El algoritmo de los drones está a punto de cambiar y eso podría ser muy beneficioso para el ser humano

Científicos neerlandeses enseñan a las aeronaves a coordinarse como un enjambre para mover objetos grandes con precisión y estabilidad

El algoritmo de los drones está a punto de cambiar y eso podría ser muy beneficioso para el ser humano
Publicado en Tecnología

Si piensas en cualquier tipo de dron, incluso los profesionales y más avanzados, seguramente te vengan a la mente tecnologías que se desplazan rápido por el aire, que graban vídeo con una calidad excepcional o que son capaces de entregar paquetes en cualquier rincón del planeta. Sin embargo, estas pequeñas aeronaves tienen un problema evidente: no pueden levantar grandes pesos. Por suerte, un grupo de científicos cree que esta barrera podría eliminarse próximamente.

Conoce a una nueva generación de drones en equipo

Recientemente, gracias al artículo publicado en la revista científica Science Robotics, hemos conocido un algoritmo desarrollado por científicos de la Universidad Tecnológica de Delft. Gracias a este avance, es posible que un conjunto de drones autónomos coordinen su vuelo para cargar y transportar objetos pesados, ajustándose a las condiciones del viento y a los movimientos de la carga en tiempo real. Si antes era imposible operar en entornos extremos, como parques eólicos marinos o misiones de rescate en zonas inaccesibles, ahora las posibilidades se abren de par en par.

El doctor Sihao Sun, afirma que "cuando los drones están conectados físicamente, deben responder entre sí y a perturbaciones externas como movimientos bruscos de la carga útil. Los algoritmos de control tradicionales son demasiado lentos y rígidos para ello". La solución ha llegado en forma de algoritmo, que ha sido calificado como "rápido, flexible y robusto". La información, publicada en la página web de la [Universidad Tecnológica de Delft],(https://www.tudelft.nl/en/2025/me/news/new-algorithm-lets-autonomous-drones-work-together-to-transport-heavy-changing-payloads) destaca que este algoritmo se adapta a las cargas y es capaz de compensar las fuerzas externas sin necesidad de sensores en la carga.

El resumen sería que los drones son capaces de sentir el movimiento a través de sus propios motores y ajustan su comportamiento sobre la marcha. Sabemos que los investigadores realizaron las pruebas en el laboratorio, utilizando drones de fabricación propia y los enfrentaron a obstáculos, soplaron aire con ventiladores para simular viento y hasta usaron un balón de baloncesto como carga móvil.

¿El resultado? El algoritmo pasó todas las pruebas. Los drones únicamente necesitaban conocer el destino y, a partir de ahí, navegaban, esquivaban y se corregían a sí mismos. Aún hay que mejorar el sistema, ya que ahora necesita cámaras de seguimiento externas para operar en interiores, lo que limita su uso fuera del laboratorio. Sin embargo, el equipo ya prepara su salto al mundo real, con una nueva generación de drones capaces no solo de volar, sino de trabajar en equipo.

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