Los expertos crean un "zoológico de la caca". No es ninguna broma y podría salvar de esta manera a cientos de especies de la extinción

Un proyecto en sus primeras etapas podría ser una de las respuestas para aquellas especies amenazadas por la extinción

Los expertos crean un "zoológico de la caca". No es ninguna broma y podría salvar de esta manera a cientos de especies de la extinción
Utilizar las heces de los animales en peligro de extinción para salvarlos es lo que propone un reciente proyecto
Publicado en Ciencia

Existen muchas maneras de ayudar a las especies en peligro de extinción del planeta. Esfuerzos de la comunidad científica, de zoológicos, de centros de recuperación y de empresas de investigación son abundantes en todo el mundo, aunque nunca son suficientes. Sin embargo, dado que la ciencia evoluciona con el paso del tiempo, también lo hacen las distintas maneras de cuidar de las formas de vida de este planeta. Y vamos a utilizar sus cacas para ayudarles a tener un futuro esperanzador.

Conoce a fondo el "Zoo de caca"

Está bien, te compramos el argumento de que el nombre elegido es un tanto brusco. Sin embargo, el equipo de investigadores de la Universidad de Oxford han creído oportuno que no haya ninguna duda de qué proyecto se menciona cuando se escriba o lea su nombre. En este caso, por resumirlo, el proyecto Zoo de Caca implica el desarrollo de una técnica de recuperación de células y su posterior cultivo en especies en peligro de extinción, para evitar su fatídico destino.

Empecemos por aclarar en qué consiste este proyecto. Sus responsables, con la profesora Suzannah Williams a la cabeza, explican que en las heces de los animales se pueden encontrar células vivas del intestino. A través de su recolección, y mediante trabajos de optimización y cultivo de dichas células, el objetivo principal sería la reprogramación en células madre pluripotentes inducidas, es decir, que tienen la capacidad de generar los distintos tipos de tejidos y órganos.

De manera paralela, y en colaboración con el zoológico de la ciudad de Chester, también se recogerán células intestinales de algunas de las especies que allí son conservadas. Una vez obtenidas, uno de los experimentos más interesantes sería convertir esas células en espermatozoides y óvulos, que después podrían ser utilizados a través de técnicas de fertilización in vitro. La doctora Ashlee Hutchinson, perteneciente a la organización Revive & Restore, que financia el proyecto, ha declarado en The Guardian:

Si utilizas óvulos y espermatozoides, puedes aprovecharte de la reproducción sexual y de toda la recombinación que sucede durante esos eventos y realmente consigues empezar a construir el potencial para la adaptación al estrés medioambiental.

Y lo que es más interesante, esas células reprogramadas pueden ser editadas para ser más resistentes a enfermedades y para que los animales sean capaces de adaptarse a los cambios en el clima, con lo que las poblaciones que surjan de este proyecto podría salir fortalecidas del intercambio con la ciencia humana. El doctor Rhiannon Bolton, afirma categóricamente que "es un caso de cómo podemos, en masa, recolectar células vivas de tantas especies como podamos para mantener la diversidad que estamos perdiendo a ratios terroríficos".

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