Lo que nadie se esperaba: las empresas estadounidenses están ayudando a China a ganar la carrera por la IA. Aunque no de la forma que esperas
China no puede acceder a los chips fabricados en Estados Unidos directamente, pero sí a través de terceros países

Estados Unidos es la primera potencia en cuanto a inteligencia artificial. Esta tecnología lleva poco tiempo con nosotros; podría decirse que el punto de partida fue a finales de 2022, con el lanzamiento al público de ChatGPT, el bot conversacional desarrollado por OpenAI. Esto significa que llevamos conviviendo con ella menos de tres años, pero sus avances en este poco tiempo han sido sorprendentes.
Desde entonces, han surgido más herramientas que buscan exprimir al máximo la inteligencia artificial. Nombrarlas todas es imposible, pero en el ámbito de los chatbots destacan Claude, Gemini, Copilot o Grok, la propuesta de Elon Musk. Tampoco hay que olvidar las que proceden de la otra punta del mundo, como podría ser DeepSeek.
De hecho, DeepSeek es la que puso patas arriba el sector a mediados de enero de 2025, momento en el que se puso a disponibilidad de los usuarios interesados. No tardó en colocarse en lo más alto de las listas de descargas y en convertirse en una alternativa consolidada. Y es que Estados Unidos debería empezar a temer a China, si no lo hace ya, porque puede superar al país norteamericano en unos meses.
China va a invertir 138 mil millones de dólares para construir centros de datos para IA
Se creía que China estaba bastante rezagada respecto a Estados Unidos en inteligencia artificial. Nada más lejos de la realidad; si bien los de Donald Trump controlan la exportación de varios productos, entre ellos los chips para IA, para que el país asiático no se pueda hacer con ellos, ha descubierto la manera de obtenerlos. Y los expertos son claros: China está, como mucho, entre seis y nueve meses por detrás de Estados Unidos. Solo.
Aunque los modelos de OpenAI siguen siendo los más populares, el principal motivo reside en que tienen acceso a una mayor cantidad de recursos computacionales. No es una cuestión de dinero, sino de hardware. No obstante, China ha sabido cómo obtener la tecnología estadounidense: a través de terceros países. Se está investigando si muchos de los chips habrían sido adquiridos a través de Singapur.
Los chips desarrollados por NVIDIA, que es la principal compañía proveedora del mundo, son necesarios para que China lleve a cabo ciberataques, entre sus sistemas de armas autónomas, y procese datos a gran escala. Debido a esto, el gobierno chino anunció recientemente un fondo estatal de capital de riesgo de 138 mil millones de dólares (1 billón de yuanes) para financiar la construcción de centros de datos para IA, como explica la fuente.
Esta sería la respuesta de China al proyecto Stargate de Donald Trump, en el que quiere invertir 500 mil millones de dólares para mantener el liderazgo de Estados Unidos en el campo de la inteligencia artificial.
Actualmente, la agencia encargada de hacer cumplir los controles de exportación, la Oficina de Industria y Seguridad, tiene recursos muy limitados y opera con tecnología obsoleta. Solo cuenta con dos oficiales para toda China y uno para el resto del sudeste asiático, lo que hace imposible la verificación del destino final de las exportaciones estadounidenses. Una de las soluciones podría ser que los fabricantes de chips estén obligados a exportar únicamente a través de proveedores logísticos certificados.