El Big Bang podría no ser el evento creador del universo. Un nuevo estudio señala que esta fue la verdadera causa

Una atrevida propuesta nos invita a preguntarnos si llevamos décadas buscando algo que nunca ha estado presente realmente en el cosmos

El Big Bang podría no ser el evento creador del universo. Un nuevo estudio señala que esta fue la verdadera causa
Una nueva teoría plantea un origen del universo sin un único punto de inicio
Publicado en Ciencia

Todos hemos escuchado en alguna ocasión que la materia oscura y la energía oscura son dos de los mayores interrogantes de la cosmología moderna. Muchos científicos aseguran que pueden componer alrededor del 95% del universo, aunque nadie ha podido ofrecer evidencias fiables de su existencia. Ahora, te planteamos una cuestión que podría poner patas arriba la cosmología. ¿Y si, simplemente, no existieran?

Acercándonos a un nuevo modelo cosmológico

El profesor Richard Lieu, físico de la Universidad de Alabama en Huntsville, ha expuesto su teoría en un reciente artículo publicado en la revista científica Classical and Quantum Gravity. En lugar de recurrir a los conceptos de materia oscura y energía oscura, el científico propone que el universo se expande y forma estructuras gracias a lo que ha denominado como singularidades temporales transitorias. Traducido al castellano, estaríamos hablando de estallidos de energía y materia que ocurren en todo el cosmos, pero solo en momentos puntuales.

Gracias a este planteamiento, se elimina la necesidad de incluir en la ecuación cosmológica a la materia oscura y a la energía oscura. En su lugar, pequeñas explosiones, imperceptibles, serían las responsables de lo que observamos en el universo: la aceleración de su expansión y la formación de galaxias. Y es el propio Richard Lieu quien explica cómo podrían funcionar estas singularidades.

Imagina que el Big Bang único nunca existió. En su lugar, el universo ha ido recibiendo explosiones súbitas a lo largo del tiempo, como si alguien estuviese apretando un botón invisible en intervalos espaciados. Cada pulsación inyectaría materia y energía al universo al mismo tiempo, generando un empuje similar al que atribuimos a la energía oscura. Además, también se estaría ayudando a la formación de estructuras, tal y como se espera de la materia oscura.

Esta es una valiente teoría, pero que explicaría el cosmos sin la necesidad de utilizar conceptos como la masa negativa o la densidad negativa, que son tan difíciles de encajar con las leyes físicas conocidas. Richard Lieu plantea que en lugar de un Big Bang único, un único instante de creación, los instantes se han ido repitiendo de manera fugaz y siendo difíciles de detectar.

El físico afirma que "en esta teoría, la conjetura es que la materia y la energía aparecen y desaparecen en estallidos repentinos y, curiosamente, no existe violación alguna de las leyes de la conservación". Para demostrarla, podremos echar mano de instrumentos del observatorio Keck en Hawái o de los telescopios del grupo Isaac Newton en La Palma, intentando detectar discontinuidades en el diagrama de Hubble, una de las mejores herramientas para medir la expansión del universo. Y es que es posible que llevemos décadas buscando algo que no existe.

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