La hierba no es tan antigua como pensamos. Muchos dinosaurios ni siquiera la vieron cuando habitaban la Tierra
La hierba hoy es algo habitual que vemos en el campo e incluso en un jardín sin cuidar, pero hace millones de años eran plantas raras. Muchos dinosaurios ni siquiera la pudieron ver nunca

La hierba, tal como la conocemos hoy, es un elemento natural relativamente reciente al planeta Tierra. Durante la mayor parte de la era de los dinosaurios, especialmente en los períodos Triásico y Jurásico, los paisajes verdes cubiertos de pasto no existían. Dinosaurios como el Stegosaurus o el Allosaurus probablemente nunca caminaron sobre hierba, ya que las pruebas fósiles más confiables indican que el origen del pasto (Poaceae) se remonta a hace unos 56 millones de años, es decir, 10 millones de años después del impacto del asteroide que provocó la extinción masiva de los dinosaurios.
Durante mucho tiempo, los científicos consideraron esa fecha como el origen indiscutible del pasto, lo que implicaba que los dinosaurios y el pasto nunca coexistieron. Sin embargo, descubrimientos recientes han cuestionado esa suposición. En 2005, el hallazgo de restos fosilizados de heces de dinosaurio en la región de los Traps del Decán, en la India, reveló que algunos dinosaurios consumían hierba hace unos 65 millones de años, lo que adelanta su existencia y sugiere que esta planta comenzó a evolucionar antes de lo pensado.
La hierba apareció en el planeta durante la época de los dinosaurios pero ¿la comían?
Además, se encontró que los dinosaurios comían al menos cinco tipos distintos de pasto que todavía existen hoy en día, lo cual sugiere que la hierba ya se había diversificado significativamente antes de la extinción de los dinosaurios. Más evidencia surgió en 2017, cuando paleontólogos en China descubrieron fragmentos microscópicos de pasto en dientes de un hadrosaurio que vivió hace 113 millones de años, lo que empuja aún más atrás el reloj evolutivo del pasto. Estos hadrosaurios fueron una familia de dinosaurios herbívoros que habitó el planeta Tierra durante millones de años con un gran éxito. Incluso tenemos restos de ellos en Teruel (España).
A pesar de estos hallazgos, los expertos coinciden en que las vastas praderas modernas no existían en la era de los dinosaurios. El pasto primitivo era escaso y no dominante, en contraste con el 40 % de la superficie terrestre actual que está cubierta por pastizales. Esta ausencia de pastizales también influye en cómo reconstruimos los paisajes prehistóricos y el comportamiento de los dinosaurios herbívoros. Así apareció publicado en Nature en un artículo publicado en 2005.
Además, el pasto es difícil de digerir y desgasta los dientes debido a su contenido de sílice. Como los dinosaurios no tenían dientes especializados como los caballos modernos, surge la duda de si realmente podían alimentarse eficientemente de hierba, incluso si está ya existía en su época. Si se ha encontrado pruebas de este consumo en los excrementos fósiles quiere decir que al menos algunas especies si lo hacían, aunque fuera en determinados momentos del año natural. Los paleontólogos deberán seguir investigando para desentrañar el secreto de la hierba y los dinosaurios, un tema muy interesante.