La unión entre la innovación y lo tradicional: esta "impresora 3D" puede tejer en cualquier dirección

El prototipo se creó durante la pandemia de la COVID-19 con piezas impresas en 3D y componentes ensamblados en el sótano de Guimbretière

La unión entre la innovación y lo tradicional: esta "impresora 3D" puede tejer en cualquier dirección
François Guimbretière, profesor de ciencias de la información, y Victor Guimbretière desarrollaron una máquina de tejer que funciona como una impresora 3D: construye capas horizontales de puntadas para crear objetos sólidos
Publicado en Tecnología

La historia de la impresión 3D se remonta a varias décadas atrás. Concretamente, a mediados de los 70, que es cuando se inventó la impresora de inyección de tinta. No obstante, hasta 1987 no se comercializó la primera impresora SLA (Estereolitografía), que mediante un láser ultravioleta curaba selectivamente una resina líquida (fotopolímero) para solidificarla capa por capa, creando así un objeto físico.

Estos dispositivos se volvieron accesibles para el público general alrededor de 2009, tras la expiración de las patentes de la tecnología FDM (siglas de Modelado por Deposición Fundida), permitiendo el desarrollo de impresoras de escritorio «económicas» por parte de la comunidad de código abierto. Un corto paseo por Internet permite hacerse una idea de lo que cuestan las impresoras 3D domésticas, partiendo los modelos más básicos de aproximadamente 100 euros, aunque los más vendidos rondan los 200-300 euros.

Si bien para sacarle el máximo partido a una impresora 3D hay que tener ciertos conocimientos de diseño asistido por computadora (CAD) para crear nuestros propios modelos 3D desde cero, en la red hay bibliotecas con muchas propuestas —gratuitas y de pago— para que cualquier pueda tener sus propias figuritas, utensilios o herramientas fácilmente. Tomándolas como referencia, unos investigadores han desarrollado una nueva máquina de tejer capaz de crear formas sólidas en tres dimensiones.

El enfoque podría ser útil en el ámbito médico, concretamente en el tejido de estructuras

Un grupo de investigadores de las universidades de Cornell y Carnegie Mellon ha construido un prototipo de máquina de tejer capaz de crear objetos sólidos tridimensionales en lugar de láminas planas de tela, lo que podría revolucionar la industria textil. Parece que su aplicación podría ir más allá de los suéteres y las bufandas en un futuro no muy lejano.

El sistema funciona de manera similar a una impresora 3D, creando formas capa por capa, lo que permite a los usuarios controlar tanto la estructura como la textura del material resultante. Por lo que ha comentado François Guimbretière, profesor de ciencias de la información en la Facultad de Informática y Ciencias de la Información Ann S. Bowers de Cornell y en el Departamento de Diseño Tecnológico, la idea del tejido sólido llevaría años en desarrollo.

Hemos comprobado que no solo es posible, sino que, gracias a la forma en que unimos la puntada, nos brinda una gran flexibilidad en el control del material. La expresividad es muy similar a la de una impresora 3D

El interés por el concepto surgió en 2016 mientras Guimbretière experimentaba con una máquina de tejer en el laboratorio de Scott Hudson, profesor de interacción persona-ordenador en Carnegie Mellon. Durante la pandemia de la COVID-19, él mismo construyó el prototipo, utilizando principalmente piezas impresas en 3D y componentes ensamblados en su sótano.

En el núcleo de la máquina hay una matriz de 6x6 agujas de tejer, cada una equipada con un gancho doble simétrico impreso en 3D sostenido por un tubo de latón. Las dos mitades del gancho se mueven de forma independiente, lo que permite que el dispositivo teja del derecho o del revés, dependiendo de qué parte recoja el primer bucle. Para guiar el proceso, los investigadores crearon una biblioteca de código personalizada que contenía patrones digitales para cada tipo de puntada.

Aunque el prototipo se encuentra en la fase inicial de pruebas, lejos todavía de poder comercializarse —a veces se le escapan bucles o engancha el hilo en la aguja equivocada, además de funcionar lentamente—, tiene bastante potencial. Guimbretière planea perfeccionar el diseño para hacerlo más duradero, además de ampliarlo para aumentar el número de agujas. "Con mejoras adicionales, este tipo de enfoque puede ser útil para aplicaciones médicas, como el tejido de estructuras que apoyan el crecimiento de ligamentos o venas artificiales".

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