Esta estrella de la NFL asegura haber clonado a su perro. El debate ético está más encendido que nunca
Parece que su nueva mascota es una copia genética de su anterior perro, fallecido en el año 2023, y lleva la firma de una compañía de renombre en el campo de la modificación genética
Tom Brady, leyenda del fútbol americano, ha sorprendido al mundo no por un regreso al campo, sino por entrar de lleno en la ingeniería genética. El exdeportista de élite reveló que su actual perra Junie es, en realidad, una clonación de Lua, la mascota que compartió con Gisele Bündchen, ahora exmujer, y que murió a finales de 2023. ¿Sorprendido? Espera a conocer toda la historia.
El debate ético sobre la clonación de mascotas
Si hablamos de empresas capaces de conseguir clonar un animal, seguramente una de las más importantes del momento sea Colossal Biosciences. Esta empresa biotecnológica, de la que el exdeportista es inversor, parece haber sido la encargada de replicar a su querida mascota. Tal y como se anunció hace algunos meses, Colossal adquirió la empresa Viagen, compañía que posee los derechos de la tecnología utilizada para clonar a la oveja Dolly en 1996. Ahora, el turno le ha llegado a una perra muy especial.
El proceso de clonación, según la información publicada en The New York Times, comenzó con una simple extracción de sangre antes de que Lua, que era la perra que Tom Brady tenía en común con Gisele Bündchen, muriera. La figura mediática estadounidense asegura que "en tan solo unos meses, Colossal le dio a mi familia una segunda oportunidad con un clon de nuestro querido perro". Hasta aquí todo parece seguir el correcto camino de la ciencia, pero: ¿qué pasa con el punto de vista ético?

Imagen de archivo de Tom Brady paseando con su perra Lua
Sabemos que el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta fue la mencionada oveja Dolly. Desde entonces, laboratorios de todo el mundo han replicado más de una docena de especies, incluidos caballos, perros, gatos o vacas. En el año 2005, la polémica alcanzó a un equipo de científicos surcoreanos, que aseguraban haber conseguido clonar a un perro, al que habían llamado Snuppy. Si el nombre ya resultaba falso, la supuesta clonación acabó por desvelarse igual de fraudulenta, tal y como se describe en un artículo publicado en la revista científica East Asian Science, Technology and Society: An International Journal.
Muchas celebridades aseguran tener mascotas clonadas, como por ejemplo Paris Hilton o Barbra Streisand, algo que para ellas no es descabellado, dado que un procedimiento de conservación de ADN cuesta alrededor de unos 1.600 euros, mientras que el proceso completo de clonación asciende a los 50.000 euros. Sin embargo, la comunidad científica advierte que un clon no tiene recuerdos ni la misma personalidad que el animal fallecido, sino parte de su aspecto y condición genética. Samuel Gorovitz, especialista en ética médica, asegura: "esa nueva mascota no será la querida mascota anterior. En el mejor de los casos, será similar en atributos importantes".
Y si la ética te parece poco argumento, parece que la tasa de éxito de un proceso de este tipo tampoco es alentadora: apenas un 2 % de los intentos de clonación de perros termina con un cachorro vivo. Por su parte, Colossal Biosciences defiende la clonación y la criopreservación, incluso se ha postulado como adalid de la llamada desextinción, es decir, la recreación de especies ya desaparecidas de la faz de la Tierra.
Sin embargo, algunas organizaciones animalistas no ven el asunto con tanto entusiasmo. PETA denunció en su momento que este tipo de prácticas, asegurando que "si tenemos en cuenta que millones de perros maravillosos, listos para ser adoptados, languidecen cada año en refugios de animales o mueren de formas terribles al ser abandonados, nos damos cuenta de que la clonación contribuye a la crisis de la población animal sin hogar".
Lua, la perra original, ya no está con la familia de Tom Brady, pero ahora Junie, su clon, ha devuelto la alegría al hogar. Por nuestra parte, no podemos dejar de preguntarnos si un clon puede reemplazar al animal original o si nosotros, desde nuestra humilde posición de periodistas, no haríamos lo mismo para volver a tocar a nuestros compañeros ya fallecidos y, aunque sea un instante, volver a disfrutar de su compañía.