OpenAI compra Statsig por 1.100 millones: hay nuevas herramientas en camino
La adquisición, una de las mayores en la historia de la compañía, marca un nuevo capítulo en su estrategia de productos y aplicaciones.

OpenAI ha anunciado la que ya es una de las mayores adquisiciones de su historia: la compra de la startup Statsig por 1.100 millones de dólares en acciones. La operación, que aún está pendiente de revisión regulatoria, busca reforzar el área de Aplicaciones, la división con la que la compañía quiere escalar más allá de sus modelos de lenguaje y entrar en el terreno de los productos prácticos para consumidores y empresas.
Con esta adquisición, Vijaye Raji, fundador y CEO de Statsig, pasará a ser el nuevo CTO de Aplicaciones en OpenAI, reportando directamente a Fidji Simo, ex directora de Instacart y actual CEO de esa división. Raji será el encargado de supervisar la ingeniería de producto de ChatGPT, Codex y futuras herramientas que la compañía planea lanzar. Según OpenAI, la integración de la plataforma de experimentación de Statsig permitirá acelerar el ritmo de desarrollo, ofreciendo ciclos de prueba y ajuste mucho más rápidos en sus productos estrella.
Una reorganización interna para ampliar horizontes
La operación no llega sola. El anuncio ha estado acompañado de una reestructuración en la cúpula de OpenAI que apunta a diversificar su alcance. Kevin Weil, hasta ahora director de producto, asumirá la vicepresidencia de OpenAI for Science, un nuevo grupo orientado a crear una plataforma de IA que funcione como “el próximo gran instrumento científico”. Su misión será acelerar descubrimientos en investigación, en colaboración estrecha con Sebastien Bubeck, investigador de renombre y ex directivo de Microsoft.
Por su parte, Srinivas Narayanan, actual responsable de ingeniería, se convertirá en CTO de aplicaciones B2B, con el objetivo de trabajar codo a codo con Brad Lightcap, director de operaciones, en el desarrollo de herramientas destinadas a clientes corporativos. Esta apuesta refuerza el papel del negocio empresarial dentro de OpenAI, donde cada vez más empresas buscan integrar capacidades de IA en sus flujos de trabajo.
Mientras tanto, la propia Statsig seguirá funcionando de manera independiente desde su oficina en Seattle, manteniendo su base de clientes actual, pero con todos sus empleados convertidos en trabajadores de OpenAI. Una jugada que recuerda a otras adquisiciones estratégicas en las que la empresa compradora opta por preservar la autonomía de la adquirida para no frenar su ritmo.
Este movimiento refleja cómo OpenAI quiere ganar velocidad en dos frentes a la vez: por un lado, consolidar y mejorar aplicaciones ya exitosas como ChatGPT; por otro, explorar nuevas áreas de impacto, desde la ciencia hasta las soluciones empresariales. Todo ello bajo la mirada de un mercado que valora a la compañía en 300.000 millones de dólares, una cifra que explica por qué puede permitirse adquisiciones de este calibre.
A medida que se afianza la compra y se materializan los cambios internos, la gran incógnita es si OpenAI conseguirá mantener el equilibrio entre su vertiginosa ambición tecnológica y la necesidad de ofrecer productos que resulten útiles, fiables y diferenciados frente a una competencia que no da tregua.