Por qué los móviles son (y serán) cada vez más caros
¿Eres de los que cada vez paga más por un móvil? No creas que te están estafando, es una tónica que está repitiéndose en la industria. ¿Por qué podemos decirte que esta tendencia continuará produciéndose?
La industria móvil está dentro de una especulación inflacionaria del precio de los terminales. Algo cambió el pasado mes de septiembre cuando fue anunciado el iPhone X, el que todavía sigue siendo el modelo insignia de Apple. ¿Por qué la firma de CUpertino ha marcado una nueva filosofía?
Tras la presentación de la nueva gama de terminales de la firma de la manzana, muchos consumidores y acérrimos de la marca se echaron las manos a la cabeza. ¿Quién iba a comprar un móvil que ya supusiese un pago de 4 cifras? Superar la barrera de los 1.000 dólares/euros era algo que ninguna otra compañía del sector se había atrevido a hacer.
¿Qué es lo que ocurrió en noviembre? Tras las primeras semanas de los iPhone 8, iPhone 8 Plus e iPhone X, la conclusión era clara; el cliente de Apple había asumido tener que pagar* por su mejor producto en el terreno móvil una cuantía tan elevada. ¿Ha marcado un antes y un después?
Lo cierto es que Samsung siguió esta estrategia poco después con el Note 8, el cual se ha podido ver en muchas ocasiones por encima de los 1.000 euros en diversos distribuidores. Ante esta situación, una cosa nos queda clara; en el futuro pagaremos más por nuestro próximo terminal. ¿Por qué lo haremos? Varias son las causas de que nos importe algo menos desembolsar una cantidad mayor que la última vez.
Este producto se ha convertido en una parte fundamental en nuestro día a día. Por este motivo, cada vez son más los usuarios que han decidido adquirir más modelos de la gama media y alta con el objetivo de disfrutar de un mejor manejo. La calidad, además, también influye, por lo que al final se termina pagando gustosamente algo más de dinero.
Una escalada de precios que afectará a todo el segmento
El margen de beneficio que las compañías que producen terminales se incrementará en el futuro a base de aumentos en el precio, así lo destaca el portal BGR. ¿Por qué? La llegada de nuevas compañías de origen asiático principalmente ha puesto en jaque un mercado en el que cada vez se debe incrementar en nivel de diferenciación para destacar sobre los demás.
Según se puede leer en el portal citado, se especula que los modelos de 2018 ya están sufriendo y sufrirán un incremento del precio en torno al 10% respecto al año pasado. La obsolescencia programada no hará más que acentuar la llegada de más y más modelos pensados para combatir la mayor necesidad de atributos como memoria interna, memoria RAM o versiones actualizadas de los sistemas operativos.
Basta con ver qué política tienen los fabricantes que trabajan con Android o Apple para ver lo rápido que evoluciona esta industria. Si posees un dispositivo que funcione con el SO de Google y tiene más de 2 años, jamás verás Android Pie 9.0. Si, por el contrario, usas iOS y tienes un iPhone 6, la versión iOS puede que no funcione del mismo modo que sobre un iPhone 7 u iPhone 8.
El consumidor de estos productos suele estar interesado en lo último del mercado. A fin de cuentas, debido a la mejora de las calidades en cuanto a materiales, es lógico pensar que pueda durar más nuestro próximo terminal, aunque esto último debería estar escrito entre comillas por lo anteriormente descrito.
Un futuro marcado por la misma apuesta especulativa
¿Cuáles pueden ser los próximos movimientos en el mercado? La próxima generación de la gama Note, al cierre del artículo, está al caer, mientras que Apple hará lo propio el próximo mes con la más que plausible llegada de una versión Plus del iPhone X. Observando la tendencia marcada por sus modelos anteriores, lo más sensato es esperar precios aún por encima de aquellos.
Esto, al mismo tiempo, provocará una divergencia en precios con el resto de fabricantes que se reparten el mercado móvil. ¿Por qué se sigue esta política? El perfil del consumidor que baraja este tipo de empresas suele estar siempre interesado en lo último del mercado, algo que implica que el precio quede eliminado de la ecuación de compra o apenas tenga relevancia en la toma de decisión.
Esto solo es posible invirtiendo ingentes cantidades en materia de I+D y promoción con un objetivo; crear algo más que una simple preferencia por una marca. En el caso de las 2 firmas más destacadas del panorama smartphone, Samsung y Apple, esto es algo que llevan realizando desde hace muchos años, cuando esta industria comenzaba a mejorar productos como los que estamos acostumbrados.
Habrá que esperar qué es lo que ocurre en los próximos años en este mercado. No obstante, todo hace pensar que la escalada de precios continuará creciendo en el futuro, algo que solamente tendrá sentido si se produce un equilibrio entre compradores y vendedores. ¿Se nos está yendo de las manos el precio que pagamos por estos productos?