Descubren un recubrimiento omnipóbico para que los barcos consuman menos combustible
¿Qué podría producir que los desplazamientos por el agua fuesen más rápidos y se empleasen menos recursos para conseguirlo? Han creado un nuevo material que mejorará la industria naviera.

El transporte marítimo, gracias a la globalización, se ha posicionado como una de las principales alternativas en el mundo del comercio. La logística que representa ha adquirido un peso muy importante en las economías costeras, algo que ha provocado que el sector tecnológico se haya interesado por por ella.
Descartadas las opciones aéreas y terrestres, el mercado del transporte transoceánico se ha posicionado como el estandarte de los desplazamientos de mercancías a gran escala. La estandarización de los canales online no ha hecho más que proporcional más y más mercado a un sector que también está demandando tecnología.
El segmento eléctrico también ha llegado a la industria naviera
Ya lo vimos hace unos meses con Yara, una de las compañías de la industria más punteras. El Birkeland, un prototipo eléctrico, se ha situado ya como uno de los programas más interesantes en el futuro naviero. No obstante, tal y como era de esperar, esta no ha sido la única proposición.
Siguiendo esta última premisa, una serie de investigadores ha ideado una nueva forma para reducir la dependencia del petróleo en los transportes que cada día realizan millones de embarcaciones. La solución, tal y como se puede leer en Engadget, estaría ligada a la fricción que se produce entre el casco del barco y el agua.
Esta solución, la cual estaría siendo ratificada por la Marina de los Estados Unidos, implicaría la llegada de una serie de innovaciones que permitirían, al fin y al cabo, un ahorro en el coste de mantenimiento de los buques. ¿Estamos ante la llegada de una reducción del precio del transporte pesado? Veamos cómo funciona esta invención.
Un líquido que repele el agua para deslizarse por la misma
Han creado un material que permitiría reducir la fricción con el mar, consiguiendo de esta manera varios beneficios al unísono. Todos ellos tendrían una repercusión directa en el coste en búsqueda de las economías de escala en el transporte.
En primer lugar, una interacción menos pronunciada entre el casco de los barcos y la superficie del barco permitiría una reducción del gasto en combustible. Cada una de las unidades podría navegar de manera más eficiente sin necesidad de tener que incrementar la potencia de las hélices.
Los motores de un barco, con este compuesto, requerirían menos gasto de combustible
De hecho, sería esta la diferencia entre la necesidad de fuerza de los motores entre ambas situaciones lo que permitiría un ahorro directo en cuestión de combustible. Atendiendo a que esta es una de las principales fuentes de gasto de estos medios de transporte, se podría conseguir un ahorro exponencial en los próximos años.
De igual modo, se podría incrementar la velocidad media en cada uno de los trayectos de larga distancia. Esto tendría consecuencias directas sobre el envío de la mercancía, pudiendo reducir la distancia temporal entre el día en que se realiza el pedido y el que se cuenta con el pedido adquirido.
Una solución que La Marina de Estados Unidos contempla
El máximo exponente militar en el mundo, en su rama marítima, se ha sentido atraída por una solución que podría cambiar esta industria en los próximos años. De confirmarse su inclusión, en los próximos 2 años podría materializarse la instalación de este compuesto omnipóbico en el casco de los buques.
De hecho, una de las peculiaridades de esta innovación es que podría añadirse a través de diferentes procedimientos, lo cual sería determinante para reducir los costes que implicaría. Ahora bien, ¿cómo ha sido testado este nuevo producto de cara a su desgaste?
Los primeros exámenes determinan que es un compuesto resistente frente a golpes
Las pruebas realizadas, según se puede leer en el medio citado, afirman que no habría problemas de cara a su mantenimiento sobre la superficie de los buques. Tanto es así que este compuesto podría sortear los múltiples arañazos y golpes que sacuden a la parte que más sufre de un barco sin ninguna dificultad.
De igual manera, este material podría servir para evitar que otros componentes fundamentales como el radar o la antena sufriesen problemas de corrosión, los cuales podrían afectar a la seguridad de los tripulantes en el largo plazo.