvar vidas.

Hoy en día las cosas han cambiado mucho y a mejor, ya no hacen falta estos dispositivos. Por ejemplo, existen carritos de bebé que tienen la capacidad de conducirse solos sin ayuda de nadie o pañales inteligentes que pueden avisar a los padres de si el pequeño necesita cambiarse.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!